- Iker Vicente (Otsagabia, 1997) ha demostrado en más de una ocasión que es un deportista con hambre. Lo hizo en un gran 2019, en el que se convirtió en el campeón más joven de Euskadi, con tan solo 21 años.

Sin embargo, el 2020 prometía incluso más para el navarro. Clasificado para la final del Parejas, iba a disputar el Campeonato del Mundo en Australia en abril, pero la explosión de la pandemia del coronavirus impidió a la joven estrella del aizkora poder realizar dicha tarea.

Pero los giros del destino van a permitir a Vicente poder hacer dos grandes actos a la vez. Uno, personal, y otro colectivo. Este domingo, el de Otsagabia intentará, en el Navarra Arena, romper un récord que lleva intacto 25 años. Es el que está en posesión de otra leyenda navarra del aizkora como Donato Larretxea.

Larretxea consiguió, un 15 de agosto de 1996, el mejor registro en cuanto a corte de 14 kanaerdijos (troncos de 54 pulgadas). Consiguió cortarlos todos en tan solo 27 minutos y 17 segundos. El baztandarra logró algo que nadie más ha podido plantearse en mucho tiempo, hasta que Vicente se lo ha propuesto.

El joven aizkolari de Otsagabia afrontará este domingo 14 de junio la prueba, y lo hará delante de las cámaras de televisión. Y es que Euskal Telebista emitirá la prueba solitaria a la que se enfrentará Vicente. Solitaria, porque no tendrá rival, sino que será él en singular. Será a partir de las 12.00 horas en ETB1 y en internet, en lo que será el retorno de una prueba de herri kirolak tras la explosión del covid-19.

Pero lo más importante, en realidad, estará en la función colectiva que tendrá el evento. El objetivo es puramente solidario, teniendo como mayor fin alcanzar el máximo de aportaciones económicas para luchar contra la pandemia. Las donaciones que se recauden se destinarán a la investigación de innovaciones en cuanto al coronavirus, en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.

Vicente cuenta para este periódico cómo ha vivido el confinamiento, pero también cómo apareció la idea en su cabeza para poder ayudar a más gente, y de paso que se pueda volver a disfrutar de aizkora de primer nivel, después de tantos meses de sequía para los amantes del herri kirolak.

¿Cómo surgió la idea de batir este récord?

-Cuando estábamos confinados, le daba muchas vueltas a la cabeza sobre cómo podía ayudar. Pensé que quería aportar algo a esta situación del coronavirus. Lo que sé es cortar troncos, y se me ocurrió poder hacer un evento donde podríamos conseguir fondos, y aportarlos a la investigación. Para que tuviese más alicientes para la gente, pensé en batir un récord, este en concreto de Larretxea, que es toda una leyenda.

Y que, además, lleva vigente 25 años.

-Llevaba muchos años, y al principio se me pasó por la cabeza, pero como tampoco podíamos entrenar en el confinamiento al 100%, no lo veía muy viable. Me empecé a sentir bastante bien, me veía bien cortando, y al final me he decidido por hacerlo.

Al inicio del confinamiento dijo que se le hacía difícil entrenar en casa porque no disponía de madera, pero una vez ha podido conseguirla, ¿ha entrenado con normalidad?

-No tenía madera y además no podía ir a mi gimnasio de Pamplona, al ser de Otsagabia. Tampoco podía salir de casa para correr o hacer bici, por lo que me las ingenié y conseguí un rodillo para hacer bici y, al menos, ganar en resistencia. Y también unas máquinas viejas de mi padre, que las apañé. Luego, con madera, he entrenado bastante bien. El corte lo he hecho igual. Y lo que es gimnasio bastante bien. Me las he apañado bien.

¿Cómo se ha motivado estos meses?

-Ha habido un trabajo para la motivación. He tenido días que lo veía algo negro, en cuanto al futuro. Mis padres me han ayudado también, porque ellos son de este mundo. y con ellos también logro mi motivación. Me han ayudado mucho para tirar hacia delante y sentirme mejor.

¿Cómo se siente de cara al domingo? ¿Se notan los meses sin competición real?

-En casa entrenas, pero el ritmo de competición se coge compitiendo. Al estar tanto tiempo sin hacerlo, tienes la cosa de pensar cómo estaré y demás. Pero en los entrenamientos me encuentro muy bien, por lo que iremos a tope para lograr el récord.¿Tienen noticias al respecto de las exhibiciones de verano?

-Teníamos todo suspendido hasta ahora, pero para septiembre me han llamado para un par. Parece que se va a empezar a mover. En cuanto a competiciones, en julio empezamos con ellas, así que, para cómo se veía el futuro, estamos muy contentos.

Imagino que la desescalada le habrá venido bien.

-Soy una persona muy activa, y siempre me muevo mucho. Para trabajar la resistencia me gusta correr o andar en bici por los montes de mi pueblo. Estoy ya acostumbrado, y de hecho con la desescalada he vuelto a mi entorno, al monte, donde más a gusto me siento.

¿Cómo se pensó, en concreto, en el CIMA para la donación?

-Quería aportar mi granito de arena a la causa, para la investigación. Me puse a mirar la gente que lo estaba intentando, que estaba trabajando con el coronavirus. Vi que el CIMA tenía algunos proyectos bonitos, pioneros e importantes, y me decidí por que la donación fuese para ellos.

El hecho de que sea emitido por televisión, por ETB, motivará mucho a los demás aizkolaris.

-Yo creo que sí, porque vuelve a estar todo en la tele, y vuelve a empezar todo. Es empezar a mover el aizkora otra vez, que es importante para todos los que nos dedicamos a esto. Se viene una situación difícil, por lo que es importante que la gente sepa que el aizkora vuelve de nuevo.

2019 fue muy bueno para usted y 2020 prometía bastante, con el Mundial y la final del Parejas. Ahora que ya ha pasado tiempo desde que explotó la pandemia, ¿cómo se siente de cara al futuro?

-Sentía el futuro oscuro. No pude ir al Mundial, pero iré con más ganas al de 2021, debido a que se pospuso. Al menos tenemos competiciones a la vista, por lo que me siento muy contento y tengo ganas de volver a las competiciones y a las exhibiciones.

Cambio de planes. Pese a que al inicio parecía que el evento iba a ser sin público, al igual que el resto de eventos deportivos, Iker Vicente confirmó que se les ha comunicado que podrá haber público en el Navarra Arena para la celebración del evento, algo que es pionero en este sentido, tras la cancelación de tantos eventos deportivos y la reanudación de otros a puerta cerrada. "Estamos contentos por esa parte. Con esos ánimos de la afición será mucho más ameno, y se agradece bastante. Sin público y sin rival hubiese sido extraño. Hacerlo sin público hubiese sido algo frío", señala Vicente.

"Ví que el CIMA era pionero aquí en cuanto a la investigación del covid-19, y pensé que sería genial que los fondos fueran para ellos"