inceramente no sé qué anuncia, pero hay un anuncio en televisión que tiene un comienzo que me gusta bastante y siempre lo veo con entusiasmo. Un hijo cuenta a su propio padre que ha rayado su coche y espera con carita de acojonado la peinada que le va a meter el padre. De fondo se oye una voz que está dando las noticias del día y al bueno del padre, con la que está cayendo, se le cae una sonrisa y€ ni peinada, ni nada por el estilo. No tengo ni idea qué pasa después ni hacia dónde va el anuncio porque tras la sonrisa del padre siempre me pongo a pensar lo mismo y se me va el santo al cielo o no sé dónde.

Realmente esa sonrisa me hace pensar que a las cosas importantes les hemos puesto números del uno al infinito. Ni que decir tiene que los que dejan de vivir se llevan los primeros números y el mayor de los respetos.

Muchas cosas importantes y a todos los niveles se ha cargado este horrible virus, pero con respeto a todas ellas y más, voy a centrarme en una. Sabemos que no es la más importante pero tampoco la que menos y sin embargo lo parece.

El fútbol aficionado y el fútbol base están desde aquel marzo en el dique seco y sin competir por mucho que sea en sitios abiertos, sin vestuarios o con mascarillas puestas en los banquillos como llevan sus ídolos. En el estado español hay más licencias de dicho fútbol que población tenemos en Navarra y en Navarra a ese fútbol juegan por encima de 15.000 jóvenes de los cuales muchísimos de ellos en edades tempranas.

Seguramente no le ofrecerá lo mismo que el colegio pero les aseguro que la competición en determinadas edades es un aprendizaje que también llena las mochilas de nuestro futuro.

Llevan mucho tiempo sin ganar pero también sin perder y gestionar dicho fracaso. Llevan mucho tiempo sin cumplir a rajatabla las reglas de un partido o de un árbitro. Mucho tiempo sin ganar confianza en ellos y sin querer superarse a sí mismos por el bien de su equipo. Cositas que en la vida también son importantes incluso para cuando tengas que decirle a tu padre que le has jodido el coche. Ánimo, chicos. El autor es técnico deportivo superior