Las posibilidades de que el partido que Osasuna y Athletic jugarán el lunes 3 de enero en El Sadar se dispute con reducción de aforo al 50% están encima de la mesa por el continuo aumento de positivos en covid-19 en Navarra, circunstancia que al club rojillo, pese a que confía en poder contar con la totalidad del público en las gradas de su estadio, no le pillaría por sorpresa, puesto que es algo por lo que ya ha pasado en la presente temporada.

La entidad continúa con la venta de entradas para dicho encuentro después de la última conversación que mantuvo con el Gobierno foral, pero, eso sí, a falta de que se anuncien de manera oficial las nuevas medidas. Después de la Conferencia de Presidentes que tuvo lugar el pasado, la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, se puso en contacto con su homónimo en la CAV, Iñigo Urkullu, para valorar medidas para la segunda parte de la Navidad entre las comunidades vecinas, tal y como desveló la consejera navarra de Salud, Santos Induráin.

En cualquier caso, las medidas que se acuerden se aplicarán la semana que viene y, según detalló Chivite, deben ser acordadas con las comunidades limítrofes a la CAV y Navarra. De hecho, ya el miércoles Urkullu solicitó y extendió a los presidentes de las comunidades vecinas una propuesta en la que, en cuanto al aforo, el planteamiento es rebajarlo al 50% para eventos multitudinarios aunque se desarrollen en el exterior. En este punto de la propuesta se encuentra el mencionado partido.

Este escenario no sería nuevo para Osasuna, que, sin ir más lejos, ya ha experimentado en la presente temporada varios límites de aforo, así como otro tipo de restricciones. La única diferencia en esta ocasión -en caso de que salga adelante la mencionada propuesta de Urkullu- tendría que ver con la devolución de entradas que el público general lleva adquiriendo los últimos días. En ese sentido, desde el club comentan que no habría problema alguno y que, en caso de que fuera necesario, se podría devolver el importe íntegro de la misma con la misma sencillez con la que se adquieren. El protocolo que debería llevar a cabo el club saldría de una reunión de los directivos, pero con unas bases ya establecidas de periodos atrás y los sorteos de entradas entre los socios volverían a entrar en escena.

incremento de aforo este curso Osasuna ha ido experimentando una crecida constante en cuanto al aforo en el presente curso liguero. Navarra no presentó una incidencia favorable de positivos en la pandemia en el final del curso pasado, por lo que el club rojillo no pudo abrir las puertas del estadio, algo que sí que pudieron hacer, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana.

Es por ello que la parroquia rojilla tuvo que esperar al inicio del presente curso para regresar a El Sadar, pero no todos pudieron acudir a la primera cita del año. En los dos primeros encuentros disputados en Pamplona en el presente curso, frente a Espanyol y Celta, con el aforo restringido al 30%, acudieron al encuentro, según datos del club, 7.700 personas. Frente a Valencia y Betis, que se subió al 60% del aforo, las gradas registraron la presencia de 13.940 y 13.728 espectadores, respectivamente.

El feudo rojillo tuvo que esperar hasta el quinto encuentro como local para registrar una buena entrada. Hasta 19.238 espectadores se dieron cita en un campo que dispone de una capacidad para albergar a 23.576 almas. El resto de encuentros disputados en El Sadar, ante Granada, Real Sociedad, Elche y Barcelona, registraron un aspecto en las gradas propio al que mostraban antes de la pandemia (ya sin limitación de aforo). La aparente normalidad se tradujo en que, a pesar de que era necesario seguir llevando la mascarilla, en varios de esos encuentros se permitía comer y beber. Ahora, en cambio, la cosa puede cambiar. La pelota está en el tejado del Gobierno; y Osasuna, mientras tanto, pendiente de ello.