Vitoria - Como una olla que ha ido acumulando presión a lo largo de mucho tiempo y que, de repente, encuentra una espita por la que comenzar a liberar esa carga a la máxima potencia. Así parece encontrarse John Guidetti desde el pasado sábado. El delantero sueco no está viviendo una temporada sencilla precisamente y su estreno como goleador este curso ante el Huesca se ha convertido en la válvula de escape perfecta por la que comenzar a soltar lastre. Ya lo hizo sobre el mismo césped de El Alcoraz al taparse los oídos y mandar callar durante la celebración del decisivo tanto y ayer, en un tono mucho más calmado y comedido pero no por ello menos contundente, insistió en un discurso justificativo de lo sucedido hasta el momento. “Si no juegas es difícil hacerlo bien y marcar”, vino a ser el argumento fundamental de su defensa.

En este sentido, el ariete albiazul explicó su gesto tras anotar el pasado fin de semana como una respuesta hacia unas críticas que no considera merecidas. “Mucha gente quiere hablar siempre pero no saben todo, es así. Si no juegas es difícil marcar y jugar bien. He probado muchas veces a marcar desde el banquillo pero esos goles no valen. Mucha gente dice cosas y luego tú marcas, un gol muy fácil, en el segundo palo, de un toque y ahora todo es diferente. Todo está muy bien. Pues no. Soy el mismo jugador. La única diferencia es que he marcado un gol”, respondió a los comentarios sobre su escasa aportación este curso.

Y es que Guidetti considera que no se emplea el mismo rasero para medir su rendimiento y el de otros futbolistas. “Soy un jugador al que la gente le pide más cosas que al resto, pero no importa. Por mi personalidad y todo necesito siempre jugar un poquito mejor que el resto para que la gente esté satisfecha. Soy el mejor del partido pero, si no marco, directamente aparece Guidetti sin gol. Pero no pasa nada, me gusta la presión y que la gente hable. Después marco goles y la gente ya no habla más. Pero la primera persona que es crítica conmigo soy yo. Siempre”, resaltó.

En cualquier caso, el sueco reconoció que la escasa participación que ha tenido en El Glorioso en la presente campaña le ha llevado a vivir una situación paradójica, al disfrutar de los éxitos del colectivo pero no poder evitar el sufrimiento de no estar habitualmente sobre el césped. “Está siendo una temporada complicada para mi. El fútbol es un deporte muy raro, porque juegas en un equipo pero también eres un deportista individual. Para el colectivo está siendo un año increíble pero en lo personal muy difícil. En algunos momentos te frustras, está claro. No juegas mucho y cuando sales no juegas bien o no tienes ocasiones para marcar... Entiendo que la gente dijera que no era el del año pasado pero lo más difícil en el fútbol es entrar en el partido los últimos diez minutos. Porque aunque calientes 45 minutos es muy diferente de jugar, la intensidad es mucho más alta. Entras en el partido cuando vas ganando 1-0 y solo necesitas defender o cuando vas perdiendo y el otro equipo defiende y nosotros jugamos al ataque con mucha pelota larga. Los últimos diez minutos normalmente son muy diferentes del resto de los partidos”, resaltó.

Cuestionado sobre los motivos que le han relegado durante más tiempo del esperado al banquillo o a la grada, el sueco no acertó a señalar ninguno. “No sé por qué no he tenido más oportunidades de ser titular. Jugué desde el inicio contra el Athletic, creo que corrí mucho, en la estadística después aparecía como el segundo del equipo con más distancia recorrida hasta el descanso, pero me cambiaron tras la primera parte. Claro que lo más importante es que el equipo gane y el míster está haciendo un trabajo increíble por este club”, significó.

Al menos, el albiazul confía en que el duelo ante el Huesca sirva de definitivo punto de inflexión. “El fútbol cambia muy rápido. Ahora nos llegan diez partidos más, en este momento me encuentro muy bien, estoy entrenando muy bien, me encuentro físicamente muy fuerte y, claro, con confianza eres otro jugador. Si me preguntas una semana antes es diferente pero con este gol he perdido veinte kilos (risas)”, reflexionó. No obstante, el delantero no cerró la puerta a una posible salida del club en verano. “Quiero jugar siempre. Si Guidetti no juega, Guidetti no contento. Es fácil. Pero a todos los jugadores les pasa. De todas formas no es mi decisión, es una decisión del club. Si al final salgo del Alavés me iré contento por dejarlo mucho mejor de lo que estaba cuando llegué. Si no tuviera la calidad para jugar en esta liga sería un problema pero yo sé que la tengo porque he jugado mucho tiempo en ella”, concluyó.