- Garbiñe Muguruza se despidió ayer del torneo de Roma, de categoría Premier para la WTA, después de caer en semifinales ante la número dos del mundo y primera cabeza de serie, la rumana Simona Halep, en tres sets (6-3, 4-6, 6-4).

Muguruza, que el sábado igualaba su mejor participación en la capital italiana -una penúltima ronda que ya alcanzó en 2016 y 2017-, acusó el cansancio acumulado y las molestias en el abductor izquierdo. A pesar de que plantó batalla, cedió ante Halep en dos horas y 17 minutos.

Después de desaprovechar cuatro bolas de break, se plantó 5-1 abajo en el set inaugural y, aunque logró enlazar dos juegos consecutivos, no pudo evitar que la rumana le rompiese su servicio en el noveno y último juego para adjudicarse la manga.

Sin embargo, sí aprovechó el festival de roturas que caracterizó al segundo parcial, en el que desde el 4-2 con ventaja para Halep ganó cuatro juegos seguidos para igualar la contienda.

La número dos del mundo enmendó sus errores en la manga definitiva, donde mostró su fortaleza con un 4-0 de salida. Aunque la número 17 del circuito respondió con hasta tres quiebres, intercalados con otro de Halep, la rumana cerró el set y el partido al resto en su primera oportunidad.

Muguruza, que el miércoles entrará en París en la burbuja de Roland Garros -torneo que empieza el 27 de septiembre-, aseguró que se va de la capital italiana con “muchas cosas positivas”. “Mi objetivo era competir en Roma, obviamente quería ganar, pero he jugado buenos partidos, contra grandes rivales y tengo muchas cosas positivas que llevarme. Ahora, me toca descansar y recuperarme. Jugué partidos, hice buenas victorias así que comparado con el Abierto de Estados Unidos, seguro que me siento mejor”, explicó.