- Los hermanos Nico (24/06/1996) y Manu Quijera (13/01/1998) son dos de esos casos especiales de hermanos que compiten en una misma disciplina y que, además, lo hacen al más alto nivel. Los jabalinistas navarros están en el top 50 mundial, además de encabezar las dos primeras posiciones en España. Nico es el vigente campeón de España y Manu el subcampeón.

Como todos los atletas, los hermanos Quijera se vieron obligados a parar en seco sus sesiones de trabajo en Larrabide por culpa de la pandemia de covid-19, unos entrenamientos a los que hace tres semanas pudieron volver después de dos meses de trabajo en casa.

Una preparación en casa de la que los hermanos Quijera son conscientes de que fueron unos afortunados, ya que disponían de todo el material necesario para ejercitarse en Zulueta, donde pasaron la cuarentena, con jardín y garaje que hacía de gimnasio.

"A diferencia de otros atletas hemos podido hacer desde casa todo el entrenamiento. Lo único que no hemos hecho es lanzar", afirma Manu, para el que, sin embargo, la vuelta a las pistas no está siendo la deseada. Una lesión que arrastra desde diciembre no le está permitiendo lanzar con normalidad. "Tengo una especie de artritis en el codo derecho. Normalmente, para resolver el problema se hace una limpieza de la articulación, pero en mi caso todavía es pronto para hacerlo, pero por ahora única diferencia en los entrenamientos es que ahora no estoy lanzando con el brazo derecho. Sí que lo estoy haciendo a veces con la izquierda, pero para no olvidarme. El resto de ejercicios sí que puedo hacerlos", confiesa Manu.

Por su parte, para su hermano y rival, Nico, la vuelta a los entrenamientos en las pistas sí que está siendo en buenas condiciones físicas, algo que, confiesa, "se echaba de menos". "Después de tantos días en casa entrenando volver a las pistas ha sido un alivio. En casa a veces te faltaba motivación y en la pista acabas recuperando las sensaciones. Llevamos ya tres semanas y los entrenamientos están siendo muy buenos. Tenemos la pista de Larrabide casi para nosotros solos y estamos entrenando bien. Solo nos queda tener objetivos de competición para afinar las sesiones", declara Nico.

Una ausencia de competición que hace que para los Quijera, los objetivos a corto plazo sean inexistentes. Sin embargo, en la mente de Nico y Manu está Tokio 2021, unos Juegos Olímpicos que ya estaban mentalizados, pero para los que su aplazamiento les va a permitir prepararlos con más intensidad.

"A principio de temporada tenía en el punto de mira los Juegos de Tokio. Ahora con el aplazamiento, viendo el lado bueno, tengo un año más para prepararme. Creo que me ha venido bien en ese aspecto, ya que iba a estar un poco al límite de si poder ir o no", asegura Manu. "En la cabeza están los Juegos de 2021. De alguna forma, los entrenamientos que estamos haciendo ahora es mirando hacia eso. Es el objetivo número uno", añade Nico.

Pero la normalidad en el regreso a las pistas de Larrabide no ha sido total. Cada día, Nico y Manu tienen que seguir un estricto protocolo para acceder a las instalaciones, que van desde el uso de mascarilla al entrar, desinfectar el calzado y manos y mantener la distancia de seguridad con los otros atletas y entrenadores. Además, tanto Nico como Manu tuvieron que pasar el primer día una prueba que acreditase que no padecían el covid-19.

Un primer día de entrenamiento que ambos aseguran "nos lo tomamos con calma después de tantos meses en casa", pero que poco a poco, con el paso de los días, van notando cómo recuperan las sensaciones previas a la cuarentena.

"El primer día nos encontramos con Idoia Mariezkurrena, nuestra entrenadora, y cogimos unas jabalinas para lanzar un poco, pero nada intenso. En mi caso, al lanzar vi que me dolía el codo y tuve que parar", relata Manu. "La primera semana costaba un poco empezar. Me notaba duro al lanzar, con poca flexibilidad en el hombro. Al final era como volver a pretemporada. Con el paso de los días ya he ido recuperando la movilidad y la flexibilidad en el hombro. Se ha visto claro que ha habido una evolución", comenta Nico.

Los dos jabalinistas navarros coinciden en que las sensaciones entrenando con jabalina en Larrabide y hacerlo en casa es diferente, sobre todo, afirman "por la motivación que te da".

"Fue un alivio volver a las pistas. En casa lo hacías un poco con desgana, entrenar por entrenar. Cuando ya vas a la pista ya sí que es un ambiente de entrenamiento más serio que te hace dar un poco más", reflexiona el pequeño de los Quijera. "Estos dos meses de parón nos ha hecho valorar lo que teníamos hasta ahora. Ahora se disfrutan más los entrenamientos. Ir a Larrabide, lo que antes se podía convertir en una rutina, ahora es una motivación", añade el hermano mayor.

Unas sensaciones que esperan vayan mejorando con el paso de los días y con la programación de un calendario que les haga tener un objetivo en los entrenamientos. El mes que se maneja desde la Federación Española de Atletismo para la celebración de una prueba a gran escala es septiembre, con el Campeonato de España, una fecha que los hermanos Quijera esperan se pueda llegar a celebrar, sea con público o a puerta cerrada.

"Organizar un Campeonato de España a finales de agosto o septiembre creo que podría ser viable. Poco a poco vamos avanzando en las fases y esperemos que la situación se vaya normalizando. Sería raro celebrar cualquier campeonato a puerta cerrada. El público siempre le da un plus de motivación, pero es algo a lo que nos tendremos que ir acostumbrando", afirma Manu.

"Para celebrar un campeonato será clave tener dos meses previos en los que se pueda entrenar con normalidad en todos los sitios para poder hacerlo y que de alguna forma haya igualdad de posibilidades para los atletas de cualquier territorio. Lo que está claro es que, si se tiene que hacerlo sin público, será raro", relata Nico.

Lo que los hermanos Quijera esperan es que, más pronto que tarde, puedan volver a esa competición para seguir con la rivalidad que les caracteriza dentro de las pistas. Una rivalidad que afirman es "sana", ya que son dos formas de ver la competición, como atleta y como hermano. "Competir con Nico tiene dos caras. La del hermano y la confianza que tienes con él, y la del rival contra el que tienes que luchar. Es curioso, porque siempre quieres lo mejor para él, pero lo quieres sin que te supere a ti", confiesa Manu. "Si para nosotros es raro, para nuestros padres lo será más aun tener a sus hijos compitiendo por el mismo objetivo. Pero la relación entre nosotros es muy buena, siempre hemos tenido rivalidad tanto dentro como fuera de la pista", añade Nico.

"Estamos entrenando sin objetivos a corto plazo, pero sí que están en nuestra cabeza los Juegos de 2021"

Lanzador de jabalina

"Las sensaciones al volver a las pistas cambian, sobre todo en la motivación. Es un ambiente más serio"

Lanzador de jabalina