Los sueños en el Euskaltel-Euskadi se pintan de naranja, el pantone de la casa del ciclismo vasco. El naranja es el color de una pasión incorregible, de la esperanza fosforescente y de una maravillosa marea. "Este equipo no se puede entender sin el corazón, sin la ilusión y sin la pasión de la gente que lo apoya", describe Jesús Ezkurdia, mánager general del Euskaltel-Euskadi, que añora a los aficionados a las cunetas que dan sentido a un equipo que representa un pueblo. "La pasada temporada fue frustrante porque el Euskaltel no se puede entender sin su afición. Forma parte del equipo, de su ADN", apunta Ezkurdia, que posee la mirada de los aficionados.

"Yo descubrí los Alpes siguiendo al equipo y creo que para muchos el Euskaltel es un aglutinador de gente", alimenta el mánager de la formación, que espera que 2021 traiga mejores noticias que el maldito 2020. De momento, la ampliación de invitaciones de la UCI para la disputa de las grandes puede abrir la puerta de la Vuelta a España al Euskaltel. "Las expectativas de estar en la Vuelta son muy altas. Para el proyecto es vital estar en las mejores carreras. Sin las mejores carreras este proyecto se queda corto", expone a DEIA Ezkurdia.

Esa visión también se posa sobre Mikel Landa, presidente de la Fundación Euskadi. Landa, que se encuentra preparando la temporada en Canarias, rescató un barco que se hundía en 2017 tras hablar con Miguel Madariaga, que dio la señal de aviso. El ciclista de Murgia no dudó en reflotar el faro del ciclismo vasco. Su idea alistó a varios patrocinadores a la causa. Orbea, siempre presente, capitaneada por Jon Fernández, y Etxeondo, ideada por Paco Rodrigo, fueron los primeros en acudir a la llamada de socorro para apuntalar el proyecto. Después se incorporó DBA-Port Bilbao, con el impulso de Enrique Guzmán. El pasado año Euskaltel recuperó su historia de amor con el ciclismo.

Sonaron campanas de boda en La Catedral. San Mamés fue testigo de aquel enlace por todo lo alto. Un año y una pandemia después, la presentación del equipo se realizó en petit comité, si bien los deseos del proyecto permanecen intactos. "Es un proyecto de país. Estamos orgullosos de formar parte de este modelo único", enmarca Xabier Iturbe, presidente de la compañía vasca de telefonía, en Derio, en la sede de Euskaltel, que ha abrazado, con mascarillas y las medidas de seguridad pertinentes, la presentación del Euskaltel y las ramificaciones del Laboral Kutxa sub'23 y del equipo femenino, que contará con una docena de corredoras, entre ellas Tania Calvo y Paula Suárez. En total cerca de 350 ciclistas orbitan alrededor de la Fundación Euskadi, a la que han de sumarse las 1.600 personas que abonan su correspondiente cuota de socio para nutrir un proyecto especial. "Es un equipo de ciclistas, pero también es un proyecto de ciclistas y eso también lo hace distinto", subraya Ezkurdia.

"Único", describe Luis Ángel Maté, que se estrena de naranja tras una larga experiencia en el Cofidis. "No existe algo así en el mundo y me siento orgulloso de formar parte de este equipo", analiza el veterano ciclista de Marbella, una de las dos incorporaciones de la escuadra naranja para el presente curso, que mantiene la base de la pasada campaña. "Siento el proyecto como mío", dice Maté, seducido por una idea que trasciende de lo deportivo y alcanza un dimensión social. "Con este instrumento (bicis) se cambiará el mundo", lanza el marbellí, que cuenta con una peña en Ondarroa. Junto a Maté, llega al Euskaltel Xabier Mikel Azparren, un corredor que representa el viaje iniciático.

Abril y mayo, a tope

"Muchos de los que estamos aquí conocemos el ciclismo por este equipo", desgrana el donostiarra en la puesta de largo de la formación. Azparren ha transitado por los distintos escalones del ciclismo vasco hasta acceder al naranja, previo paso por el Laboral Kutxa sub'23, el filial del Euskaltel. "Esto es muy especial, estoy muy ilusionado con llevar este nombre por las carreteras", apunta Azparren, que en su inmersión en la categoría profesional pretende "aprender y adquirir experiencia" en una plantel de 20 corredores que dirigirá Jorge Azanza, excorredor de Euskaltel y desde hace varias temporadas al volante de la nave nodriza del ciclismo vasco.

El técnico navarro quiere un equipo competitivo en 2021, después de que la pasada campaña los ciclistas apenas pudieron completar un tercio del calendario planificado. "Fisiológicamente, aunque no corrieron todo lo previsto, han mejorado y los datos están ahí, pero digamos que casi se perdió un año para acumular experiencia", explica Jorge Azanza. El coronavirus lo alteró todo y en este inicio de curso ha barrido varias pruebas del almanaque. "Con las carreras que se han caído, la idea ahora es levantar un poco el pie para afrontar abril y mayo a tope, donde se concentran muchas carreras", argumenta Azanza. Antes conocerán si el equipo se hace un hueco para estar en la próxima edición de la Vuelta, que se presenta el jueves. "Queremos demostrar que tenemos un equipo capaz de hacer cosas bonitas en la Vuelta". Los sueños naranjas del Euskaltel-Euskadi.

Plantilla del Euskaltel-Euskadi

Antonio Angulo

Antonio Soto

Dzmitry Zhyhunou

Gari Bravo

Gotzon Martin

Ibai Azurmendi

Iker Ballarín

Joan Bou

Jokin Aranburu

Juanjo Lobato

Julen Irizar

Luis Ángel Maté

Mikel Alonso

Mikel Aristi

Mikel Bizkarra

Mikel Iturria

Peio Goikoetxea

Txomin Juaristi

Unai Cuadrado

Xabier Mikel Azparren