- Miguel Ángel Lotina (Meñaca, 62 años) lleva cuatro años viviendo en Osaka, en Japón, el nuevo destino que acoge su larga trayectoria como entrenador que, en Osasuna, le llevó a subir al equipo a Primera en la temporada 1999-2000 y mantenerlo en la máxima categoría durante tres campañas, todo ello con el desaparecido Javier Miranda como presidente. Lotina cumple su segundo año en el Cerezo Osaka, uno de los clásicos del fútbol nipón, después de haber estado dos temporadas en otro de los clubes históricos de la ciudad y del país, el Verdy Osaka. Por eso, desde su estancia y conocimiento desde la gran urbe japonesa, el entrenador vizcaíno contempla con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en España desde un país en el que la situación de la pandemia es radicalmente distinta.

"Los japoneses son muy cuidadosos, muy meticulosos. En épocas del año en que hay gripe o más propensión a los catarros, ves mucha gente con mascarillas y tomando distancias de seguridad con el resto de las personas", explica. "Son mucho más cuidadosos que los españoles, también son menos de abrazar o mostrarse afectuosos como lo hacemos nosotros. La mentalidad del japonés es distinta, es muy responsable, muy respetuoso. Si está enfermo, la mentalidad es no perjudicar a los demás y no acudir donde puede haber más gente".

"En Japón sólo ha habido unos centenares de muertos por coronavirus -ayer 577-, han subido los casos y las autoridades están muy pendientes de cómo van las cosas", continúa. "No tiene nada que ver con la situación que ha vivido España hace unas semanas. Yo tengo a un hijo en Bilbao y a otro en Logroño y mi mujer y yo estamos muy pendientes de cómo se van produciendo los acontecimientos allí".

Sin las medidas de confinamiento que hay en algunos países de Europa o las que sufrieron en China, Japón también vive las limitaciones pero a un escala mucho menor. "La gente está en casa, pero se puede salir a la calle a hacer deporte durante un par de horas y evitando las aglomeraciones. Algunos centros comerciales están cerrados, pero otros no y hay cierta normalidad, pero con las precauciones que se toman".

"Yo vivo en una isla entre Kobe y Osaka", sigue. "Es una zona comunicada con las dos ciudades por muchos puentes y es la zona donde vivimos muchos de los extranjeros que en esta zona del país estamos dedicados al fútbol. Quizás porque es una zona delimitada y no tan dentro de la gran ciudad, de algunas de las medidas te das cuenta menos".

Entrenador del Cerezo Osaka, la actividad del fútbol ha sido una de las más afectadas en Japón, como en el resto del mundo donde encontrar la disputa de campeonatos es una excepción. "La temporada comenzó este año antes porque la celebración de los Juegos obligaba a adelantarlo todo. La suspensión ha sido un golpe muy duro para el país", explica. "Empezamos a jugar tanto Liga como Copa, pero al segundo partido cortaron la competición. Jugamos algunos amistosos en marzo, pero ahora está todo parado. Los jugadores están realizando entrenamiento individual en sus casas y tenemos con ello sesiones de trabajo telemático, nada más".

De todos modos, las perspectivas de retorno son buenas. "La idea es que a partir del mes de julio se empiece a jugar. Jugaremos de julio a diciembre, que es más o menos el tiempo normal de la competición, que aquí es distinto a como se juega en Europa".

Lotina lleva su segunda campaña en el Cerezo Osaka, en donde tuvo un buen debut. "Terminamos la temporada en quinta posición", comenta. "El equipo de Iniesta (el Vissel Kobe) terminó en octava posición. Para mí es el mejor conjunto de la Liga, la plantilla con los mejores jugadores. En Japón no es como en España, no hay un equipo que sea el Madrid o el Barcelona, hay mucha igualdad y cualquiera puede ganar la Liga".

Después de estar dos temporadas en el Verdy Osaka, un grande venido a menos por cuestión de apoyo de los patrocinadores, "es el equipo con más Copa de Asia en su palmarés", en el Cerezo está de nuevo en el máximo nivel de un fútbol emergente y con recursos. "El japonés tiene una gran voluntad y una predisposición en todo momento para aprender y mejorar", analiza. "Es un país en el que en lo futbolístico cuesta mucho entrar. Una vez que entras, te conocen cómo trabajas, es más fácil. Ellos tienen mucho miedo a la rotación, a los cambios fáciles de entrenador. Aquí hay técnicos italianos, brasileños... Les cuesta cambiar de entrenador y eso que en los últimos tiempos ha habido varias destituciones. Aquí soy más respetado que en España. La cultura en el fútbol y en el deporte es muy distinta".

"En Japón han habido muy pocas muertes por la pandemia, pero los casos van subiendo"

"Hemos parado, pero la idea es que a partir de julio se pueda retomar la Liga y terminarla para diciembre"

Entrenador del Cerezo Osaka