- No ha sido un año fácil. La pandemia de coronavirus ha puesto patas arriba absolutamente todo. Pero hoy, último día de 2020, sin duda habrá quien saque motivos más que suficientes para brindar. Y uno de ellos será el filial del Helvetia Anaitasuna. El equipo pamplonés cierra este convulso año en un momento dulce. Es líder del Grupo C de la Primera Nacional, con pleno de victorias, y eso que sólo ha podido disputar nueve de los 12 encuentros previstos hasta la fecha. Y es más. Aventaja en un punto al segundo clasificado, el Eibar, que ha podido jugar 11 encuentros.

Esta manifiesta superioridad de Anaitasuna se debe sin duda a un éxito colectivo, a un trabajo grupal. Pero también es evidente que el equipo ha tenido esta temporada un revulsivo con nombre propio: Karlos Arrasate. El capitán, de 27 años, ha regresado después de superar dos operaciones de rodilla que le han mantenido fuera de las pistas casi dos campañas. Ha vuelto a ilusionarse con el balonmano, deporte del que no se ha despegado este tiempo, aunque desde otras facetas como la de entrenador. Y ha cogido las riendas de nuevo de un vestuario muy joven, aportando sobre todo experiencia.

"Estoy muy contento con la vuelta a las pistas. Siempre que regresas de una lesión estás con el subidón y todo te sale bien. Al menos a mí me ha pasado eso. Quizás luego haya un poco de bajón, pero voy poco a poco. Hay que adaptarse a todo de nuevo", asegura el central navarro.

Desde su época de cadete, Karlos Arrasate arrastraba problemas en sus rodillas. Hace dos años se operó de una, intentó volver a jugar y "la otra empezó a cuestas". "Así que dije, hasta aquí". Optó por pasar por el quirófano también con la segunda y no ya tanto por jugar al balonmano de nuevo, sino más bien "para hacer vida normal". Una decisión acertada, ya que "fue mucho mejor que la primera operación". "Nada más operarme, estuve en Sakro para la rehabilitación, con Fermín Azanza, y todo fue estupendamente", recuerda.

Hacia marzo, y debido a su buen ritmo de recuperación, decidió hablar con el entrenador del filial de Anaitasuna, Carlos García, para volver a los entrenamientos. Y entonces llegó una pandemia mundial. Algo que no frenó el objetivo de Arrasate. "Aproveché la cuarentena para ponerme a tono. Perdí unos 9-10 kilos. Ya que íbamos a estar metidos en casa, por lo menos me iba a poner en forma. Así me lo tomé", relata.

Ahora, después de tres meses de competición, las cosas no le pueden ir mejor. Atraviesa un buen momento sobre la pista y su equipo es líder de grupo en la Liga regular. Contando además los partidos por victorias. "No podemos acabar mejor el año. Aunque reconozco que no esperábamos estar así a estas alturas. Equipos como el Eibar empezaron muy fuerte, ganando todos los encuentros, mientras que a nosotros nos los aplazaban. Pero los partidos están saliendo bien, los estamos ganando y, aunque es verdad que en algunos hemos pasado alguna racha más justa, los triunfos son con bastante solvencia. Así que estamos muy contentos", asegura.

Karlos Arrasate tiene claras las razones por las que Anaitasuna atraviesa este momento tan dulce. "Yo creo que es por todo lo que entrenamos. Al final son tres sesiones de gimnasia a la semana, más cuatro de entrenamientos. Y, además, todos los días entrenamos bastante gente. No se falla, hay ritmo competitivo y así es como se mejora. El compromiso del equipo está siendo altísimo. Siempre ha sido así. Los chavales entrenan a muerte", constata.

Con 27 años, el central navarro capitanea un vestuario de gente muy joven. Saca cinco años al segundo que más edad tiene en la plantilla. Él se lo toma con buen humor. "Aquí parece que soy el abuelo, pero en cualquier equipo de la Liga creo que estaría en la media de edad. Si bien es verdad que este año me está tocando jugar con los chavales a los que he entrenado yo en Anaita", dice entre risas.

Su faceta de entrenador no la pierde. Es algo que le gusta. Y así seguirá en 2021. Un año que confía en que sea positivo para el equipo. "Espero que sigamos con el nivel que estamos demostrando, a ver si no tenemos altibajos. Que las lesiones nos respeten. Y que se pueda terminar la competición. A ver si con la vacuna, se arregla todo esto un poco".

También para Uharte, Beti Onak y San Antonio. La primera vuelta de la Liga regular en la 1ª Nacional se retomará el 17 de enero. El día 10, Anaitasuna recuperará uno de los partidos aplazados por la covid, el que le enfrente a Zaragoza Ademar. Será uno de los tres que tiene aún pendientes. Y es que los aplazamientos han estado a la orden del día y más en Navarra, con las restricciones sanitarias que sufrió. En el caso del Beti Onak, aún tiene pospuestos también dos encuentros. De momento, es 7º en la tabla con 11 puntos en diez partidos -5 ganados, uno empatado y cuatro perdidos-. El BM Uharte, por su parte, tiene pendientes aún tres enfrentamientos. Ahora mismo es 8º con 10 puntos en nueve choques -5 victorias y 4 derrotas-. El que también va poniéndose al día es el Distriplac San Antonio, que le restan dos aplazados. Hasta la fecha es 9º en la clasificación, con nueve puntos en diez duelos -4 ganados, uno empatado y 5 perdidos-.

"Parece que con 27 años soy el abuelo. Pero en cualquier equipo estaría en la media de edad"

"No podemos acabar mejor el año, aunque reconozco que no esperábamos estar así"

Capitán del Helvetia Anaitasuna