Barcelona - El Barça recibe esta noche al Real Madrid en el tercer partido de la final de la Liga ACB (21.00 horas, #Vamos), un duelo en el que los blaugrana ya no tienen red de seguridad y que deben ganar para evitar un alirón exprés del eterno rival, después de que los blancos lograran un triunfo casi sobre la bocina, con remontada incluida, que les pone con todo a favor.

El Real Madrid, con dos victorias ya contra el Barcelona en los dos primeros partidos de la final, tiene tres opciones de proclamarse campeón de nuevo. Un Madrid que llega, ahora sí, como claro favorito y que sabe que sólo puede perder el título si son incapaces de doblegar al Barça a lo largo de tres partidos. De momento, la presión es para el Barça, que jugó muy bien el segundo duelo en Madrid pero que perdió con un triple ganador de Jaycee Carroll.

Según el técnico blaugrana, Svetislav Pesic, o su capitán, el pívot Ante Tomic, deben jugar igual que en la segunda contienda del WiZink Center, a excepción de ese último minuto fatídico para sus intereses. Ganaban por 9 puntos a falta de tres minutos y acabaron por cometer una serie de acciones desacertadas que les condenaron a la derrota.

El Barça se debe conjurar con el Palau Blaugrana para no ver celebrar por todo lo alto el título al eterno rival. El Madrid, que sabe que si juega intenso y desplegando sus armas pondrá el cierre a una temporada en la que se podían haber quedado en blanco, puede que tenga prisa por cerrar la final. Unas prisas que no suelen ser buenas consejeras.

Y enfrente tendrá a un equipo tocado y “jodido”, según Tomic, pero con muchas ganas de luchar y de ganar para, por lo menos, jugar un cuarto partido, de nuevo en el Palau Blaugrana. El primer duelo fue una paliza del Real Madrid (87-67), pero en el segundo los catalanes demostraron haber aprendido y, de no ser por el misil de Carroll, la serie llegaría igualada a Barcelona.

Pero, pese a las quejas del entorno blaugrana sobre la última jugada por unos supuestos pasos de Sergio Llull o el hecho de que Rudy Fernández jugara el balón entrando a pista desde la parte exterior, lo cierto es que la serie llega muy encarrilada a la capital catalana. Esa jugada, que estará en mente, podría hacer subir de intensidad un duelo ya de por sí caliente. Los detalles contarán, y más en un partido en el que los nervios estarán ya a flor de piel visto lo que se juegan ambos. Unos, ganar la Liga en casa del rival y sin ceder ni un solo partido. Los otros, el evitarlo y seguir soñando. El Palau decidirá. - E.P.