La Real Sociedad dio un nuevo paso en su proceso de adaptación al nuevo fútbol que traerá la reanudación de LaLiga, y ayer se entrenó en el Reale Arena con un partidillo para reencontrarse con su estadio y para probar las sensaciones sin público en la grada.

Imanol Alguacil es consciente de que este factor de las puertas cerradas también deberá de ser entrenado y ha dispuesto para esta semana dos sesiones en el estadio donostiarra, la primera de ellas la que tuvo lugar ayer, y la segunda el domingo, justo una semana antes de recibir a Osasuna (domingo 14, 22.00 horas).

En la sesión de entrenamiento tomaron parte también los jugadores que están participando en esta anómala pretemporada procedentes del filial de la Segunda División B, que nutre con sus mejores efectivos al primer equipo ante la suspensión de las competiciones de categorías inferiores.

El partido preparatorio vino precedido de las medidas de seguridad obligatorias, con técnicos y varios jugadores con mascarillas y lavado de manos general antes de ingresar en el terreno de juego.

La SD Eibar también volvió ayer a su estadio para realizar un entrenamiento conjunto, casi tres meses después de su última aparición cuando disputó el encuentro ante la Real Sociedad, el último que se disputó en Primera.

Los jugadores realizaron tres partidillos de 15 minutos en los que tomaron parte 23 componentes del primer equipo, con la única ausencia del lesionado Iván Ramis, que se recupera de sus problemas de rodilla.

Otro equipo que tiene previsto regresar a su campo es el Villarreal, que realizará el sábado en La Cerámica un ensayo general de cara al arranque del campeonato, con un partido de entrenamiento para adaptarse a la nueva normalidad liguera y a jugar sin público.