Muy de mañana, se pinchó la burbuja sanitaria que protege al Giro de Italia. Se supo que Simon Yates dio positivo por Covid-19 después de que se le practicaran dos test PCR. Era el primer contagio de un ciclista en una de las grandes en la era de la pandemia que ha acabado con todas las convenciones. Alarma roja en la corsa rosa. Certificado el positivo por coronavirus del inglés, con leves síntomas a la conclusión de la etapa del viernes, su equipo, el Mitchelton, siguiendo el protocolo establecido para estos casos, aisló de inmediato a Yates en su habitación de hotel. Posteriormente se trasladó al ciclista en ambulancia para su seguimiento médico y se le sacó de la carrera. Después, sus compañeros de equipos fueron examinados por si el contagio se había expandido. Por fortuna, todos ellos dieron negativo. Con esos datos, la dirección de la carrera estimó que eran aptos para continuar en competición.

La incertidumbre, sin embargo, se clavó en el corazón del Giro a la espera de que los favoritos se expongan el domingo en Roccaraso, donde probablemente se caigan las caretas. En busca de esa cumbre, Pello Bilbao llega segundo en la general, con apenas 43 segundos de retraso respecto al joven líder Joao Almeida. Será una oportunidad para saber hasta dónde pueden llegar las aspiraciones del gernikarra entre rivales de la entidad de Nibali, Kruijswijk o Fuglsang. Antes de ese examen, el pelotón decidió llenar el petate con el espíritu playero camino de Vieste, junto al mar. Fue una etapa en chancletas para los primeros de la general porque mañana aguardan los crampones y el piolet.

Tal fue el relajo, que de la fuga del día, compuesta por Ravanelli, Rosskopf , Brändle y Dowsett, Holmes y Puccio se destacó Alex Dowsett para triunfar en solitario. Si un inglés fue noticia de buena mañana, otro inglés lo fue en la hora de la siesta. El contrarrelojista atacó en el momento exacto después de que Holmes y Puccio abrieran huella. Dowsett se despidió de ellos para celebrar, emocionado, en Vieste su segundo triunfo en el Giro. El primero databa de 2013. Siete años después, en una etapa en la que los favoritos eligieron la calma y la mecedora, Dowsett no echó la siesta.