Han pasado 23 años desde que en la temporada 98/99 Santiago González refundara la sección de fútbol sala de Anaitasuna para ver al equipo lograr el hito de competir en Segunda División B, la máxima categoría que ha alcanzado el club en toda su historia, incluso antes de que la entidad se viera abocada a la desaparición. 7 victorias y un empate en los últimos ocho encuentros le han colocado, de manera momentánea, en la tercera plaza. 22 de 24 puntos que le han llevado a tener la vitola de equipo revelación.

"La verdad que son números para que la gente tenga ganas de ganarnos. Pensábamos que sería flor de un día, pero ahí seguimos", se sincera José Manuel Narváiz, técnico del equipo.

Sin embargo, a pesar de la inercia positiva del equipo, el técnico reconoce que "el otro día en una charla que tuvimos ya les dije, que veía a mi equipo que competía semana a semana y los veo y digo que ahora es difícil ganarnos, porque los veo trabajar, evolucionar y hacerlo con la ilusión y las ganas con la que lo estamos haciendo", porque "habría firmado tener estos puntos a finales de abril. Nuestro propósito era la salvación, yendo partido a partido, y disfrutar y competir todos los partidos para intentar salvarnos, por lo que estamos muy contentos".

Lejos de la pizarra y las tácticas, la clave de este momento de forma por el que pasa Anaitasuna reside en "la ilusión, las ganas de entrenar, la calidad de entrenamientos y luego jugando no damos un balón por perdido. Competimos mucho, somos muy intentos, pero la base la pongo en el trabajo que estamos haciendo en el día a día, tanto el cuerpo técnico como los jugadores". Preguntado por la adaptación del equipo, tanto a la categoría como a los rivales, el preparador analiza un equipo "que en agosto éramos la base del año pasado, pero hemos hecho un equipo muy completo en el que sumamos todos, tanto los del primer equipo como los jugadores. Repartimos bastante los minutos, y eso es señal de que todos están a tope".

Así las cosas, y transcurridas 18 jornadas, Anaitasuna cuenta con 34 puntos en su casillero, 18 más que los puestos de descenso. "Creemos, por los que dicen los compañeros, que con estos puntos tendríamos la permanencia, pero nunca se sabe. Nos da la tranquilidad de tener ya estos puntos", se sincera Narváiz.

Llegados a este punto, y habiendo competido al menos con cada uno de los equipos con los que comparten grupo, en el vestuario se permiten la licencia de soñar con algo más que salvar la categoría. "Al final nuestro objetivo era la permanencia, hemos sacado esta racha de diferencia con el descenso pero tenemos que seguir con los pies en el suelo y ahora todo lo que venga será un premio para nosotros y soñar, siempre se puede. Sí vamos a ir con los pies en el suelo. Si sacamos algo positivo esta jornada nos vamos a consolidar ahí arriba y va a ser difícil sacarnos porque nos vamos a ilusionar", apunta.

En toda temporada, hay dos partidos que marcan el punto de inflexión. "Para mí han sido Otxartabe en Bilbao, que es unos de los favoritos a estar entre los cuatro primeros y al título, y en Colo, que vamos a Zaragoza con bastantes bajas y el ganar nos dio bastante confianza", valora, antes de desvelar que "los entrenadores navarros tenemos un grupo donde subimos a una plataforma los vídeos de los partidos. Pero para mal o para bien nosotros íbamos a todos los partidos a lo desconocido. Y ese desconocimiento te hace estar más metido en el partido, más centrado y te hace competir más. Ahora, conforme va pasando la temporada tenemos los vídeos de los rivales y sabemos cómo defienden y cómo atacan, pero al principio el desconocimiento nos ha dado un plus. Nos basamos en la defensa, y en hemos sido un rival difícil de batir".

La plantilla, fiel al míster

David Razquin, uno de los porteros del equipo, sigue en la línea de su técnico. "En pretemporada tuvimos tanteo con equipos de Segunda B y veíamos que teníamos nivel y algunos de la plantilla hemos jugado en Segunda B. Hemos ido de menos a más, rascando algún punto y alguna victoria, y luego ya se ha ido adaptando la gente y hemos ido recogiendo el fruto de su trabajo y el de los técnicos", señala, antes de apuntar que la clave del equipo está en "que no somos un equipo que tenga individualidades, somos el grupo, que nos hace estar unidos y que vayamos todos a una a todo, a cada balón dividido, en momentos complicados de los partidos o si vamos perdiendo. Es eso, que no nos rendimos nunca y tenemos un grupo majo, que nos llevamos todos bien".

Razquin, que no oculta estar disfrutando de la temporada, observa un nivel del fútbol sala navarro "bastante bueno. Estamos bien, a pesar de que a Ibararte no le están saliendo los resultados. Si siguen compitiendo así yo creo que se salvarán. Y en Tafalla y San Juan tienen dos equipazos".

La plantilla

Francisco Javier Fernández 'Txolo' (Cierre)

Joan Aoiz (Ala)

Mikel Ballay (Ala)

Javier Ortiz 'Txapel' (Pívot)

Jon Yeregui (Ala)

Javier Martorell 'Martu' (Pívot)

Deivy Valencia (Pívot)

Jorge Alfarera 'Tote' (Pívot)

Julen Luis Araña 'Ulon' (Cierre)

Jon Navarro (Portero)

Mikel Tainta 'Etxebe' (Cierre)

Sebastián Orjuela 'Sebas' (Ala)

Edu Goya (Ala)

David Razquin 'Raz' (Portero)

José Manuel Narváiz 'Bandera' (Entrenador)

Maider de Carlos (Segunda entrenadora)

Carlos Santamaría (Ayudante)

Asier Induráin (Preparador físico)