Es la primera vez que disputa el Campeonato del Mundo de pala y encima consigue llegar a la final. Por eso calarse la txapela mundial sería el mejor broche a esta temporada. Y es que Aritz Altadill quiere alcanzar hoy ese objetivo en Mungia (17.30 horas) junto a Wladimir Luján.

Ha sido un largo camino hasta alcanzar la final de este campeonato y sobre todo duro, ya que tuvieron que eliminar en cuartos de final a los vigentes campeones de este título, Ziskar e Imanol. Pero la compenetración del navarro con el zaguero cubano ha sido fundamental para conseguir el pase.

La clave de todo ello, según Altadill, es que ha asumido su rol. "Tengo que estar cubriendo las espaldas a Wladi que es el que lleva el peso del partido y complicar la pelota. Waldimir aún siendo zaguero hace muchísimos tantos y creo que nos hemos sabido compenetrar", confiesa Aritz Altadill. Además, el navarro añade que ha tenido "la gran suerte de jugar con el zaguero que está más en forma ahora mismo, con Wladimir, que está marcando diferencias".

Por otro lado, para el palista navarro ha sido todo un reto este campeonato, ya que está acostumbrado a jugar en frontón corto y la mayoría de encuentros del Mundial se han disputado en canchas largas. "Tenía dudas de cómo iba a rendir, pero no me ha costado mucho hacerme a la distancia", explica Altadill.

A pesar de ello, el delantero navarro confiaba en "hacer un buen papel". "Si pasábamos el primer escollo que eran Ziskar e Imanol (los campeones del mundo), tenía esperanzas de hacer algo. Ya que los zagueros del resto de parejas no están al nivel de Luján. Por eso tenía la esperanza de que si yo daba mi nivel, podríamos clasificarnos, aunque con tanta facilidad no esperaba", reconoce Aritz Altadill.

encuentro complicado El partido que decidirá quiénes son los nuevos campeones del Mundo, ya tuvo su precedente en semifinales. Altadill y Luján ya se enfrentaron a Gaubeka y Ayer, donde el navarro y el cubano ganaron los dos partidos. Sin embargo, Altadill avisa que no se puede tomar como referencia ese partido, "porque Ayerbe anduvo muy inseguro con el saque y Gaubeka tuvo el gemelo un poco justo de movilidad".

Pero la pareja navarro-cubana ya conoce el juego de sus rivales, por eso "tenemos que jugar por pared, ya que Gaubeka con la izquierda no ataca y Ayerbe es un jugador practicamente de derecha, se mete en la pared como puede y resta con la derecha", explica Altadill. "Está muy complicado, pero voy a salir con muchas ganas porque puede ser la última oportunidad de ganar una txapela en frontón largo", finaliza.