El nadador francés Léon Marchand logró la primera de las cuatro medallas de oro que busca en París 2024 al imponerse ayer domingo en la final de los 400 estilos. El primer paso de un titánico reto con el que el joven nadador no sólo busca convertirse en el rey de la piscina, sino en el heredero del legendario Michael Phelps como el nuevo icono de la natación mundial.

La sucesión ya la escenificó el propio Phelps en el Mundial disputado en 2023 en Fukuoka cuando levantó al cielo el puño de Marchand en señal de reconocimiento, tras ver cómo el francés le arrebataba el récord del mundo de los 400 estilos que poseía desde los Juegos de Pekín 2008. Plusmarca universal que Léon Marchand puso en riesgo ayer domingo en París, empujado por los más de 13.000 espectadores que abarrotaron las gradas de la piscina de La Defense Arena, tras quedarse a tan sólo 45 centésimas de su propio récord al proclamarse nuevo campeón olímpico con un tiempo de 4:02.95 minutos.

Una marca, nuevo récord olímpico, inalcanzable para ninguno de sus rivales, como atestiguaron los 5.67 segundos en los que el francés aventajó a su más inmediato perseguidor, el japonés Tomoyuki Matsushita, plata con un crono de 4.08.62. Y mucho más lejos quedó el estadounidense Carson Foster, plata en los Mundiales de Budapest 2022 y Fukuoka 2023 tras Marchand, que se colgó la medalla de bronce con un registro de 4.08.66 minutos.

Y es que Léon Marchand, que se entrena en Estados Unidos bajo la tutela de Bob Bowman, el técnico que dirigió la carrera de Phelps, compitió contra sí mismo, el tiempo y la historia. Una formidable actuación en la que el francés pareció por momentos en disposición de rebajar su ya de por sí estratosférica plusmarca, sobre todo, tras la posta de braza, el mejor estilo de Marchand, que le permitió afrontar los últimos 100 metros cuatro centésimas por debajo del récord del mundo. Plusmarca que finalmente se le escapó por tan sólo 45 centésimas, lo que no empaña la magnifica actuación de Léon Marchand, que ya tiene la primera de las cuatro medallas de oro que busca ante su público en los Juegos de París.

OTRAS DOS FINALES

Hubo otras dos finales en la jornada de ayer. En la de 100 mariposa de mujeres, la estadounidense Torri Huske rompió los pronósticos y se proclamó nueva campeona olímpica al arrebatar por tan sólo 4 centésimas el oro a su compatriota Gretchen Walsh, que parecía destinada al triunfo. Máxime tras la sobresaliente actuación que Walsh, la plusmarquista universal de la distancia, protagonizó en las semifinales, en las que estableció un nuevo récord olímpico con un tiempo de 55.38 segundos. Sin embargo, Torri Huske se proclamó campeona olímpica con un crono de 55.59 segundos, cuatro centésimas menos que Gretchen Walsh, que tuvo que conformarse con la medalla de plata con una marca de 55.63, y 62 menos que la china Yufei Zhang, que bajó un escalón en el podio con relación a los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y se colgó el bronce con un registro de 56.21.

La igualdad fue protagonista de la la final de los 100 braza de hombres, con el italiano Nicola Martinenghi colgándose el oro (59.03) por un escaso margen de dos centésimas sobre el británico Adam Peaty y el estadounidense Nic Fink, que compartieron tiempo (59.05) y medalla (la de plata).

HUGO GONZÁLEZ, FINALISTA

Por su parte, el mallorquín Hugo González se clasificó ayer para la final de los 100 espalda de hoy, aunque su especialidad es el 200.