- Un ergómetro de piragüismo permite a la pamplonesa Amaia Osaba simular el entrenamiento de un kayak en tierra. Es una turbina centrífuga que imita la resistencia del agua y regula la salida de aire para dar mayor intensidad a la palada. Esta piragüista de 44 años, con dos medallas en el Mundial de maratón y cinco en Europeos, asume con responsabilidad vivir distanciada del río y el mar durante al menos mes y medio. Para retomar el contacto con la naturaleza la mejor deportista navarra de 2019 se reconforta de momento con salir al balcón, sentir el sol y respirar aire fresco.

¿Cómo lleva estar encerrada una persona cuya actividad se desarrolla en plena naturaleza?

-Como la situación es la que es y estoy bien de salud, no lo llevo mal. Ya tengo todo organizado con horarios y no me está costando demasiado. Como esto va día a día, sólo nos queda esperar a las instrucciones acerca de cuándo se va a poder salir y qué se va a poder hacer para plantearnos otras cosas diferentes.

¿Cómo es su día a día?

-Me levanto a las 8, que es mi hora habitual. Hasta las 11 hago cosas en el ordenador relativas al club o a los entrenamientos y a las 11 empiezo a entrenar. Tengo un ergómetro que no es de remo, sino de piragua. Es una máquina estable de kayak. Y también tengo una bici estática. Después de comer aprovecho las diferentes formaciones y charlas que se están impartiendo por internet relacionadas con el tema del deporte y rendimiento y otras de deporte y salud, que me resultan muy interesantes. Me gusta sacar tiempo para leer y ahora he retomado el clarinete. Estuve muchos años en el conservatorio y aprovecho para tocarlo. Por lo demás, me gusta que haga buen tiempo y salir al balcón a respirar y tomar el sol. Independientemente de que mi deporte sea en la naturaleza, yo creo que todos necesitamos ese contacto con el aire fresco. A mí me da alivio.

¿Echa de menos el contacto con la naturaleza?

-Sí, pero no tengo ansiedad. Como la situación es seria, mi cabeza se ha hecho a la idea de que no se puede salir. No es una circunstancia de una lesión. Eso e crearía otra ansiedad. Ahora me apetece volver a la piragua, pero cuando sea el momento. Esto es una emergencia y me he ido acomodando a las circunstancias.

Ha aceptado bien la situación.

-Eso es. Primero aceptar, y después ver qué cosas te pueden ayudar a contactar con tu ámbito. ¿Salir al balcón? Pues salgo al balcón y respiro.

En febrero recibió el galardón a la mejor deportista navarra después de un 2019 redondo en cuanto a resultados deportivos. ¿Este parón trastoca el momento actual de su trayectoria?

-Haber aceptado la situación no me genera ansiedad por haberme perdido algo. Estaba entrenando bien. Todos los años tengo la sensación de que entreno bien, planifico bien, estoy motivada y rindo al nivel que tengo. Este año también me estaba encontrando superbien, pero no tengo sensación de ansia por todo lo que me estoy perdiendo, de no poder competir... Lo que quiero es poder ir al río o al mar cuando llegue el momento, me apetece un montón. No sabemos si va a haber competiciones, porque va a ser difícil que el calendario se reajuste. Pero sólo que llegue ese día de poder ir al río o al mar, independientemente de si puedo después competir o no, va a ser algo muy bueno. Por lo demás, no conviene pasar el mal trago o estar agobiada por si habrá competición o no. No tengo sensación de pérdida, sino de que hay que ir paso a paso siguiendo las instrucciones y nada más.

En 2020, ¿cuál era su calendario?

-Todas las competiciones que teníamos en España hasta finales de junio se han aplazado y algunas no se sabe ni si se podrán celebrar. Y a nivel internacional se están suspendiendo Campeonatos de Europa y Campeonatos del Mundo. Queda alguna regata que todavía está entre interrogantes. Todo el calendario está en el aire y no puedo hacer previsiones de Campeonato de Europa o del Mundo, porque ni siquiera sé si se van a poder celebrar en las fechas que determinen. Ante todo esto, intento mantener la forma física por un tema de entretenimiento y de salud, y porque me gusta y me hace sentir bien. No quiero que esto sea una presión. Después, en los temas de formación, intento aprovechar el tiempo y profundizar en lo que me gusta.

Además de su faceta como deportista, es también entrenadora de piragüismo y presidenta del club. ¿Cómo se desenvuelve sin poder salir de casa?

-En el club de Piragüismo Pamplona las entrenadoras intentamos mantener a los grupos con la tensión y que no se vengan abajo y caigan en una rutina de sedentarismo. Diariamente contactamos con ellos por whatsapp, les ponemos unos entrenamientos y por la noche les preguntamos cómo ha ido. Nos mandan alguna foto, algunos lo hacen por Internet... Las estrategias son diferentes en función de las edades, los grupos y la motivación que tienen. Se les manda también alguna foto de competiciones que tuvieron para motivarles y estoy muy contenta por cómo están respondiendo y porque están integrando los entrenamientos en su rutina en función de los estudios y la vida familiar. Está bien, además, porque incrementa la sensación de pertenencia al club. Al ser un deporte minoritario tiene una implicación sentimental y de motivación muy grande. Por eso sentirse parte del club es siempre algo positivo.

¿Qué nos va a enseñar esta pandemia?

-Ya lo veremos. De momento nos ha enseñado a organizarnos, pero a nivel social está por ver lo que depara. En mi caso, tener una rutina diaria es muy importante para no venirte abajo. Y tienes que esforzarte y tener la fuerza de voluntad suficiente para mantenerla, porque después tu tiempo de ocio se coge con más ganas.