El Puig (VAlencia) - Fabio Jakobsen (Deceuninck-Quick Step) ganó este martes al esprint la cuarta etapa de la Vuelta a España, disputada entre Cullera y El Puig (Valencia), sobre una distancia de 175,5 kilómetros. En un esprint muy ajustado, Jakobsen se impuso al irlandés Sam Bennett (Bora) por escasos milímetros y, por algo más, al alemán Maximilian Walsched (Sunweb). La foto finish tuvo que dilucidar al ganador de la jornada.

La etapa fue de transición para los favoritos, reservados para el primer final en alto de este miércoles en Javalambre, primera gran cita para quienes tienen en mente el rojo en Madrid. Nicolas Roche volvió a sonreír con el liderato, con Nairo Quintana a 2 segundos y su compatriota colombiano Rigoberto Urán a 8. Steven Kruijswijk (Jumbo) aquejado de sus dolencias tras la accidentada contrarreloj por equipos del primer día, se bajó de la bicicleta en el transcurso de la etapa.

De Cullera salieron disparados Jorge Cubero (Burgos BH), un animoso ingeniero civil, y Jelle Wallays (Lotto-Soudal), rodador belga de nivel, ganador en Lérida en la Vuelta 2018. Ambos abrieron camino durante más de 130 kilómetros, pero no cumplieron su sueño. A 30 de meta ya formaban parte del grupo del que salieron muy temprano.

Rigoberto Urán (Education First) sufrió una caída sin consecuencias y, ayudado por su equipo, pudo engancharse a un pelotón que ya estaba siendo sacudido por el viento.

Tan rápido se bajó el Puerto de Oronet (de tercera categoría), única dificultad del día, que se produjeron cortes, sin favoritos implicados. Surgieron los habituales nervios ante la aproximación de la meta de El Puig. Los marcadores señalaban una velocidad de 63 kilómetros por hora con el viento favorable. Pelotón partido en tres partes. Tony Martin, protector de excepción de uno de los principales candidatos a la victoria final, Primoz Roglic, comandó el gran grupo en los kilómetros finales. Sin Kruijswijk, Lotto-Jumbo seguirá asustando.

La resolución del esprint la inició Remi Cavagna. El corredor del Deceunick atacó a 5 kilómetros de meta, abrió hueco e hizo trabajar a los lanzadores del resto de equipos. Antes de pasar por el arco del último kilómetro, los corredores de Bora-Hansegrohe acercaron el gran grupo al francés, que, sin lograr la victoria, castigó a los equipos de cara a la llegada.

Una vez fue cazado Cavagna, la cabeza del pelotón fue de sus compañeros Stybar y Richeze. El checo hizo 500 metros de potencia y el argentino, inteligencia pura, se colocó detrás de Nikias Arndt (Sunweb), que lanzó a nadie, para mantener la mejor colocación dentro del gran grupo. A 250 metros de la línea, Richeze vio su distancia y lanzó a la perfección a Jakobsen. Dejó el espacio necesario a su derecha para que solo pudiera pasar su rematador y así ocurrió. Bennett, que quedó algo retrasado al tomar una rotonda en el último kilómetro por la parte más larga, remontó a todos en los 150 metros de esprint e igualó a Jakobsen. Por milímetros no superó al holandés. Si Bennett hubiese comenzado la llegada un par de posiciones más adelante, no hubiese tenido rival. La importancia de la colocación. - Efe/DN