El aragonés Daniel Bruna, de 38 años, compagina su trabajo de profesor con entrenar al Murchante, con el que consiguió dar la sorpresa al empatar en Cintruénigo ante el líder en su debut en el banquillo.

¿Cómo valora el empate?

-Mis amigos de Zaragoza me decían ayer que conociéndome me quejaría del punto. Pero lo valoro, porque vas a casa del líder, el Cirbonero, y nosotros estamos en una situación mala, pero es cierto que nos podemos exigir un poco más. Yo como entrenador y la plantilla, que tiene nivel.

Fue la sorpresa de la jornada

-Yo cuando firmo por el Murchante analizo no sólo a mi equipo, sino al rival. Cuando preparo un partido como visitante, miro los resultados del rival como local, y cuando me vienen a mí, miro los que han tenido a domicilio. Y el Cirbonero había empatado un partido, creo que con el Azkoyen, y yo eso les hago ver a los jugadores, que había que poner en valor cualquier punto que consiguiéramos.

¿Cómo fue el partido?

-Creo que salimos con intención de ser valientes. Tuvimos varios centros laterales, un juego divertido para el espectador. Pero es cierto que tenemos un mano a mano que tiramos fuera, y en la jugada siguiente se nos ponen por delante. Y de ahí al descanso estábamos distintos a lo que yo creía que podía hacer mi equipo. Tuvimos muchas imprecisiones, estábamos nerviosos. Me encantó el Cirbonero, porque interpretaba bien los espacios que les dejamos. En el descanso les activamos con la charla y hacemos buenos primeros minutos en la segunda parte hasta que empatamos en el penalti, que es cuando se quedan con 10. Metemos el penalti y a partir de ahí es cuando creo que podíamos haber hecho algo mejor. Pero las sensaciones fueron muy buenas, nada que reprochar al equipo.

Además era el debut al frente del banquillo. ¿Hasta qué punto tenía ganas de empezar esta andadura?

-La semana pasada teníamos 11 jugadores disponibles. Dos habían salido de covid, y no estaban bien y la Federación en ese sentido responde bien cuando un club solicita el aplazamiento, porque lo primero es la salud, y por otro lado no pude trabajar ni el viernes ni en el partido del domingo, porque cancelamos al haber salido el brote. Trabajamos el partido cuando pudimos y gané un par de días de entrenamiento para transmitir al equipo la idea.

Viendo la tabla, ¿qué es lo que le llama del proyecto?

-Ahora tengo 38 años y soy bastante valiente para coger retos que la gente no quiere. Mucha gente puede pensar que era difícil. Yo vengo de Preferente, y que sea Tercera, una competición nacional y que sea el primer entrenador, creo que era una oportunidad importante y la directiva desde el primer momento me comentó que había mimbres y lo que buscaban era cambiar la dinámica de manera radical y tratar de reforzar el equipo con jugadores que pudiera conocer de Aragón que nos pudieran dar un salto cualitativo y han entrado bien en el equipo, y seguimos intentando dar un par de retoques. Y convencerles de que tenemos potencial para sacarlo. Luego los puntos nos dirán si lo logramos o no. No miro la tabla, hay que sumar puntos, y cuando queden 3-4 jornadas ver si llegamos. Vamos a ir semana a semana.

El aspecto mental, que imagino que será algo en lo que está trabajando

-En el partido, por ejemplo. Son palabras de vestuario, pero les dije que la confianza que tenían los jugadores era muy pobre. Les transmití calma, porque el rival también juega. Vamos a ver nuestras posibilidades, porque las tenemos. Y te sientes bien cuando ves que la gente recupera confianza, intenta hacer cosas y cogen liderazgo. Tenemos que incidir y dar continuidad a eso, porque ellos salieron convencidos y el punto espero que les de esa fuerza para reconocer que tenemos nivel para competir en Tercera.

En ese aspecto, ¿por dónde pasa el camino de la remontada para conseguir la permanencia?

-Un poco por lo que te he dicho antes. Vamos semana a semana. Tengo varios contactos por la zona que saben del fútbol navarro y me comentaron que los lesionados eran importantes dentro del grupo y hablo con Álex para ver qué tenemos del rival. Nos viene ahora el Burladés, y es intentar competirles el partido y tratar de sacar los tres puntos. Sé que tengo que conseguir muchos puntos en esta segunda vuelta, no lo veo imposible, sí difícil, pero hemos competido al Cirbonero y si sacamos los tres puntos del Burladés la confianza irá subiendo. Tengo que ir de tres en tres puntos y valorar puntos como el del Cirbonero.

Desconozco hasta qué punto ha podido ver la diferencia del fútbol navarro y aragonés

-La semana en la que se suspende nuestro partido fui a ver al Cirbonero contra el Cortes y vi un poco el perfil. Pero por lo que me dicen, el Cirbonero es un equipo que propone, un equipo muy movido, muy alegre. Me habían hablado de que la navarra era muy física, con muchas segundas jugadas y juego directo. Estoy viendo semejanzas con la Tercera División de Aragón, no hay tantas diferencias como yo pensaba, pero me tengo que ir acoplándome.

Empezó a entrenar muy pronto, ¿cuál es su trayectoria?

-Empecé con 17 años en el fútbol base. He ido pasando por muchos equipos, soy profesor. Luego me fui al Oliver, conseguimos el ascenso a Tercera en el Robres y me fui a Andorra. Lo dejé a mitad de temporada y fiché por el Utrillas, donde estuve dos temporadas y media. Quería ascender a Tercera con el equipo, pero fuimos a Copa del Rey. Dejaba de ser entrenador si no ascendía a Tercera. Les fui a ver contra el Injerto como el día del Valencia, que me invitaron.

Para que le conozcan... ¿Cómo se describe?

-Soy una persona que se mueve por las ganas y el ímpetu. No soy conformista y el coger carretera y venir de Aragón no es algo que no lo haga si no estoy convencido. He cogido el Murchante porque creo que podemos conseguirlo. No me muevo por el dinero, sino por el trabajo y la ilusión por los retos, porque me gusta mucho el fútbol, y si lo haces con ilusión transmites esa idea a los jugadores. Vamos a dejarnos hasta la última gota de sudor y morir hasta el final. Que la gente esté orgullosa.