zarautz - Durante muchos años, décadas de sinsabores, Zarautz fue una bandera que se le atragantaba a Hondarribia. Por una razón u otra, a la Ama Guadalupekoa se le resistía la ikurriña, una de las más prestigiosas del calendario ACT. En más de una ocasión, la trainera verde dio en el palo, pero no fue hasta 2015 cuando pudo ondearla por primera vez. Repitió el pasado año tras una épica remontada y, lo que son las cosas, tras 37 años sin poder conquistarla ni una vez, ahora ya van dos seguidas. Mientras, Orio, segundo en el global de la bandera, consolidó en la localidad vecina su liderato: su ventaja sobre el segundo clasificado es de 16 puntos a falta de cuatro jornadas.

La tripulación que entrena Mikel Orbañanos se había concienciado en poder hacer un buen papel este fin de semana y, sin cambios en el bote de una jornada a otra, se adjudicó las dos jornadas con suficiencia. En la regata de ayer, los bidasotarras cogieron la proa de la regata al minuto tres y ya no la volvieron a soltar.

Hondarribia y Orio salieron a por todas desde los dos extremos del campo. Los verdes, por la calle 1, maniobraron en la primera baliza y a estribor vieron que solo el bote amarillo les seguía la estela. Las otras dos traineras de la tanda de honor, Santurtzi y Zierbena, comenzaron con el pie cambiado la mañana y el popare hizo el resto para eliminarlos de la ecuación de los aspirantes a la bandera.

Horas antes, cuando los remeros llegaron a la zona de salida vieron que las condiciones de la mar y el viento permitían pensar en grande. Soñar con una remontada, con recortar los segundos de ventaja que había adquirido la Ama Guadalupekoa el sábado. Los cuatro segundos largos que había obtenido Hondarribia sobre Orio y Santurtzi no eran nada en las condiciones de mar picada y oleaje sobre las que deberían remar las tripulaciones. Tampoco estaban del todo lejos Zierbena, a ocho segundos, y Urdaibai, a once.

Sin embargo, el trece que había montado Orbañanos no dio opción para ello ayer. Patroneados por el incombustible Ioseba Amunarriz, el técnico oriotarra volvió a montar en la Ama Guadalupekoa a los remeros que labraron las victorias más notables del bote verde este verano: las de Orio, el Campeonato de Euskadi y la del sábado en Zarautz. Una tripulación compuesta por Alexander Udabe, Julen Castrillon, Manex Alday, Beñat Egiazu, Xabier Etxebeste y Galder Ezponda -por babor-; Iñigo Sagarzazu, Bikendi Alza, Iker Marizkurrena, Iñigo Vertiz, Adrián González y Urko Redondo -por estribor-; con el veterano Txalo Carrión cubriendo sus espaldas desde la tosta de proel.

Con esta cuadrilla rompió Hondarribia la regata al inicio del tercer largo. Se llegó a ir a más de diez segundos de Orio en algún momento del trabajo de brancas, pero maniobró ocho por delante. La bandera estaba encaminada para los verdes, pero el líder iba a vender cara su piel en la jornada. Sobre la ola, la San Nikolas aumentó su ritmo en el último tramo y logró acercarse al bote bidasotarra en el rush final, pero no inquietaron a los ganadores, que cruzaron victoriosos la meta con cinco segundos de ventaja. “Ederra estropada”, gritó Amunarriz a sus chicos, que ayer se alimentaron por partida triple: victoria, bandera y confianza en sus posibilidades. Los verdes están preparados para lo que se viene en septiembre.

Tras ellos, Santurtzi alcanzó el final del camino en solitario, con 18 segundos de retraso. Antes se había quedado Zierbena, que tuvo que remar veloz sus metros finales ante el peligro de perder dos puntos más.

una ola de diez paladas No obstante, antes de que partieran al agua los más regulares de la liga, la afición que se dio cita en Zarautz disfrutó de un espectáculo de altura en la segunda tanda. La serie tuvo emoción por todas las direcciones. Donostiarra fue la primera que atacó de salida, buscando sacar una pequeña renta en el primer largo, que acabó con la Torrekua II cuatro segundos por delante de Ondarroa y con Urdaibai y Kaiku a casi ocho.

Sin embargo, la ola comenzó pronto a dar sus primeros comodines e impulsos en la regata. La Antiguako Ama y la Bou Bizkaia demostraron maestría para afrontar una jornada compleja en popare. La diferencia de los donostiarras quedó en nada en los dos primeros minutos de la vuelta y, entonces, Urdaibai cogió la proa. Un liderato que no se asentó hasta el tercer largo, cuando los txos despegaron. El bote azul consiguió acelerar su marcha y labró una renta de nueve segundos en la última ciaboga. Una distancia que parecía suficiente para asegurarse la victoria parcial. Pero ayer la ola de Zarautz tenía previsto otro final.

Con Donostiarra volviendo a sufrir de popare, Ondarroa sacó el máximo provecho de sus virtudes para estas lides sobre una calle 1 donde fueron llegando una ola y otra más. Los segundos de distancia entre los dos vizcainos descendían, hasta que se llegó al último minuto de regata. Allí, lo explicaría bien después el ondarrutarra Jon Iriondo: “Al final nos ha llegado esa ola de diez paladas”. Una ola que cayó bendecida para el bote blanco y que le permitió meter su proa por delante de la de Urdaibai por tan solo dos centésimas. La diferencia más estrecha de todo el verano. A esta igualdad se sumó después Zierbena, que superó por seis décimas a la Antiguako Ama. En 62 centésimas, tres puestos. ¿Quién da más?

san pedro deja el farolillo rojo San Pedro redondeó un fin de semana muy positivo para la tripulación morada. La Libia acabó undécima la jornada, volvió a dejar atrás a Astillero y demostró que ha llegado un punto por encima del bote cántabro a las últimas cuatro finales de la liga. Además, tal y como transcurrió la primera tanda, el punto que rascó ayer la trainera sanpedrotarra bien pudieron ser más. Merecieron ser más.

El bote morado salió disparado de inicio, en busca de los, a priori, favoritos de la serie: Cabo y Lekittarra. Así lograron dejar fuera de juego a Astillero, que se dejaba la friolera de 22 segundos sobre San Pedro al ecuador de la regata. Los de Mikel Arostegi no pudieron seguir el alto ritmo que impuso la cabeza de la regata, pero los 27 segundos de renta que alcanzaron en meta sobre su principal rival por la permanencia hablan claro de la buena senda que ha demostrado el fin de semana su trainera. La pronta caída de Kaiku en la segunda tanda dio ilusión a los morados de poder superar en algún punto más a Astillero en la general, en la que ahora ya no son farolillo rojo, pero la Bizkaitarra se repuso en el último largo y aventajó en tres segundos a la Libia. A Galicia, a las dos finales para eludir el descenso directo, San Pedro viajará con los mismos puntos que Astillero, pero con muchas mejores sensaciones.