Nueva York - No hubo sorpresa y Rafael Nadal, cabeza de serie número dos, y el ruso Daniil Medvedev, quinto favorito, confirmaron su condición de mejores jugadores actuales y lo demostraron al conseguir el pase la final del Abierto de Estados Unidos, que jugarán hoy a partir de las 22.00 horas.

Nadal, de 33 años, superó a la joven promesa italiana Matteo Berrettini, 10 años más joven y 24º cabeza de serie, haciéndole sentir en carne propia los efectos del tenis demoledor del balear, al que admira y tiene de ejemplo de cómo debe ser un auténtico profesional dentro y fuera del campo. A eso quiere aspirar Berrettini mientras crece como jugador y en sus primeras semifinales ya recibió la lección del maestro de Manacor, quien después de una primer set en el que el italiano pudo competir con exnúmero uno del mundo, al final tuvo que sucumbir por un marcador de 7-6 (6), 6-4 y 6-1.

Nadal lograba su objetivo de estar en su quinta final del Abierto de Estados Unidos (en las cuatro anteriores ganó tres) y y la 27º de un Grand Slam (18 victorias en las 26 anteriores).

Tal vez éste haya sido el recorrido más fácil que ha tenido Nadal hasta ponerse en las puertas de luchar por un cuarto titulo de en Flushing Meadows después de tener un cuadro muy favorable en el que no se ha tenido que enfrentar a ningún Top 10.

Además, ha jugado un partido menos porque en segunda ronda el australiano Thanasi Kokkinakis no se presentó por lesión. El número mejor clasificado al que se ha enfrentado Nadal ha sido al argentino Diego Schwartzman, 20º cabeza de serie, en los cuartos de final, después de haberlo hecho antes frente al excampeón del Abierto de Estados Unidos, el croata Marin Cilic, 22º favorito, que no pasa por su mejor momento de juego.

Nadal no ha cedido nada más que un set, el que le ganó Cilic por lo que en realidad llega a la final sin haber sido probado ante un rival que le pudiese medir el verdadero nivel de forma en el que se encuentra su forma física y su tenis.

Pero Nadal aseguró que se encuentra donde quería y más después de que hace un año quedara eliminado al tener que retirarse lesionado de la semifinal que disputaba contra el argentino Juan Martín del Potro debido a un dolor en la rodilla.

Ha tenido problemas con su cuerpo a lo largo de los años, especialmente cuando se trata de pistas duras que son menos indulgentes que las de hierba y tierra batida, pero en este momento, se ve saludable, sano y hambriento como siempre de triunfos.

Pero tendrá que probar su verdadero nivel cuando se enfrente a Medvedev, quien tampoco se ha tenido que enfrentar a jugadores Top 10 en el cuadro de la parte alta, pero que ganó en los cuartos de final al suizo Stan Wawrinka, un excampeón del Abierto.

Medvedev iba por una parte del cuadro en la que tendría que haberse encontrado con Novak Djokovic y Roger Federer, pero consiguió eludir a ambos. Al serbio, porque se retiró lesionado en su duelo con Wawrinka; y al suizo, porque lo eliminó el búlgaro, Grigor Dimitrov, 78º del mundo, contra quien Medvedev fue superior en el partido de semifinales: 7-6 (5), 6-4, 6-3.

Para el ruso suponía además alcanzar el 50º triunfo de la temporada, algo que no ha logrado ningún otro jugador del circuito de la ATP.

El ruso, de 23 años, se hizo un nombre por primera vez en el Abierto de Estados Unidos, al llegar a la final, pero también por ganarse la ira de los espectadores con los malos gestos que tuvo en la pista con un recogepelotas y luego el dedo mediano que le sacó al público.

Durante su entrevista en la cancha del viernes por la noche, Medvedev hizo referencia a su “torneo de controversias”, que incluyó acumular 19.000 dólares de multas y abucheos de los fanáticos la semana pasada, diciendo que sabía que “no sería fácil para el público” olvidar el incidente, pero que lo dará todo en la pista para ofrecer un gran espectáculo deportivo. - Efe