- El temor a no poder regresar a casa, por la interrupción del tráfico aéreo con destino a otros países en Rusia, pudo más que el propio coronavirus: el Torneo de Candidatos al título mundial, única competición internacional que sobrevivía en medio de la pandemia universal, ha sido interrumpido justo a mitad de trayecto por la Federación Internacional (FIDE).

El torneo de Ekaterimburgo (Rusia), del que saldrá, cuando termine en fecha aún desconocida, el retador del campeón del mundo, el noruego Magnus Carlsen, se inauguró el 16 de mazo envuelto en la polémica, cuando arreciaba la pandemia y las competiciones internacionales iban cayendo una tras otra como fichas de un dominó.

Antes de empezar, el azerbaiyano Teimour Radjábov, uno de los ocho clasificados, renunció a competir porque consideraba inadecuado mantener el torneo. Gracias a su renuncia entró el primer reserva, el francés Maxime Vachier-Lagrave, quien curiosamente es el líder en el momento de la interrupción.

El torneo se puso en marcha, pero el pasado domingo el ruso Alexander Grischuk reclamó públicamente la suspensión.

Cuando la mejor baza rusa en el torneo, Ian Nepomniachtchi, afirmó, justamente después de liquidar a Ding Liren en la sexta ronda, que no se encontraba bien de salud, los rumores sobre una posible suspensión se dispararon. Nepo, que tosía a menudo en la rueda de prensa posterior a la partida, reconoció que no estaba en su mejor momento.

Por su parte, el estadounidense Caruana y el holandés Anish Giri habían manifestado su preocupación de no poder abandonar territorio ruso cuando terminara el torneo, el 3 de abril, y ése ha sido el asidero argumental utilizado por la FIDE para poner fin al torneo.

Los resultados de las siete rondas ya jugadas seguirán siendo válidos cuando se reanude el torneo, al que le quedarán otras siete rondas por disputarse. Vachier-Lagrave y Nepo tienen 4,5 puntos; con 3,5 están Caruana, Giri, el chino Wang Hao y Grischuk; y con 2,5, el chino Ding Liren y el ruso Kirill Alekseenko.