Pamplona - Preocupación en Basket Navarra por la situación en la que se encuentra el equipo, sin opciones para jugar en el grupo de arriba, por lo que no se descarta que tomen medidas para cambiar la dinámica proximamente. Además, en la entidad también están mirando el futuro económico del club, que aunque no preocupante, es bastante mejorable.

Basket Navarra se ha quedado sin opciones de jugar en el grupo de ascenso a LEB Oro, pero aún puede jugar la temporada que viene una categoría más arriba. El rocambolesco sistema de competición de esta categoría permite que el primero del grupo por la permanencia luche por los play off con siete equipos de la fase de ascenso.

Conclusión, que aún hay opciones de ascender, aunque remotas. Además, en el club se centran en salvarse como primer objetivo ya que de los doce equipos que estarán en el grupo, descienden la mitad: una sangría. Por todo esto no se descarta que se tomen decisiones en los próximos días para cambiar el rumbo de un equipo que no consigue encontrar una buena dinámica.

El club tiene poco margen, ya que se han ejecutado muchos cambios en la plantilla con la temporada comenzada y la FEB pone un límite de altas y bajas. Por eso no se descarta un cambio en el banquillo, aunque la satisfacción con la implicación, trabajo y trato con Xabi Jiménez es total, pero los resultados no terminan de llegar y eso que en las primeras jornadas el nivel del equipo fue altísimo.

De hecho, parte de culpa del desvarío de ese inicio a que el equipo no haya seguido en esa línea también se debe a los cambios obligados por las bajas no deseadas, como la de Jose Alberto Jiménez, quien se volvió a su casa por voluntad propia por razones aún difíciles de entender cuando debería haber sido un pilar del proyecto. Tampoco ayudó la inesperada marcha de Albert Real.

Todo esto con una plantilla cuyo fuerte era justo lo contrario, que aseguraba una continuidad inusitada en esta categoría. El propio Xabi Jiménez, optimista casi siempre, ha mostrado su preocupación en varios momentos de la temporada ante el rumbo que no terminaba de enderezarse.

Además, las lesiones tampoco han ayudado a que el grupo tenga continuidad. Las varias de Lamonte o la de Jorge Lafuente, que cuando estaba cerca de volver tuvo una grave complicación que aún lo mantiene renqueante.

Así pues, la situación es realmente complicada, y teniendo en cuenta que no parece que se vayan a hacer más cambios en la plantilla, no es descartable que se llegue a un cambio en el banquillo.

Más preocupación A todo esto, Basket Navarra tiene más frentes abiertos. El principal es el económico. El estado de la entidad rojilla no es malo gracias a la cantidad de empresas pequeñas que han apostado por el club con el programa de micropatrocinios que lanzó desde hace un tiempo. El problema es que ya llevan varias temporadas sin conseguir un patrocinador grande que permita a la entidad volver a tiempos antiguos (incluso mejor que entonces) y a competir con presupuestos de categorías superiores. La entidad sigue buscando esa empresa que les permita dar el salto con un patrocinio importante y, además, que no haga que el club dependa de muchas aportaciones pequeñas, sino que estas ayuden para crecer.