En el Txantrea - Cantolagua de la primera jornada disputado el pasado sábado en las instalaciones del barrio pamplonés hubo un espectador especial para Borja Ekiza. Su hijo, el motivo por el que tomó la decisión de dejar la Primera División le estaba arropando desde la grada. Junto a él, sus padres también estaban presenciando el encuentro.

"Me decía que me gritaba y que yo no le escuchaba", bromea un Borja al que se le esboza una sonrisa de oreja a oreja al hablar del pequeño, que ha visto jugar a su padre en dos ocasiones. Y es que, en esas mismas gradas estuvo un día, hace veinte años, el propio Ekiza.

Borja Ekiza, ante Giuseppe Rossi, del Villarreal. Foto: Pablo Viñas

Borja Ekiza ha regresado, a sus 33 años, a su lugar de origen, donde comenzó a dar los primeros pasos de la exitosa carrera de futbolista que ha tenido y que le ha llevado a debutar con el Athletic en Primera División, pasar por el Eibar y conocer mundo tras sus experiencias en Ucrania y en Chipre, unas ligas "duras, pero que en los últimos años están al alza" y volver para jugar en el San Miguel de Larraga.

Borja Ekiza salta junto a Cristiano Ronaldo durante su etapa en el Eibar. Foto: Javi Colmenero

Sin embargo, Borja Ekiza considera "acertada" la decisión de volver al club que califica como "familiar". "Decidí dejar el fútbol y centrarme más en mi hijo. Cerré esa etapa a nivel profesional, pero todavía me quería seguir dedicando a jugar al fútbol. La competición de élite es dura, y ahora ya disfruto más de la familia, los amigos y se da el caso porque me llamó el presi y me dijo 'chiquito, un año te tienes que venir', y dije bueno, aprovechando que vino algún amigo mío dije que adelante".

"La conversación fue muy sencilla porque le dije que estaba lleno de ilusión y que no iba a ser ningún problema. Lo que quería era disfrutar y estar en el ambiente, que cualquier entrenamiento me sabe a gloria y era volver a sentirte futbolista. Volver a saber apreciar y disfrutar de los pequeños detalles. Fue muy fácil", asegura.

Borja Ekiza, en un partido con el San Miguel de Larraga ante el Ardoi B de Preferente. Foto: Iñaki Porto

El Txantrea se caracteriza por ser uno de esos clubes que guardan un trato con sus jugadores que va más allá de lo deportivo. Un ejemplo es la relación de Borja con el presidente, José Luis Nagore. "Cuando he estado en Primera he seguido hablando con José Luis, el presidente, a ver qué tal iba todo por aquí. E insistía en que tuviera que volver. Cuando ya cierro esta etapa de Primera División yo también tengo algo dentro que me hace sentir que tengo que volver. Tengo al menos un año más de fútbol para vestir esta camiseta y cerrar un ciclo".

Su trayectoria le avala para convertirse en un referente dentro del vestuario, donde a ojos de su entrenador es uno más de la piña que han formado -quedan antes de los entrenamientos en el bar de la piscina para charlar antes de ponerse el mono de trabajo- pero su experiencia le permite aconsejar a los jóvenes, que lo tienen como un espejo en el que poder mirarse. "Cuando yo era pequeño a mí me educaron los mayores de mi quinta. Los Pablo Orbaiz, Carlos Gurpegui, Aitor Ocio€ gente con peso que te educan y que aprendes de ellos. Y es lo que yo trato hacer con los chavales, que disfruten y que lo vivan, porque el equipo es una piña y así saldremos adelante", argumenta.

Ekiza concluye reconociendo que todavía no ha sido consciente de lo que ha podido dejar atrás por el fútbol. "Lo veré más en el futuro. Los años de las finales están ahí, pero toda la generación vivíamos el momento, el día a día. El ayer ya es historia hoy y todo lo que hemos hecho seguro que lo aprenderemos a valorar en unos años. Al haberme bajado del carro de Primera y estoy en un equipo estoy disfrutando. He tenido ofertas de fuera, pero he preferido dedicarle tiempo a mi hijo, mi prioridad ahora mismo", finaliza.

Tras los pasos de Orbaiz y Nagore

Txomin Nagore, en un partido con el Iruña. Foto: Mikel Saiz

Borja Ekiza no es el único profesional que ha mirado hacia el fútbol modesto navarro. Pablo Orbaiz (futbolista de Osasuna, Athletic, Olympiakos y Rubin Kazan) jugó durante tres cursos en el Valle de Egüés y Txomin Nagore jugó en el Iruña tras su paso como profesional por Osasuna, Athletic, Numancia, Atlético, Mallorca, Celta, Levante y Mirandés.

Pablo Orbaiz, ante Jose García. Foto: Mikel Saiz

Así valoran su regreso

Jaime Sánchez (entrenador): "Ver a un tío como él, con las ganas e ilusión que pone, es un ejemplo para el resto de la plantilla"

José Luis Nagore (presidente): "Si gente como Borja vuelve al Txantrea es porque llevan al club en el corazón"