Si ayer había una persona feliz en Anaitasuna, ese era Iñaki Hernández. Feliz y emocionado. El técnico y jugador aún en activo del club del equipo del Anaitazarra recibió ayer a sus 69 años un sentido homenaje de la entidad donde ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria en el mundo del balonmano. Un reconocimiento al que se unieron desde el Helvetia hasta el Barça, pasando por la Federación Española de Balonmano, la Navarra y, por supuesto, sus amigos y su familia.
"Es un día espectacular. Estoy emocionado. No sé si me lo merezco o no, pero estoy disfrutando como un enano. Me parece muy bonito que te reconozcan. He estado feliz", admitía Hernández tras recibir el homenaje matutino, antes del encuentro de la Liga Asobal. Muy nervioso, tal y como reconoció después, saltó a la pista para recibir el cariño y la ovación de los 1.800 espectadores que ayer asistieron a La Catedral. Recibió distinciones por parte del presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez; del máximo responsable de la Navarra, Andrés Garde; así como la insignia del club de manos de la presidenta de la Sociedad, Mertxe López. Especialmente emocionado se le vio cuando sus hijos, Borja y Beatriz, le entregaron con mucho cariño un ramo de flores, mientras estaba rodeado además de amigos y familia. Asimismo, quienes no quisieron perderse este homenaje fueron sus "niñas", las jugadoras de Anaitasuna a las que dirige. "Entreno con las alevines de primer y segundo año. Y soy feliz. Cuando me han hecho el reconocimiento y han salido a la cancha, me he roto por completo. Les tengo muchísimo cariño e intento enseñarles lo mucho o poco que puedo", afirmaba.
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