Natalio Cayuela fue presidente de Osasuna durante casi nueve años en dos etapas, primero en la temporada 1923-1924 y después entre los años 1928-1935. Natalio Cayuela fue asesinado en la gran matanza de Valcaldera (1936), la saca más numerosa -52 personas murieron-, tan truculenta como otras, que realizó el bando franquista. Natalio Cayuela fue un personaje culto, inquieto, curioso, poliédrico, un pamplonés al que por ser republicano le impidieron seguir trasladando lucidez y fertilidad a su entorno.

“Y el tiempo se detuvo. Natalio Cayuela: Osasuna y justicia” es el libro que se distribuye este fin de semana que aborda la figura de este hombre del que se quiere recuperar su espacio en la historia ciudadana y deportiva, sin olvidar la tragedia de la represión franquista del 36 que acabó con él y salpicó a su familia. Eduardo Martínez Lacabe es el autor de la obra “pero no es un libro solo mío, porque en él han colaborado muchas personas alrededor de la Memoria de Osasuna”.

¿Se trata de un libro de la Guerra Civil? ¿Otro libro más de fútbol? En Natalio Cayuela está la respuesta, aunque va más allá. “El origen del libro está en el centenario de Osasuna y en los colectivos como la Memoria de Osasuna que nos dimos cuenta de la repercusiones de la guerra en la vida del club. Natalio Cayuela fue una de esas peronas que por sus opiniones políticas fue represaliado”, explica Martínez Lacabe. “Natalio, como Ramón Bengaray, fue un hombre poliédrico, polifacético, socialmente muy activo, que tocaba muchos palos. Una buena persona, una persona conciliadora, un pamplonés en toda la expresión que en los años 30, por su relevancia social, los ciudadanos no reconocían nada más pamplonés que un Cayuela”.

“Natalio Cayuela fue un filántropo, de una familia pamplonesa de alto nivel que cuando llega la guerra y sus consecuencias desaparece de Pamplona. Era un hombre conciliador. Es un perfil de persona que en estos momentos no se estila mucho. Fue una persona importante para el club que se está recuperando del olvido ahora para los ciudadanos y para los aficionados de Osasuna”.

De todos modos, Eduardo Martínez Lacabe es claro a la hora de señalar el drama que se esconde en esta publicación. “El fútbol es el desengrasante en una historia tan violenta. A Natalio Cayuela lo mataron en Valcaldera, en 1936, por sus ideas políticas -republicano-. Es una historia terrible. Yo creo que el libro le puede interesar tanto a los aficionados al fútbol y a Osasuna, como a las personas que les interesen las obras de memoria histórica”, comenta. “En el libro vamos a publicar la lista de los fusilados en Valcaldera y en la historia del reloj, también se cuenta alguna novedad que habrá que descubrir leyendo el libro”, se refiere al episodio del habitáculo del reloj de la vieja estación de autobuses de Pamplona -el de la calle Conde Oliveto de la capital navarra- que sirvió para que en él se ocultara Enrique, hermano de Natalio.

“Navarra ha sido puntera en memoria histórica”, añade Martínez Lacabe. “Ahora, con la celebración del centenario de Osasuna, hemos hecho un trabajo casi a contrarreloj para a lo largo de este año recuperar esta figura que va más allá del fútbol y trasciende a la ciudad”.

En el último partido de Liga en El Sadar, frente al Valencia, una bandera con el rostro y el nombre de Natalio Cayuela ondeó en uno de los graderíos, como en otros tiempos estuvo presente otra en graderío sur con Eladio Cilveti -uno de los fundadores del club- como motivo, como recordatorio, también orgullo. “Lo de la bandera del otro día me llamó la atención. No sé de dónde ha podido salir la ocurrencia, siempre hay gente muy ingeniosa. De todos modos, esto significa que hay personas involucradas en estos temas. Me pareció curioso, pero también muy bien”. El club, sin embargo, anda incómodo y con retraso en este asunto.

“Seguramente muchos osasunistas del presente, seguidores fervorosos de su club, ignoren la historia de Natalio Cayuela, que tanta importancia tuvo en la construcción de lo que hoy representa para muchos aficionados la existencia, en Primera División, del Club Atlético Osasuna”, escribe en el prólogo del libro José Antonio Martín Pallín, fiscal y magistrado del Tribunal Supremo.

Recuperar la memoria es cosa de todos y admite todos los modos.

El autor. Eduardo Martínez Lacabe. (Iruñea, 1970) Licenciado en Geografía e Historia y Doctor en Historia por la UPNA, es autor y coautor de numerosos artículos, comunicaciones, libros y recensiones sobre la historia social navarra de los siglos XIX y XX, destacando entre ellos Violencia y muerte en Navarra. Guerras, epidemias y escasez de subsistencias en el siglo XIX. Es autor de varias voces en Auñamendi Eusko Entziklopedia y miembro del grupo de investigación Osasunaren Memoria, origen de los libros ‘Rojos. Fútbol, política y represión en Osasuna, Ramón Bengaray. Osasuna y República’ y este mismo, en los que ha participado. Desde 2019, es presidente de Jaso Ikastola y Jaso Fundazioa.

Participan. Josu Chueca, Miguel Izu, Amaia Álvarez, Joseba Compains, Ion Flamarique, Gustavo Muñoz, José Manuel Jaurrieta y Mikel Huarte.

Colaboran. Ainhoa Munarriz, Patxi Ozkoidi, Eñaut Egiluz, Carlos Guzmán, Iván Pastor, Txarli Pérez, Rafa Aguilera, Imanol Itokun, Asier Ganuza...

“Natalio Cayuela fue un buen pamplonés, un hombre polifacético asesinado por sus ideas”

Historiador