La dirección deportiva de Osasuna sigue trabajando en la confección de la plantilla para la próxima temporada y entre los candidatos a enrolarse en el proyecto del club rojillo se encuentra Takefusa Kubo. Al japonés, de 19 años y que el curso pasado jugó en el Mallorca a préstamo por el Real Madrid, entidad a la que pertenece, le han salido un montón de pretendientes, pero en los despachos de El Sadar sueñan con hacerse con sus servicios porque, según ha podido saber este periódico, al jugador le seduce la idea de enfundarse la elástica del conjunto navarro. Sin embargo, existen otros muchos obstáculos que convierten esta opción en muy complicada, aunque los principales son tres: que el destino de Kubo lo va a decidir el Real Madrid, que son muchos los aspirantes a conseguir su cesión y que el coste de la operación se antoja tremendamente elevado.

A favor de Osasuna juega la buena predisposición del futbolista, con el que ya habrían contactado tanto el entrenador del conjunto navarro, Jagoba ArrasateBraulio Vázquez

Con el jugador convencido de que el proyecto de Osasuna es el que más le conviene para crecer como jugador -su principal objetivo, como reconoció recientemente en una entrevista con la revista France Football, consiste en "trabajar para ser uno de los mejores del mundo"-, al club rojillo le queda un arduo trabajo para convencer de lo mismo al Real Madrid, que maneja varios ofrecimientos para ceder al futbolista, ya que ve inviable incorporarle a su primera plantilla de inmediato al tener copado ya el cupo de extracomunitarios, y que tomará una decisión sobre el futuro de Kubo la próxima semana.

Sevilla, Real Sociedad, Ajax y PSG son solo una pequeña representación del nutrido grupo de equipos que aspiran a conseguir la cesión de Kubo, aunque casi todos ellos podrían cesar en sus respectivos intentos al querer incorporar en el contrato de préstamo una opción de compra que el Real Madrid no contempla en ningún caso. Sin embargo, otros, como el Granada de Diego Martínez, también suspiran por el japonés, y el conjunto nazarí juega con la baza de su potencial económico y de su histórica clasificación para disputar la Liga Europa.

Además, el club que quiera conseguir la cesión de Kubo tendrá que pasar por caja, ya que el coste de la operación para el préstamo del japonés por una temporada oscilaría entre los 4 y los 5 millones de euros -incluyendo su salario-, un precio muy elevado para Osasuna, aunque asumible por considerar en el club navarro que la figura del japonés podría ser un acicate para exportar la imagen de la entidad en el año de su centenario y sacar rédito a la cesión en otros ámbitos más allá del futbolístico.

Cerca de cerrar el primer fichaje. Osasuna quiere cerrar este mismo fin de semana su primer refuerzo para la próxima temporada y eso pasa por resolver los flecos que separan al club navarro y al Eintracht de Frankfurt para poder incorporar al exrojillo Lucas Torró. Según las informaciones que maneja este periódico, el regreso del mediocentro alicantino le costaría a la entidad una cantidad que rondaría los 2,5 millones de euros (Osasuna lo vendió hace dos veranos por casi 4, aunque solo ingresó la mitad por compartir sus derechos con el Real Madrid) y el futbolista, de 26 años, firmaría un contrato de una duración de entre tres y cuatro temporadas.