donostia - En el paddock se asienta una cuestión que está en boca de todos: ¿Arranca el mejor Campeonato del Mundo de la historia? En cuanto a espectáculo, el tiempo determinará. Sobre el papel es el Mundial de MotoGP que mayor competencia brinda al público: 18 de las 22 motos que estarán en la parrilla de salida ostentan la condición de oficiales.

Los cinco títulos conseguidos a lo largo de los seis años que ha completado en MotoGP elevan a Marc Márquez a la categoría de gran favorito esta temporada 2019. El catalán enlaza las tres coronas más recientes. La salvedad que ha impedido su monopolio data de 2015, cuando Jorge Lorenzo se convirtió en el único piloto que ha privado de un título en la categoría reina a Márquez. Entre los dos han conquistado los últimos siete entorchados de MotoGP.

El hastío acumulado por las partes en la relación Lorenzo-Ducati debido a la tardanza en la cosecha de éxitos condujo a una ruptura después de dos años de relación. Aprovechando que Dani Pedrosa se daba de baja como piloto del equipo Repsol Honda, la fábrica japonesa encontró una oportunidad en Lorenzo, cuyo vínculo expiraba con la fábrica italiana. Se lanzó a por la contratación de Lorenzo, y este, ante la posibilidad de cabalgar para la marca más laureada, eterna garantía de rendimiento, cerró el acuerdo. “Menos mal que Honda le ha fichado y estará en la misma moto. Para mí es mejor. Al menos tienes las mismas armas y no hay excusa”, evaluó Márquez sobre el aterrizaje de su nuevo compañero de filas. Una muestra de autoestima o de temor, según se quiera interpretar, dado que Lorenzo se había transformado en temible amenaza a lomos de la Ducati, pero Márquez se considera capaz de batir a cualquiera con la misma herramienta de trabajo. Y es que la Ducati fue en 2019 incluso sensiblemente superior a la Honda. Apartado el miedo al potencial de la moto de la fábrica de Borgo Panigale en conjunto con Lorenzo, vive más tranquilo, entiende. Se verá si está confundido.

los favoritos, mermados Por supuesto, Lorenzo no desembarca en Honda para transmitir las sensaciones que proyectaba el retirado Pedrosa, más escudero que opositor para Márquez. El mallorquín persigue su cuarto título de MotoGP y lo hará sin excusas. Está donde cualquier piloto soñaría. “Con algo más de tiempo, tengo lo necesario para luchar con los mejores”, garantiza Lorenzo. Apela a la paciencia porque se sube a una moto diseñada a lo largo de los últimos seis años a imagen y semejanza de Márquez. Además, la fractura de escafoides de su muñeca izquierda -se operó el 21 de enero- le ha impedido completar la pretemporada y llegará mermado físicamente al Gran Premio de Catar del domingo (18.00 horas). La escasez de entrenamiento le ha impedido adaptar la moto a su estilo; aún no está cómodo con la postura. Lógico por otra parte: es el piloto con menos kilómetros recorridos en pretemporada, 618, casi un tercio de los completados por Viñales, el que más ha rodado, con 1.954. Lorenzo está verde. No obstante, el talento le alcanza para remontar la situación e incluso poder batir a Márquez. “Duelos con odio”, auguraba Giacomo Agostini como muy posibles.

Precisamente el vigente campeón también recibe el amanecer del campeonato bajo de prestaciones físicas. Dislocado su hombro izquierdo cantidad de veces, decidió operarse el pasado 4 de diciembre. El periodo de recuperación hasta conseguir la plenitud se establece en alrededor de cuatro o cinco meses, tal y como apuntaba el médico de la Clínica Móvil de MotoGP, Carlos J. García. O sea, Márquez será más vulnerable durante las tres o cuatro carreras inaugurales.

El presente del equipo Repsol Honda, apodado Dream Team por tratarse de una de las parejas más poderosas de la memoria del campeonato, es por tanto una ventaja para los demás en este inicio marcado por esa prudencia que tratará de evitar caídas para dar coartada a las reparaciones corporales.

Dovizioso, Viñales, Rossi... tratarán de aprovechar el contexto. A las Ducati de Dovi y Petrucci, sustituto de Lorenzo, se las espera dada la tendencia de las dos últimas campañas. No en vano, Dovizioso ha sido estos dos últimos años el único piloto capaz de disputar el título a Márquez. La progresión de la moto italiana, al menos por momentos, la ha llevado a ser referente de la parrilla. Petrucci, mientras, está ante su gran prueba de fuego a los mandos de la máquina oficial.

la incertidumbre de yamaha Las Yamaha, tras emborronar en 2018 su dilatada historia con la mayor racha sin victorias -24 carreras-, la reacción es obligación. Viñales ha rendido en cada pretemporada ofreciéndose como competencia en el debate por el título, si bien no ha terminado de consumar semejante condición. En los entrenamientos oficiales de 2019 los cronos le han convertido en el más rápido y los kilómetros, en el piloto con más rodaje.

En cuanto a Rossi, a sus 40 años, parece cada día más alejado de su décimo título, pero a la vez atisba sus últimos cartuchos para engordar la leyenda, lo cual es un estímulo. El italiano es hijo de la regularidad en los tiempos que corren, porque ya rara vez o nunca es el más veloz. Si el río de MotoGP se revuelve, tal vez sea capaz de pescar en abundancia y eso le permita alcanzar el último tercio del curso en potestad de ser campeón. “Estoy medio contento, porque algunas cosas funcionaron bien y mejoramos nuestro rendimiento; otras cosas de las que esperábamos mucho desafortunadamente no nos brindaron lo que necesitamos”, analiza Il Dottore. Poco halagüeño su discurso. O quizás juegue al escondite.

Suzuki, con un pletórico Rins y el debutante Mir, persigue ese cada año más estrecho margen que le instale como asiduo al podio. En 2018, Rins pisó cinco veces el cajón y fue quinto en la clasificación general; en 2019 no es descabellado pensar en su primera victoria. Es el objetivo.

Y esto hace que cuatro de las seis marcas oficiales se erijan capaces de firmar triunfos. Las otras dos, KTM y Aprilia, permanecen en proceso de crecimiento, aún alejadas del podio. No obstante, el talento abunda en la parrilla y a través de este cauce puede llegar el progreso. Zarco es el flamante fichaje de KTM y Iannone, el de Aprilia.

La nueva remesa de pilotos ha rejuvenecido la parrilla. Los 28 años de edad media de 2018 se han reducido en 2019 a 27. Bagnaia, Oliveira, Mir y Quartararo debutan con una media de casi 22 años y, salvo el primero, lo harán con moto oficial; Pedrosa, Bautista, Luthi, Simeon, Smith y Redding emigran. Con estos últimos el promedio sería de 30 años.

Carmelo Ezpeleta, patrón de Dorna, empresa organizadora, refleja su impresión en el diario Marca: “Es el mejor Mundial de la historia si vemos el nivel de las motos. Los resultados de los entrenamientos nos hacen ver que será muy competido”. 18 de 22 motos oficiales, cuatro equipos corriendo por el podio y Márquez junto al único piloto que le ha privado de un título en MotoGP... ¿El mejor Mundial de la historia?

Jorge Lorenzo. No aparece en la tabla porque solo entrenó en Catar.