- Desde las alturas del ránking contemplan esta semana el circuito, tanto femenino como masculino, Paula Badosa, que ya es la 2ª mejor jugadora del mundo, y Carlos Alcaraz, quien entra por primera vez en el Top Ten con su 9º puesto.

Adentrados ya en la temporada de tierra y una vez cumplido el primer tercio del ejercicio, la clasificación deja en evidencia la explosión de dos referentes que advertían tiempo atrás y que han amarrado 2022 como el año de su consolidación.

Por delante de Paula Badosa solo está la polaca Iga Swiatek. La jugadora de Varsovia, de 20 años, ha asumido con firmeza y con seriedad el número uno que recogió tras la retirada de la australiana Ashleigh Barty. Swiatek lleva 23 victorias seguidas. El de Stuttgart el pasado domingo fue su cuarto título consecutivo tras los de Doha, Indian Wells y Miami. Siete éxitos aúna la polaca, que irrumpió con fuerza en 2020 cuando ganó y abrió su cuenta, con solo 18 años, en Roland Garros.

Por su parte, Badosa, de 24 años, confirmó en Stuttgart su progresión, su firmeza en el recorrido, cuando batió a la tunecina Ons Jabeur en los cuartos, aunque cayó en semifinales ante la bielorrusa Aryna Sabalenka.

Badosa transita por el 2022 con el triunfo ya en el torneo de Sídney que añade a los de Belgrado y, sobre todo, Indian Wells en 2021. Semifinalista en Indian Wells 2022 ha alcanzado cuartos en Miami, Charleston y ahora Stuttgart. Méritos que la elevan en la clasificación.

Badosa es la cuarta española que alcanza el segundo puesto del ránking WTA. Antes lo lograron Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza, que llegaron a ser las primeras del mundo, y Conchita Martínez, que lo ocupó en octubre de 1995.

Carlos Alcaraz no para de agrandar méritos y agigantar expectativas. Una temporada atrás cayó en primera ronda del Conde de Godó ante el estadounidense Frances Tiafoe. El murciano era el 119º del ránking. Ayer, con la copa de ese torneo bajo el brazo, es el 8º jugador del circuito.

Exactamente 17 años después, en el mismo día, un lunes 25 de abril, Carlos Alcaraz se instala por primera vez en el Top ten, igual que Rafael Nadal, que lo hizo en el 2005. En ambos casos fue tras vencer en Barcelona. El jugador de El Palmar se convirtió en el más precoz en situarse entre los mejores desde que lo hizo el balear aquél año.

El 20º jugador de la historia de menos de 19 años que accede al Top Ten de la ATP, el primero desde Andy Murray hace tres lustros, sumó en Barcelona el cuarto título de su carrera, tercero en 2022 tras los de Rio y Miami, su primer Masters 1.000.

Solo Nadal, que antes de la lesión disfrutó de los éxitos en Acapulco, el Abierto de Australia y Melbourne, y el ruso Andrey Rublev, que el domingo añadió el torneo de Belgrado a los conseguidos en Dubai y Marsella meses atrás, llevan tantos méritos acumulados a sus espaldas en lo que va de 2022.

Con solo tres partidos perdidos en lo que va de curso -ante Nadal en Indian Wells, frente al italiano Matteo Berrettini en el Abierto de Australia y contra el estadounidense Sebastian Korda en Montecarlo-, el murciano es el tercer mejor tenista en 2022. El tercero de la carrera ATP, la que marca el trayecto semana a semana. Alcaraz va detrás, únicamente, de Nadal, que solo ha sufrido una derrota que le obligó a parar para recuperarse de su lesión, y del griego Stefanos Tsitsipas.

Apunta con firmeza el jugador de 18 años a las Finales ATP de Turín a final de temporada. El 20º español en adentrarse en algún momento entre los diez mejores del circuito ya es respetado por la élite. Se ha habituado Alcaraz a hacer frente a rivales con numerosas semanas ubicados en las alturas del ránking. Ya se ha impuesto varias veces al griego Stefanos Tsitsipas, quinto del mundo, y ha podido con los italianos Matteo Berrettini, con Jannik Sinner y con Casper Ruud.

La presencia del jugador de El Palmar en los momentos estelares de los eventos es una situación con la que ya se cuenta. Su prematura eliminación en el Masters 1000 de Montecarlo, en su primer partido, contra Korda, fue una excepción de un hombre que entusiasma por su juego agresivo, constante y batallador. Barcelona desveló una interminable fe en el éxito. Estuvo con un pie fuera de la competición en las semifinales contra el australiano Alex de Miñaur. Pero salió airoso. Salvó dos puntos de partido y dio un giro al encuentro.

Mira hacia Madrid Carlos Alcaraz, su próximo compromiso. Fue ahí, en la pista central de la Caja Mágica donde coincidió por primera vez con Nadal, hace un año, con el que se reencontró meses después en Indian Wells donde fue capaz de arrebatar un set a su paisano. El campeón más joven en ganar el Masters 1.000 de Miami y el tercero en la historia en levantar un premio en un evento de este nivel, solo por detrás del balear y del estadounidense Michael Chang, asume que está en el momento de su vida, en un año mágico para el tenis español.