Pocos flecos quedan para que la instantánea que acompaña a esta noticia se repita. Con el inicio de la semana, Osasuna espera poder anunciar el retorno de Lucas Torró, y así cerrar el primer fichaje de la temporada 2020/21.Solo un detalle ha impedido que el anuncio llegue antes: las condiciones del contrato del alicantino con el Real Madrid, club del que es canterano y que abandonó en 2016, dirección al Oviedo.

El cuadro blanco estableció un derecho de tanteo, una vez Torró dejó de pertenecer al club merengue. Lo único que queda para que Osasuna pueda acordar el fichaje del centrocampista es, precisamente, que el equipo madrileño declare, por un documento que llegará este lunes -o el martes, a más tardar- que abandona los derechos de tanteo que sigue teniendo sobre el centrocampista.

La cantidad final que Osasuna abonará al Eintracht de Frankfurt serán los 2,5 millones de euros de los cuales se ha hablado en los últimos días, la mitad de lo que pedía el cuadro alemán al no tener necesidad por vender.

Torró volverá dos años después y con un millón de diferencia sobre lo que costó en 2017, cuando se marchó a Alemania por 3,5 millones. Una operación que, con el tiempo, va a ser beneficiosa para Osasuna, que apuntala su centro del campo con un pivote que encaja perfectamente en los planes de Jagoba Arrasate, sobre todo tras la marcha de Fran Mérida.

Asimismo, la intención de Osasuna es que Torró firme por cuatro años, uno de los pocos puntos que queda por resolver entre jugador e institución. El alicantino llegará justo a tiempo para comenzar la pretemporada diez días después (el 13 de agosto).

dos meses por delante

Pese a la ilusión que hay en la afición por confirmar más fichajes -como se puede observar en las redes sociales-, el club piensa esperar para acometer más fichajes tras la llegada de Lucas Torró, excepto si alguna posibilidad que ya se ha examinado se acelera en el tiempo.

Desde la dirección deportiva se recalca el hecho de lo lejano que queda el cierre del mercado, que este año se producirá el 5 de octubre por el retraso obligado debido al coronavirus. Un mensaje similar al de otras campañas: esperar hasta los últimos días en las negociaciones. Hace dos años fue así con Rubén García, un jugador que ha sido clave en sus campañas como rojillo.

En ello entra la incógnita al respecto del futuro de varios jugadores, sobre todo los cedidos. Y es que seis futbolistas podrían volver de sus cesiones a equipos de Segunda, aunque hay casos en los que se está pendiente del play off.

Los que parece claro que harán la pretemporada con el primer equipo serán Luis Perea (retornado del Alcorcón) y Antonio Otegui (Numancia), con mucha más seguridad en el caso del primero, el cual será competencia directa de Torró. En la misma demarcación se encuentra Jaume Grau (Lugo), que podría volver a ser cedido.

En otros tres casos existe cierta incógnita. Se trata de los de Juan Villar (Rayo), Barbero (Almería) y Brandon Thomas (Girona). En el caso de estos dos últimos nombres, sus equipos se encuentran clasificados para un play off de ascenso a Primera cuya celebración es toda una incógnita. Cuentan con cláusulas de compra obligatoria por parte de sus equipos si logran ascender a Primera.

En el caso de Villar, que ya se encuentra de vacaciones -pese a que el Rayo trata de apurar sus opciones judiciales-, varios equipos lo tienen en su agenda. En Primera, el Cádiz aguarda.

Varias salidas podrían sucederse antes que las llegadas, para aligerar un grupo que, con la llegada de Torró, supera los 30 componentes para empezar la pretemporada. Por ello, las llegadas podrían delatarse. Será el caso de nombres como los del Cucho Hernández, con los que el club esperará acontecimientos.