hace unos días veíamos la salida del hospital en Oporto de un Iker Casillas que una semana antes había conmocionado al mundo del fútbol con ese infarto que nunca nadie se espera. Las palabras de Iker fueron sobre todo de agradecimiento y mandaban un mensaje de cierta tranquilidad a todo el mundo. Ojalá así sea.

Le costó mucho arrancar a hablar y se le notaba muy nervioso, sus lágrimas estaban ya en la rampa de lanzamiento y a puntísimo estuvo de romper a llorar cual madalena.

Según dicen los expertos tenemos varios tipos de lágrimas y esas que tenía el portero madrileño en su recámara deben de ser las lágrimas emocionales? muy frecuentes en la vida y por supuesto también en el fútbol.

Estamos ahora en una época que nos va tocar ver a gente del fútbol llorar por motivos puramente futbolísticos y seguro que hay personas que no lo entienden, pero les puedo asegurar que esas lágrimas serán de verdad por mucho dinero que ganen. Me quedo de momento con la congoja que cogió Iago Aspas hace unas semanas cuando volvía de su lesión y vio cómo sus goles hacían ganar a su equipo. Esas lágrimas serían de alivio seguramente y a los pocos minutos se convertirían en sonrisas.

No creo que los jugadores del Huesca tuvieran ganas de risas después de perder la categoría y llorar en el césped del Alcoraz ante un público entregado a pesar del descenso. El disgusto ahí quedará, pero esas lágrimas también se pasarán.

Duros momentos también para los jugadores de cualquier edad que ahora en sus clubes les dan la baja y ya no pueden continuar en la que ha sido su casa futbolística. Las lágrimas se convertirán en sonrisas en cuanto otra puerta se les abra y vean que el fútbol tiene muchas caras.

Las chiquillas de Osasuna también hacían pucheros después de la derrota que les cierra su ascenso, pero estoy seguro que esta temporada la recordarán mucho más por sonrisas que por lágrimas. Todos los que rondamos este mundillo hemos roto a llorar alguna vez por culpa del balón y quien no lo haya hecho lo hará? Que nadie se preocupe, estas lágrimas solo te hacen más fuerte. Espero que a Iker también.

El autor es Técnico deportivo superior