ATLÉTICO DE MADRID Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Lodi (Hermoso, m. 81); Correa, Marcos Llorente, Herrera (Torreira, m. 81), Koke; Joao Félix y Luis Suárez (Lemar, m. 81).

SALZBURGO Stankovic; Kristensen, Ramalho, Wöber (Onguene, m. 63), Ulmer; Szoboszlai, Mwepu, Camara, Junuzovic (Ashimeru, m. 63); Patson Daka (Koita, m. 30 (Okafor, m. 83) y Berisha.

Goles 1-0, m. 29: Marcos Llorente. 1-1, m. 40: Szoboszlai. 1-2, m. 47: Berisha. 2-2, m. 51: Joao Félix. 3-2, m. 85: Joao Félix.

Árbitro Ovidiu Hategan (Rumanía). Amonestó al local Marcos Llorente (m. 64) y a los visitantes Ramalho (m. 13) y Wöber (m. 23)

Estadio Wanda Metropolitano.

En el estrecho margen de error en que se mueve la Liga de Campeones, Joao Félix salvó tres puntos cruciales para el Atlético de Madrid, al borde de un indudable lío en el grupo A del torneo hasta la remontada del atacante portugués, cuyos dos goles, el definitivo 3-2 en el minuto 85, superaron un infame 1-2. No extrañó el triunfo del conjunto rojiblanco, por todas las ocasiones que dispuso, pero tampoco lo habría hecho el 2-2 sobre el que se movió buena parte del segundo tiempo, entre los altibajos sobre el terreno del bloque dirigido por Diego Simeone, que arregló con dificultades el 4-0 que asumió con demasiado conformismo en la primera jornada por la superioridad del Bayern.

El Atlético actual es una incógnita. Descubre una condición de imprevisible que lo hace poco fiable. Y vulnerable. Más aún en su centro del campo, quizá el núcleo de muchos de sus problemas, pero no de todos, porque también están los laterales, sobre todo el derecho, y porque concede en defensa y perdona arriba, aunque tiene recursos que ganan partidos. Este martes fue el goleador Joao Félix.

Es desbordante para cualquiera cuando recibe en condiciones y su elección es acertada. El problema es que aún no sucede con toda la constancia que su equipo necesita, porque es indiscutible que el colectivo rojiblanco requiere las individualidades del ‘7’. No hay mejor demostración que el incierto choque europeo de este martes.

Él tiene la lucidez y el descaro que tanto echa en falta en los últimos metros el Atlético. También el talento. Y el gol. No hay ninguna duda en ese sentido sobre el atacante portugués, pero sí en otros parámetros. En la colocación, en la intensidad, en la presión y, sobre todo, en la selección del momento de cada regate, de elegir una maniobra u otra, un pase o una conducción...

Un ejemplo fue su remate acrobático de chilena al borde del cuarto de hora. Aún con 0-0 y ante el portero. Al joven portugués le tocó arreglar los problemas en los que se metió su equipo tras haberse puesto para la media hora por delante en el marcador. Joao Félix lideró la remontad y, al estilo Simeone, agonía hasta el final, marcó en el 85. La locura para todos.