BURIRAM. Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) demostró ser un auténtico "caníbal" al buscar hasta la extenuación la victoria en el Gran Premio de Tailandia de MotoGP, en el circuito de Buriram, a pesar de que la segunda plaza tras el francés Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) le bastaba para proclamarse campeón del mundo por octava vez, la sexta en la categoría reina.

Márquez aguantó todo el tiempo tras la estela de Quartararo hasta que a dos vueltas del final protagonizó el primer intento de superarlo a final de recta y con una arriesgada maniobra por el exterior, pero fue en el último giro cuando, un poco después de ese punto, lo volvió a intentar con éxito y aunque Quartararo intentó devolver la acción en la última curva, Márquez tenía la lección bien aprendida del pasado año y volvió a ganar en Tailandia.

Primera nota destacada de la carrera fue el fallo en la moto del australiano Jack Miller (Ducati Desmosedici GP19) al que se le quedó la moto parada y tuvo que empujarla corriendo para salir último desde la calle de talleres, mientras el semáforo se apagó y Fabio Quartararo (Yamaha YZR M 1) se puso a tirar al frente de la prueba.

Tras Quartararo y a pesar de los intentos de Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) para que no fuese así, Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) cogió el rebufo del francés, con algún pequeño error al principio de la segunda vuelta que le hace irse largo aunque no perdió la posición.

El piloto francés protagonizó la vuelta rápida en el tercero giro en un claro intento de escaparse en solitario, pero pegado a su estela estaba un Marc Márquez que demostró desde los primeros instantes de carrera que quería sentenciar su octavo título mundial en Tailandia, aunque el italiano Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP19), el único que le podía amargar su objetivo, por entonces era cuarto.

Por detrás, Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) iba ganado poco a poco posiciones desde el noveno lugar en la formación de salida, y en la cuarta vuelta era sexto tras adelantar al español Joan Mir (Suzuki GSX RR), que iba por delante de su compañero de equipo Alex Rins y del italiano Danilo Petrucci (Ducati Desmosedici GP19).

Una nueva vuelta rápida de Quartararo recibió la réplica de Márquez en el quinto giro, sin que el francés consiguiese demasiada diferencia, pero sí que hizo la primera criba pues el trío de cabeza, con Viñales ya un poco más descolgado, tenía dos segundos y medio de ventaja sobre el grupo que encabezó Dovizioso y en el que estaban los también italianos Franco Morbidelli (Yamaha YZR M 1) y Valentino Rossi, además de Joan Mir y Alex Rins.

En apenas un par de vueltas más Quartararo y Márquez ya habían dejado descolgado a Viñales a casi tres segundos y el grupo de Dovizioso se encontraba ya a más de cuatro segundos, lo que le daba el título matemáticamente al piloto de Repsol Honda de concluir así la carrera tailandesa.

Nueva vuelta rápida de Fabio Quartararo en el décimo giro con el que intentó abrir un hueco respecto a Marc Márquez, que por entonces era de apenas seis décimas de segundo, pero en el siguiente el piloto de Repsol Honda le devolvió nuevamente la acción y aunque esa segunda posición le daba el título mundial, el líder del mundial parecía dar la impresión de querer "sentenciar" con un nuevo triunfo su octavo campeonato del mundo y el sexto en MotoGP.

Quartararo no consiguió quitarse la presión a la que le sometió Márquez, que en el decimosexto giro rodó literalmente pegado a la moto del francés y así se mantuvieron hasta la vigésima tercera vuelta, en la que Márquez hizo el primer intento de superar a su rival ¡por fuera a final de recta!

Dos últimas vueltas de infarto. Una moto pegada a la otra y en la segunda curva del trazado, en la última vuelta, consiguió superarlo por fuera para ponerse líder de la carrera y encaminarse hacia su octavo título mundial.

Viñales fue tercero, Alex Rins acabó en la quinta posición con Joan Mir séptimo, Pol Espargaró (KTM RC 16), a pesar de su lesión en el brazo izquierdo, decimotercero, y Tito Rabat (Ducati Desmosedici GP18), decimoséptimo, por delante de Jorge Lorenzo (Repsol Honda RC 213 V).

Aleix Espargaró se tuvo que retirar en el decimoséptimo giro con problemas mecánicos en su Aprilia RS-GP cuando se encontraba en una meritoria décima posición.

"GANÉ COMO HABÍA SOÑADO" Marc Márquez (Repsol Honda) ha asegurado que ha conquistado su sexto título de MotoGP como lo "había soñado", ganando la carrera del Gran Premio de Tailandia, y ha explicado que no se piensa "relajar" en las cuatro pruebas que restan, además de advertir de que comenzará el próximo año con "la misma presión, las mismas ganas y el mismo objetivo".

"Es como lo había soñado. Después de cómo se había puesto el campeonato, mi intención era intentar ganar la carrera; lo demostré desde el viernes, pese a la caída arriesgando también el sábado, y hoy creo que ha sido incluso más difícil que en Misano. Fabio -Quartararo- tenía un poco más, pero hemos aprovechado la velocidad punta. Hemos acabado el año, aunque quedan cuatro carreras, como se merecía Repsol Honda, con una victoria", señaló en declaraciones a DAZN.

A pesar de eso, el de Cervera confesó que en algún momento de la cita pensó en conformarse con la segunda plaza tras Fabio Quartararo (Yamaha). "Ha habido un momento en que sí, cuando me ha sacado casi un segundo, lo veía complicado. Pero he pensado que tenía que bajar. Físicamente estoy mejor que nunca, sabía que aguantaría toda la carrera al cien por cien, aunque he llegado al 'corralillo' mareado. Tenía ganas de hacerlo ganando", indicó.

"Cada año salen rivales nuevos; este año ha salido Quartararo, nadie le ponía en las quinielas. Hemos mejorado la regularidad y saber sufrir, esto lo demuestra la ventaja de puntos", dijo el catalán sobre los retos de este curso.

Todo en un año que empezó tras haberse sometido a una operación de hombro. "Parece lejos y parecía impensable empezar de esta manera el año. Uno de los objetivos era caerse menos, y lo hemos conseguido hasta ahora. Estamos yendo al límite y no me quiero relajar en ningún momento, porque quiero acabar el año y empezar bien el 2020. No nos relajamos", manifestó.

Con su octavo título de campeón del mundo, Márquez se queda a uno de los nueve que poseen los italianos Valentino Rossi y Carlo Ubbiali y el británico Mike Hailwood. "Son nombres importantes, estamos rodeados de leyendas del motociclismo. Es un orgullo, pero no quiero cambiar mi mentalidad ni mi método. Tenemos que disfrutar este año, pero el año que viene será la misma presión, las mismas ganas y el mismo objetivo", concluyó.