parís - La historia se ha empeñado en exprimir al máximo una de las rivalidades más legendarias de la historia del deporte entre dos de los más carismáticos ídolos del público, dos formas de entender el tenis y la vida, el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal.

Esta vez el destino les ha juntado en París, sobre tierra batida, como un nuevo desafío a su longevidad, a un ocaso que ambos, el helvético de 37 años y el balear de 33, se obstinan en retrasar sine die y, a fuerza de desmentir los pronósticos, ya nadie se atreve a ponerles una fecha de caducidad. El duelo de hoy entre ambos (a partir de las 12.30, por DMAX), además del pase a la final de Roland Garros, decidirá quién sale del Grand Slam de París con el número 2 del mundo. En caso de derrota, Nadal sería 3º, su peor clasificación desde junio de 2017.

El español perdió el número 1 del mundo en noviembre del año pasado en beneficio del serbio Novak Djokovic, que tiene garantizado salir de París en la cima del ranking.

Federer dejó de ocupar el segundo escalón de la clasificación mundial en octubre del año pasado.

Ningún otro duelo, hoy por hoy, despierta tanta pasión en el mundo del tenis y quizá en el deporte en general. Todo les opone, el estilo, el tenis, la personalidad, el origen y el brazo con el que golpean la pelota.

Hasta el punto de que el mundo, al menos el del tenis, está dividido en dos: o eres de Nadal o eres de Federer. No hay espacio para más. Aunque un tercero, el serbio Novak Djokovic, les trate de tú a tú, y les supere en el ranking, todavía no se ha labrado un hueco en el ideario de los aficionados que llegue a su altura.

Durante 15 años, Federer y Nadal han dominado el circuito, y construido una rivalidad que ha superado a la que tuvieron Borg y McEnroe, a la de Becker y Edberg, a la de Agassi y Sampras. En aquel 2005, el gentlemen suizo que ya presumía de cuatro grandes no imaginaba que aquel chaval de 17 con pinta de guerrero que le venció en semifinales de Roland Garros iba a ser su peor pesadilla. Pero también, su mayor motivación.

Hoy viernes firmarán el capítulo 39, el duodécimo en un Grand Slam en el mismo escenario del primero, la Philippe Chatrier de París, ciudad que ha acogido cinco. En los últimos cuatro años se han medido cinco veces y siempre con triunfo del helvético, en partidos memorables como la final del Abierto de Australia de 2017. Así, hace un lustro, desde la semifinal de Australia de 2014, que Nadal no somete a Federer, ante el que ha encajado seis derrotas consecutivas.

El suizo ha regresado a París con un tenis nuevo, más directo, más de saque y volea. Nadal, por su parte, ha recuperado su mejor versión sobre tierra batida, una superficie a la que llegó cargado de dudas, de malas sensaciones y que ahora buscará enmendar.

Djokovic y Thiem pugnarán por la final. Novak Djokovic derrotó a Alexander Zverev por 7-5, 6-2 y 6-2 y se medirá al austríaco Dominic Thiem, quien se deshizo de Karen Khachanov por 6-2, 6-4 y 6-2.

Anisimova y Barty, a semifinales. La joven de 17 años dio la sorpresa, se deshizo de Halep por 6-2 y 6-4, y jugará ‘semis’ ante Barty, que ganó a Keys (6-3 y 7-5).