François Beoringyan (4/10/1974, El Chad) llegó a Pamplona desde París en 2002 y empezó a enseñar atletismo, su gran pasión, en la escuela del Pamplona Atlético. Ahora, 19 años más tarde, es el entrenador de Asier Martínez, Nerea Bermejo e Izaskun Turrillas, tres flamantes campeones de España en pista cubierta. Swan, como le llaman sus amigos, es un hombre tranquilo, sonriente y de ojos risueños. Tiene una mirada mágica con la que llevó a Asier Martínez y a Nerea Bermejo a las vallas y con la que analiza meticulosamente cada gesto técnico de Izaskun Turrillas en altura, una disciplina que él practicó durante años.

El entrenador del Grupompleo Pamplona Atlético se muestra emocionado por los increíbles resultados logrados por sus pupilos en Madrid. “Estoy muy contento, sobre todo por ellos, que llevaban casi cuatro meses entrenando para este momento y han hecho un gran esfuerzo. Lógicamente, como entrenador también estoy orgulloso y con una alegría tremenda, pero es verdad que ya me lo esperaba. Había unas sensaciones muy positivas y una trayectoria que nos decía que, haciéndolo bien, iban a estar ahí”, relata.

Pese a considerarse un entrenador tranquilo, François reconoce que sufrió durante las carreras. “Pasé muchos nervios, sobre todo antes de las pruebas porque siempre te da miedo que noten alguna molestia o que tengan problemas con los tacos en la salida. Pero donde peor lo paso es en altura porque he sido saltador y el concurso es más largo, da tiempo a sufrir más. Encima, empezó la competición e Izaskun hizo alguna cosa rara técnicamente que no suele hacer. Yo decía: ‘A ver, como no cambie la dinámica y vaya mejorando en las alturas clave va a ser problemático’. Y, cuando ya saltó el 1.78 y se quedó campeona, parece que se tranquilizó un poco y es cuando empezó a saltar bien. De hecho, casi pasa el 1.83. El resultado final fue increíble, pero acabé agotado por los nervios”, confiesa.

François Beoringyan, junto a Izaskun Turrillas.

François Beoringyan dirige con una dedicación admirable a unos 20 atletas de diferentes edades y disciplinas en el conocido como SwanTeam. “Paso muchos días y muchas horas en Larrabide. Como soy autónomo, me puedo organizar un poco los horarios y la ayuda del Pamplona Atlético y de la Federación también es importante. Me puedo permitir renunciar un poco a mi trabajo como entrenador personal y dedicarle más tiempo a los atletas. Al final, son seis días a la semana, cuatro o cinco horas al día y, si añades las competiciones, todavía más. Pero el atletismo es mi pasión y estoy muy a gusto en el club. Llegué a Pamplona en 2002 y la verdad es que encajé muy bien. Se me acogió muy bien, primero como atleta y luego como entrenador. Quiero dar las gracias a gente como Francis Hernández, Juan Carlos Razquin o Josetxo de Sala, que me dieron la posibilidad de trabajar en el club. Ahora, el club, de la mano de Pablo Branchi y la Federación también me están ayudando mucho. Tengo muchos amigos y me siento muy querido, como en casa”.

El técnico tiene clara la clave del éxito de su grupo: una buena planificación y un meticuloso análisis técnico. “Hace cuatro o cinco años, tuve la suerte de que vinieron unos cubanos a entrenar a Pamplona con el entrenador Alexander Navas, que me hizo un curso acelerado de planificación y, desde entonces, solemos conseguir que los atletas lleguen en su mejor estado de forma a los grandes campeonatos. Además, soy un poco maniático de la técnica. A veces soy un poco exagerado, pero yo creo mucho en la técnica, que es la base de todo. Si uno tiene buena técnica, sus resultados no van a cambiar mucho y, el día que esté bien físicamente, la va a romper como hicieron Nerea y Asier”, resume.

Asier Martínez se proclamó campeón de 60 metros vallas con un tiempo de 7.63, récord nacional sub-23 y quinta mejor marca española de la historia. “Es un gran trabajador. Estos dos últimos años ha dado un paso enorme en todo el tema de alimentación, descanso y ha elevado la calidad de los entrenamientos. Diría que casi todo el mérito es suyo, porque ha puesto el doble de esfuerzo. De joven era saltador de altura, pero tenía una gran técnica natural de vallas y yo estaba convencido de que era vallista. El tiempo nos ha dado la razón. Su base técnica ya está asentada y tiene un futuro muy interesante. Él sale en siete apoyos, como casi todo el mundo, pero luego tiene una aceleración espectacular, y un gran sentido de la rítmica. Podría hacer la carrera con los ojos cerrados”, asegura.

François Beoringyan, con Asier Martínez tras el Campeonato de España bajo techo.

François tampoco se queda corto al elogiar a Nerea Bermejo, que fue oro en el 200 con una marca de 23.54, récord navarro y también quinto mejor tiempo nacional de todos los tiempos. “Para mí, aunque tiene una gran velocidad punta, no es velocista. Yo siempre le he dicho que la velocidad la tiene y la tendrá siempre, pero que le va a dar mejores resultados si la aprovecha en una prueba de vallas. Nerea tiene un gran margen de proyección y vamos a seguir igual, preparando las vallas, aunque la gente diga lo contrario. Ella es muy trabajadora, con una dedicación tremenda y tiene un potencial enorme”.

De cara al futuro, el técnico desea que sus atletas den el salto a competiciones internacionales, pero no quiere plantearse objetivos demasiado ambiciosos. “La mirada la tenemos puesta en metas alcanzables, como el Europeo sub-23 y tener unas marcas que nos hagan pensar que, con un plan de cuatro años, nos podríamos plantear ir a París 2024. Creo que no es bueno plantearse metas demasiado altas porque genera una presión inútil. Por el momento, están ya rozando las competiciones internacionales y ese es el siguiente paso. Tokio sería un premio, pero no es un para nada un objetivo”.

El entrenador del Grupompleo se suma a la petición de una pista cubierta en Navarra después de la nueva exhibición del atletismo foral este fin de semana en Madrid, con cinco medallas en el nacional bajo techo. “Somos de las pocas comunidades que no tienen instalaciones cubiertas y el invierno en Pamplona se hace largo. Algunos pensarán que es un capricho, pero el atletismo navarro ha crecido mucho en los últimos años y Larrabide se ha quedado pequeño. Además, los atletas tienen que salir de Navarra para competir. No pedimos una pista de 200 metros, pero creemos que un módulo cubierto o una instalación desmontable es más que necesaria. Es una pena que gente como Izaskun, que es campeona de España entrenando bajo la nieve, puede que no conozca como atleta una pista cubierta en Navarra. Por momentos, nos parecía que estaba hecho, pero ahora nos vuelven a decir que es muy caro y que es imposible. Es una auténtica pena”, concluye.