- “Si no sé el objetivo, no voy a tener un rumbo claro”. Esta frase pronunciada en el día de ayer por el exciclista Roberto Heras en el Foro de Deporte y Sociedad impulsado por la Universidad de Navarra se puede emplear tanto para el deporte como para la vida laboral, precisamente el asunto que se trataba bajo la premisa cómo convertir un reto deportivo en una oportunidad de liderar mejor profesionalmente.

Junto a Heras se encontraban en la conferencia Joan Manuel Montaner, presidente del Grupo Montaner, y Fernando Insausti, de Caixabank. Tres personas, con tres historias diferentes que se juntaron para mostrar sus experiencias bajo un punto en común: la Titán Desert, una competición de ciclismo de montaña por etapas, realizada durante 6 días, y que los tres valoran de manera positiva, a pesar de que se necesita de esfuerzo y superación y que, pese a la dureza de la competición, los tres han repetido. De hecho, Montaner ha participado en once ocasiones.

En la carrera, como en la vida laboral, uno trabaja de manera individual o de manera colectiva, en equipo, para lo que se necesita un objetivo, que lo tienen que alcanzar mediante una serie de valores y cualidades. Cabe recordar que cada persona es diferente y que, por tanto, existen tantas metas como personas haya. Pero no todo es un camino de rosas y hay momentos negativos. “La clave cuando tienes un momento malo es preguntar por qué estoy aquí y qué busco. No puedes ganar una carrera sin saber que va a ser difícil. Hay momentos que lo pasas mal, pero si tienes un objetivo claro eso te ayuda a superarlo. Te vas a venir abajo cuando llegue un mal momento y te sientes mal contigo mismo. Tu cabeza te juega una mala pasada si no tienes el objetivo claro y es un calvario. La cabeza lo es todo. Esa mentalidad es la diferencia entre ganar o perder en algo. Y eso es lo que tienes que hacer en todo lo que tengas. Si no sé el objetivo, no voy a tener un rumbo claro”, ahondó Heras en el tema.

Llevado al terreno laboral, Montaner apuntó que “un empresario tiene que tener claro la misión y los valores, y aplicar una estrategia” y en ese sentido desgranó que “en las empresas nos pasa en el día a día. Tenemos problemas y tenemos que ir capeándolos. Somos imparables si tenemos clara la misión. Para mí tiene que ir acompañado de unos valores. El valor de disfrutar es el más importante. Si no estamos felices y si lo que hacemos no nos llena, es imposible seguir y cualquier cosa nos derrumba. Tener claro cuál es la meta y hacia dónde vamos”.

Para crecer y cumplir con una serie de objetivos que uno se marque, los tres ponentes consideran clave tener una serie de valores. Para Insausti, estos valores residen en las “personas. Siempre he pensado en todas aquellas personas a las que he podido atender y ayudar. Y en lo deportivo, también. Sin duda alguna las personas eran lo importante y conseguir que ellos terminaran la Titán era sin duda lo más importante, porque tenían que superar dificultades extra y quiero pensar que fue gracias a todo el equipo”. El objetivo de Insausti, en la carrera, era que su equipo inclusivo terminase la prueba.

Para Montaner, “lo más importante en el deporte y en la vida personal es que seamos íntegros. En la Titán podemos hacer trampas. Hay momentos en los que se permiten. Al final uno tiene que ser íntegro en el hecho de no tirar los papeles en el desierto. La integridad es muy necesario. Y después es la superación. Si no tienes ganas de aprender y de saber cómo mejorar, cada uno con su momento tiene que tener este valor de la superación. Además de disfrutar”, mientras que Heras apostó por “la profesionalidad, porque al final, cada ciclista tiene un papel dentro de un equipo y eso es fundamental. Si uno no es lo suficientemente profesional va a afectar al resto. Luego puede haber circunstancias ajenas. Y eso es algo de los que más se valora”.

En el deporte, como en la vida laboral, se erige la figura de líder. “Creo que es más difícil el papel de liderazgo. Se habla siempre de la soledad del líder y gestionar cosas puede ser complicado, pero gestionar personas es lo más complicado. Hace falta mucha habilidad o empatía”, se sincera Insausti.

“Ser líder es mucha responsabilidad y es agradable si respondes físicamente. Lo más importante como líder es no flaquear, no tirar la toalla, que es cuando los compañeros se vienen abajo. Si estás bien, incentivas al resto de equipo. Si afrontas la categoría de líder tienes que asumir las consecuencias. Cuando un líder deja de ser líder el equipo se desmorona”, finalizó Heras.