Madrid - Garbiñe Muguruza, de 25 años, ganadora de dos torneos de Grand Slam, cuya mejor clasificación afronta el US Open con la ilusión de superar su mejor resultados -alcanzó los octavos de final en la edición del 2017-. Lo hace como 24º favorita, y tendrá como primera rival (hoy, a partir de las 17.00 horas) a la estadounidense Alison Rise, 36ª del mundo, y si llega a la tercera ronda le podría tocar contra la estadounidenses Sloane Stephens, ganadora del Abierto en el 2017, undécima favorita.

Muguruza quiere olvidar los malos resultados de este año y hacer un buen papel.

La tenista hispano-venezolana llega a la Gran Manzana con ganas, y encuentra feliz de poder competir, después de darse de baja en el torneo de San José y caer en la primera ronda de Cincinnati, debido a los problemas en su pierna izquierda.

“Llego con ganas porque he jugado pocos partidos. Es verdad que la lesión no me ha dejado jugar dos torneos pero ya ha pasado. Este es el último Grand Slam del año y estoy muy contenta”, comentó Muguruza, que acude a Nueva York tras ceder en Wimbledon en primera ronda contra la brasileña Beatriz Haddad Maia, y ceder en la misma instancia, aunque con mejores sensaciones, en la de Cincinnati, contra la estadounidense Madison Keys (6-7 (4), 7-6(5) y 6-4).

Será la sexta participación de Muguruza en el Abierto estadounidense. “Siempre tengo ganas de hacerlo bien”, comentó sobre el Abierto.” Estos torneos son tan grandes y hay tanto en juego que hay ambición y todo el mundo quiere ganarlos”, añadió.

Garbiñe cuenta con la ayuda de Anabel Medina, capitana del equipo español de Copa Federación, con la que comenzó a trabajar en Cincinnati, a la espera de decidir nuevo técnico tras finalizar en Wimbledon su relación con el francés Sam Sumyk. - Efe