a huelga en la que han participado la mayoría de la plantilla de Baiko llegó el martes a su fin. Los pelotaris decidieron reanudar su actividad después de que se vieran satisfechas la "mayoría de sus reivindicaciones". Ha sido el final de un capítulo complicado para la pelota. Desde las partes más directamente implicadas hasta las personas que han visto cómo esta situación les afectaba pese a no ser parte del conflicto. Han sido unos meses de lucha e incertidumbre antes de llegar a la meta. Ahora, los pelotaris por fin disfrutarán de nuevo de la exigencia de la competición y de los festivales repartidos por Euskadi. Oinatz Bengoetxea (Leitza, 1984) fue uno de los manistas que decidió ir a la huelga para tratar de reconducir la situación vivida en la empresa durante la última época. Sin embargo, una vez logrado parte del objetivo, el leitzarra quiere hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible y centrarse exclusivamente en lo que ocurre en la cancha.

El propio Bengoetxea VI será el primero de los pelotaris en huelga en participar en un festival. El delantero leitzarra se unirá a Oier Etxebarria y tendrán como rivales a Erik Jaka y Endika Uriondo en un partido mixto que abrirá el festival de mañana en Munitibar. Será su vuelta a las canchas después de un parón marcado por circunstancias nada agradables. "Afronto la vuelta con alegría e ilusión otra vez después de estos meses en los que hemos estado luchando en esta situación complicada. Ahora, dejamos aparte todo ello y miramos para delante", comenta. El acuerdo al que ha llegado el grupo de pelotaris en huelga ha sido una liberación, el final de mucho tiempo peleando en los despachos en vez de hacerlo en los frontones: "Llegar a un acuerdo fue una alegría grande. Nosotros somos pelotaris y lo que nos gusta es jugar a la pelota. Vivimos para ello y la verdad es que ha sido un gran alivio llegar a este acuerdo".

Bengoetxea VI es un pelotari más que asentado en el cuadro. En su palmarés hay txapelas en todos los campeonatos en sus más de 18 años como profesional. El delantero de Baiko fue uno de los veteranos que decidió movilizarse en busca de unos derechos que disfrutarán más los pelotaris venideros que él mismo. "Los veteranos no lo hemos hecho por nosotros, lo hemos hecho por los más jóvenes, sobre todo, y por los cuatro pelotaris que se quedaron fuera. Creíamos que fue un acto injusto y por eso luchamos hasta el final con ellos. Estuvieron desde el principio con nosotros en el grupo. Ese ha sido el objetivo y lo importante es que se ha conseguido", apunta.

Hasta llegar a este acuerdo se vivieron muchos días de trabajo intenso. Reuniones y situaciones llenas de incertidumbre. Una lucha para tratar de defender sus derechos como trabajadores, según indica Oinatz: "La verdad es que hemos hecho un trabajo espectacular los quince huelguistas con el sindicato. Se ha hecho un trabajo terrible. Hemos estado unidos y fuertes y ha habido momentos buenos y malos, pero al final los objetivos se han conseguido. Por eso mismo ahora volvemos al trabajo". Vuelta al trabajo, vuelta a las canchas en busca de una situación de normalidad que todavía necesita tiempo para darse. "Creo que van a mejorar las cosas. No son los mejores momentos ahora con el covid pero también creo que la gente después del acuerdo empezará a acudir más al frontón. Muchos de los pelotazales estaban con nosotros en este asunto. Creo que va a ser un punto y aparte y, sabiendo que la situación es complicada por el covid, espero que otra vez empiece a funcionar la pelota", añade. Serán meses difíciles debido a las restricciones sanitarias pero este acuerdo supone un pequeño paso para recuperar la ilusión.

En todo este proceso, admite Bengoetxea VI, los pelotaris en huelga estuvieron unidos en la lucha. Hubo momentos complicados y ahí el apoyo llegado desde el exterior significó un plus de energía. "Hemos recibido mucho apoyo por parte de los aficionados y siempre nos han dado fuerzas. Al final esta lucha ha sido por la pelota también y estamos contentos. Pero hay que dejarlo aparte y darle importancia a esta nueva etapa que empieza", opina. Ahora, los aficionados tendrán la posibilidad de ver a los pelotaris en la cancha, practicando el deporte que aman y no detrás de una mesa tratando de buscar una solución a un conflicto. El acuerdo fructificó y llega el turno de que la pelota vuelva a sonar con fuerza en los frontones con todos los pelotaris preparados para saltar a jugar.

"Afronto la vuelta con alegría después de estos meses; ahora toca mirar para delante"

Pelotari de Baiko