El esfuerzo tiene su recompensa y para Irati Etxarri (26/07/1998, Pamplona) el premio ha sido doble. La jugadora navarra recibió la semana pasada los galardones a mejor ala-pívot y mejor jugadora nacional de la Liga Femenina por su gran temporada con el Cadí La Seu. Ha liderado al conjunto catalán hasta el cuarto puesto en la fase regular, consiguiendo una muy buena plaza para el play off. Esta temporada ha sido la de su consagración, como se vio en noviembre del año pasado con la primera convocatoria con la selección nacional. Sin embargo, las últimas semanas no han sido las mejores de su carrera. Hace tres jornadas sufrió un esguince de tobillo que le ha tenido apartada, pero espera estar completamente recuperada para jugar este fin de semana el primer partido de las eliminatorias. Su primera gran lesión que le han servido para conocerse a sí misma y adquirir “nuevas experiencias”, una de las facetas de la vida que más valora.

Ha sido elegida mejor ala-pívot y mejor jugadora nacional de la Liga Femenina. ¿Esperaba recibir estos premios?

-Durante todo el año, se va viendo el trabajo y los números, que en este caso son los que definen estos premios, también los conoces porque son físicos y es algo que vas haciendo durante todo el año, pero no deja de hacer ilusión. Tanto en el momento que te comunican que estás entre las tres seleccionadas, como cuando te lo confirman. Es un reconocimiento a todo el trabajo que vas haciendo durante años y al final recoges los frutos.

Ha compartido la candidatura a mejor jugadora nacional con Cristina Ouviña y Vega Gimeno, dos jugadoras ya contrastadas en la liga. ¿Siente que ha alcanzado ese escalón?

-Decir que estoy en el mismo escalón que ellas, creo que son palabras mayores. Es verdad que esta temporada las cosas han ido muy bien, han ido de cara. Pero el camino a recorrer hasta llegar a ser una jugadora, en este caso como ellas dos, es largo. No voy a negar que es un orgullo y disfruté estar ahí, con ellas, simplemente en la misma línea. Al final la gente lee: Cristina Ouviña, Vega Gimeno e Irati Etxarri, ostras. Cuando me dieron el premio, a la gente más cercana les decía: “Creo que no soy consciente del valor que tiene esto y lo difícil que es”. Hasta que no pase un tiempo y esté en una fase más difícil de mi carrera, realmente no me daré cuenta de este momento que estoy viviendo ahora.

¿Necesita un tiempo de reflexión para asimilar lo que ha sido esta temporada?

-Eso ya está digerido, el premio está entregado y si tiene algo bueno, tampoco tan bueno, es que ha llegado cuando estaba lesionada. Estar fuera de la dinámica de equipo y de competición me ha beneficiado porque aunque haya perdido un poco el foco, con entrevistas y muchas felicitaciones, que son cosas superpositivas pero que no te dejan descentrar de lo que estás haciendo. Al estar lesionada, aunque estuviera trabajando a tope en el tobillo, estaba más calmada y tenía más tiempo para asimilar. Está digerido, pero creo que todavía no le doy el valor que tiene.

Si le dicen hace justo un año que ahora estaría en esta situación tan buena, ¿lo creería?

-Buf, no lo sé, pero sí, podría creérmelo. Soy una persona muy positiva que confía mucho en el trabajo y en una misma. No es un sí seguro, pero no diría que es imposible. Sería un cincuenta, cincuenta.

“Soy una persona muy positiva y confío mucho en el trabajo y en mí misma”

Este año también ha sido el de su debut en la selección. ¿Estos reconocimientos le ayudarán a asentarse como una de las fijas en las próximas convocatorias?

-El tema de la selección es un tema delicado, dentro de lo que cabe, porque la decisión final no depende de ti. Lo que depende es hacer todo el trabajo que puedas, hacerlo lo mejor posible y con la mejor actitud para que te vuelvan a llamar, como puede ser mi caso, pero no depende de mí. Si me llaman, va a ser genial, lo disfruté muchísimo y tengo ganas de volver, pero si no lo hacen, diré: “Bueno Irati, hay que seguir porque, ¿si has llegado una vez, por qué no vas a llegar otra? Así que a currar”.

Los premios de este tipo suelen llaman la atención del exterior y en especial de Estados Unidos. ¿Si le llegase la oferta de algún equipo de la WNBA la aceptaría?

-Guau, no lo sé la verdad, es algo que veo tan improbable (risas). Nunca se sabe, es una experiencia que me gustaría vivir. Allí el baloncesto se siente de una manera totalmente diferente. Hablo mucho de experiencias, pero creo que son necesarias para enriquecerse como persona y como jugadora. Me encantaría vivirla, es la WNBA, la mejor liga y donde más viven el baloncesto en todo el mundo. Esa oportunidad no me la perdería por nada.

¿Cuáles son las claves para que esta temporada haya sido la mejor de su carrera hasta el momento?

-Ha sido la constancia, el trabajo y haber tenido la paciencia suficiente cuando había que tenerla. Al final, las cosas han llegado este año, al igual que al final de la temporada pasada ya se empezaron a ver cositas. Es una carrera de larga distancia como dice mi madre y lo importante es ir recorriendo el camino, ir aprendiendo cada día. La situación externa, todo lo que no dependía de mí, también era muy favorable. Estoy en el Sedis, en mi cuarto año, con Bernat (Canut) que ya nos conocemos y sé lo que quiere de mí, sé como le gusta jugar, estoy como en casa... Se ha juntado todo y ha hecho que este año haya salido de esta forma.

