Francia y París habían prometido apostar fuerte para organizar sus terceros Juegos Olímpicos. Desde su designación como sede, habían prometido una ceremonia "espectacular".
Por primera vez en la historia, la apuesta de la organización francesa ha pasado por sacar la ceremonia inaugural al exterior del estadio olímpico. Y en lugar de hacer en alguna de las grandes y famosas avenidas parisinas, han optado por el río Sena, por donde han paseado las más de 200 delegaciones en un acto que ha estado dividido en 12 capítulos y ha durado más de tres horas, con la lluvia como innegable protagonista en la medida que avanzaba la noche.
En las horas previas muchas personas se preguntaban en las redes si superaría la de icónica de Barcelona'92 o incluso la de Londres en 2012, con aquella aparición de la Reina Madre en helicóptero o el gag del célebre Rowan Atkinson mientras interpretaba Carros de fuego con la Sinfónica de Londres, dirigida por Simon Rattle.
Una ceremonia que, como decimos, ha dejado indiferentes a pocos cibernautas: