balmaseda (Bizkaia) - “Este tipo de partidos me gustan cada vez más según avanza mi carrera”. Media sonrisa. Iñaki Artola lanza un guiño al destino, que se desperezará mañana en el frontón Municipal de Balmaseda. Su futuro pasa por la cancha vizcaína, en la que el alegiarra tiene que ganar si quiere entrar en las semifinales del Cuatro y Medio. Esa es la primera de sus consignas: ganar o ganar. Vivir o vivir. Como sea. O caer en el intento. La otra variable, más interesante todavía, sería dejar a Joseba Ezkurdia, su rival, en 14 tantos o menos. Tal circunstancia, no en vano, coloca al guipuzcoano en la antesala de la final de forma matemática sin tener que esperar al resultado del envite del sábado del Labrit, donde Laso y Bengoetxea se juegan las habichuelas. El leitzarra, de hecho, se prueba hoy para ver si está en condiciones de jugar tras el pinchazo en el glúteo que sufrió el pasado viernes.

Con todo, Artola cuenta con el hándicap de tener las dos manos golpeadas, la zurda en especial. El dolor le trae de cabeza desde que arribó en la competición. Iñaki se excedió en poner taco ante Laso y lo pagó caro, no solo por el marcador (9-22), sino por la falta de tacto con el cuero que, a la postre, fue lo que le pasó factura. A Artola le han crecido las ganas del todo o nada. “Va por rachas. Cuando pierdes encuentros similares, lo pasas mal. Al final te das cuenta de que no pasa nada excepcional si ganas y tampoco nada tan grave si pierdes”.

El delantero de Alegia, ante Bengoetxea VI el pasado viernes, terminó diciendo que esperaba tener más tiempo para recuperar las manos, pero la providencia marcó que el almanaque se le iba a cercenar a la primera oportunidad. Así que, tal y como revela el guipuzcoano, lleva desde el choque de Gernika con trabajo de recuperación y mimo. “Las manos no están como yo querría. Estoy tomando masajes casi todos los días. Además, estoy probando pomadas y parches. No se puede hacer más. Está claro que no se puede hacer magia”, analiza Iñaki. Con todo, su perspectiva continúa siendo la misma: salir a por todas, a sufrir, aunque las manos le quemen y el cerebro solicite una tregua para sus maltrechas herramientas. “Lo voy a tomar como una final. Lo mismo hice contra Oinatz. Tengo claro que de mitad de partido en adelante me van a empezar a doler y que voy a tener que sufrir”, recita. Está mentalizado. Sus opciones pasan por amarrarse al partido y huir hacia delante. Irá sin apenas probar en frontón. Ayer, antes de la liturgia de Balmaseda, Artola calentó bien con la goxua para evitar males mayores, se colocó una buena capa de trapo y tomó las medidas a la cancha. “Es un frontón bueno, noble”, remacha.

“Hasta el otro día no había ganado ningún partido en la liguilla de cuartos -ésta es su tercera participación-. Me lo dijo un periodista, porque no me había puesto a analizarlo. Ahora tendré que ganar seis seguidos para desquitarme”, añade el de Baiko. Su segundo triunfo podría darle el billete a las semifinales. Es el premio gordo. Si pierde, se puede despedir del campeonato.

ezkurdia, a ganar El skyline del envite es escarpado. Artola tiene que escalar, quizás, la montaña más alta del Cuatro y Medio. Ezkurdia, su rival, es un tótem. Campeón en curso y con capacidades inopinadas, el navarro asoma con un perfil diferente tras el revolcón del frontón Bizkaia de Bilbao. Después de recibir varios golpes en su carrera, realizó una remontada extraordinaria ante Laso: del 13-21 al 22-21. “Moralmente estoy fortalecido. Al principio no me encontraba nada cómodo en la cancha y al final recobré mis buenas sensaciones y pude darle la vuelta”, evoca. Respecto a la comparativa con el curso pasado, en el que se llevó la txapela, el de Sakana advierte que se encuentra “bien”. “Físicamente me siento bien y estoy haciendo buenos entrenamientos. Estoy a gusto”, analiza. El hecho de tener que hacer 15 tantos para pasar de ronda no es algo que pase por la cabeza del de Aspe, cuyo objetivo está en el cartón 22. Es la frontera. “En ocasiones se ha visto que pelotaris que tienen que hacer solo un puñado de tantos han salido relajados a la cancha y les ha pasado factura. Solo pienso en ganar”, agrega Joseba, que se decantó ayer por pelotas más rápidas en una elección de guante blanco.