Esta temporada, el equipo también ha dado un salto de calidad, como demuestra el premio de jugadora revelación que le ha ganado Laura Peña.

-Es vital. Tanto una cosa, como la otra, van unidas de la mano. Si el equipo no estuviera donde está, yo, posiblemente, no hubiese recibido estos reconocimientos. Son importantes los números individuales, pero es más importante donde está ese equipo. Si vas último de la liga y tú estás haciendo unos números espectaculares, vale es genial, pero al final, el reflejo de tu temporada se ve afectado por esto. Ha sido unir el hecho de que el equipo está funcionando y yo estoy siendo una pieza fundamental. El equipo está compitiendo y estamos viendo una temporada histórica para el club. Nosotras estamos muy contentas y con ganas de afrontar lo que nos queda que es el play off.

“Mi padre siempre me decía que es mejor ser la segunda o tercera en todo,que la primera en una sola cosa”

Este fin de semana tienen el primer partido del play off. ¿Con qué sensaciones llega el equipo?

-Estas últimas dos semanas no han sido fáciles. Así como es positivo que el equipo no se jugaba nada, por otro lado, mentalmente es más difícil. Si no estás en la dinámica de jugar por algo, para ganar algo u obtener una plaza, al final, mentalmente te relajas y es algo inevitable. Los cuatro últimos partidos han sido muy duros, contra rivales muy fuertes y los hemos perdido. Ha sido un momento para decir; hasta aquí, reset, tenemos una semana entera para preparar el partido y las sensaciones pueden cambiar muchísimo. El equipo tiene ganas, hemos hecho una muy buena temporada, somos conscientes de ello y lo único que nos queda es poner la guinda al pastel. Si disfrutamos y vamos juntas sacaremos los partidos y podremos seguir en el play off.

¿Ha enfocado sus entrenamientos en desarrollar algún aspecto específico de su juego?

-Uno de los secretos es no enfocarme en ninguna faceta, sino mejorar en lo global, en todo: el tiro, el bote, mejorar física y mentalmente. Ya lo comenté en una entrevista y es que mi padre siempre me decía que es mejor se la segunda o la tercera en todo, que ser la mejor en algo. Creo que, ya no solo en el baloncesto, sino en la vida, hay que saber de todo y aprender a sacar las castañas del fuego. Es mi filosofía de vida y en este caso es la que aplico al baloncesto, con un entrenador que me guía y que sabe el camino a recorrer. Nuestra filosofía es esa, mejorar en todo lo que podamos.

Ha comentado la lesión que sufre, un esguince en el tobillo de su pierna derecha. ¿Cómo está llevando la recuperación?

-Me encuentro bien. El tobillo ha tenido una recuperación muy buena, creo. Es que claro, es la primera vez que estoy lesionada, entonces, el tema de las lesiones no sé exactamente como puede ir hasta que no pase esto, vuelva a jugar y tenga sensaciones. Pero a día de hoy pienso que la evolución ha sido muy buena, no he tenido dolor en ningún momento. Es verdad que se hinchó, pero después mi cuerpo ha reaccionado muy bien al tratamiento y ahora mismo está reaccionando muy bien a la carga que le estamos dando. Espero que durante esta semana siga la evolución y el domingo pueda estar en perfectas condiciones para jugar.

Con el play off a la vuelta de la esquina, es un momento crucial de la temporada para sufrir una lesión de esta magnitud. ¿Cómo llega a esta cita tan importante?

-Me veo bien, con muchas ganas. Siempre he pensado, y no solo de mí, que cuando alguien se lesiona, siempre se dice que es un mal momento para lesionarse, porque nunca te viene bien. Pero en este caso, he ido valorando la situación, y aunque ha llegado en un momento un poco delicado, realmente, cuando me lesioné ya nos habíamos asegurado la cuarta plaza. En los últimos cuatro partidos el equipo no ha jugado por nada dentro de lo que cabe, íbamos a ser cuartas sí o sí. Ha sido un buen momento para que sucediera. El hecho de dar un paso a un lado, ver al equipo desde otra perspectiva, calmar mi mente y descansar me ha venido bien. Pero a la hora de competir es diferente. Hasta el domingo no sé como voy a estar, pero de todo hay que sacar algo positivo y de esta lesión ya tengo mi lista de cosas positivas, que me llevaré, espero que no, la próxima vez que tenga una lesión.

¿Cuáles son esos puntos positivos con los que se ha quedado para posibles próximas veces?

-Aprender a ver el equipo desde fuera o ver actitudes de tus compañeras que cuando estás dentro del partido no aprecias. También está el ver un partido entero desde el banquillo viendo las reacciones de mi staff. Aprender muchas cosas, gestionar y las vivencias que vas ganando. Por ejemplo, y es una tontería, durante la recuperación tenía que ir a la piscina los primeros días porque no podía hacer nada con impacto. Y era algo que no me gustaba, pero con los días le fui cogiendo ganas. Es una experiencia más que me vi obligada a hacer y si no estuviese lesionada no lo hubiese probado. Hoy, mismamente, le decía a mi preparador físico: “Pues mira, echo un poco de menos la piscina”. Vas viviendo cosas que te ves obligada, pero que en cierto modo disfrutas.