En un verano en el que se ha hablado de tantos posibles refuerzos para Osasuna, el club también se ha centrado en encontrar la mejor solución para jugadores que ya no entran en los planes, o que necesitan un impulso.

Uno de ellos es Rober Ibáñez, que apura las horas para pasar a ser nuevo jugador del Leganés. El extremo valenciano entrenó ayer de manera individual, mientras las negociaciones entre Osasuna y Leganés siguen, aunque se espera que lleguen a buen puerto.

Ambos están de acuerdo en realizar una fórmula a la que el club rojillo ya está acostumbrado en sus operaciones: la cesión con compra obligatoria en caso de ascenso a Primera División. Eso mismo ha pasado con Brandon Thomas, por el cual el Girona abonará 1,35 millones en caso de que suba el domingo en la promoción. Las cantidades serán similares, aunque no han trascendido y todavía están negociándolas.

Hay que recordar que el cuadro madrileño descendió a Segunda División, y ahora busca refuerzos con rendimiento en la categoría. El Leganés se ha planteado incluso un traspaso en propiedad, pero el precio que pedía Osasuna era prohibitivo para sus intereses.

Antes de llegar en propiedad al cuadro navarro en el verano pasado procedente del Getafe, Ibáñez, formado en la cantera del Valencia, llegó como cedido dos veces en el mercado de invierno. Primero en la 2017/18, el año de Diego Martínez, el que dejó un buen sabor de boca.

Mejor aún fue en la 18/19, en la que aportó verticalidad y se disputó el puesto de extremo izquierdo con Kike Barja. El club tenía claro que quería mantener el bloque del ascenso con el valenciano incluido. No contemplaba pagar la cláusula de 3,6 millones que puso como opción el Getafe, por lo que negoció con el cuadro madrileño, hasta llegar a un acuerdo a mediados de agosto por un pago de 2 millones de euros.

Sin embargo, el extremo no ha encontrado su sitio en el equipo. Empezó bien marcando en Valladolid un tanto que valió un empate, pero a partir de ahí se diluyó, jugando solo cinco partidos en 2020.

De hecho, no llegó a participar tras el confinamiento, aquejado de problemas físicos, algo que ha propiciado que se haya visto con buenos ojos un retorno a Segunda, para que pueda contar con continuidad en la categoría de plata, en la que ha demostrado poder rendir.

Volverá al Leganés, donde ya militó en la campaña 2016-2017, la primera del cuadro pepinero en Primera División, en la que logró dos goles. Ambos curiosamente ante Osasuna en un triunfo por 2-0 en Butarque. Ese día se lesionó gravemente y no volvió a jugar con los blanquiazules.