- Baiko Pilota tendió un cable al futuro al acometer el fichaje de Erik Jaka, campeón del Manomanista en curso. Era una de sus cartas para revertir la situación actual de sequía en materia de txapelas. No en vano, la empresa de Bilbao no sube a lo más alto del podio de las competiciones oficiales de la Liga de Empresas de Pelota a Mano desde el 28 de mayo de 2017. A partir de la victoria de Oinatz Bengoetxea sobre Iker Irribarria en el Manomanista (22-18), la nada. Años de monopolio de Aspe. Travesía por el desierto. De hecho, el delantero de Leitza, por quien Baiko no quiso apostar como titular en el Campeonato de Parejas, sigue siendo el último en romper el dominio de los pelotaris de la empresa rival también en el Cuatro y Medio, ya que se impuso en la edición de 2016 ante Altuna III (22-21).

El rodillo de Aspe se ha traducido en once txapelas consecutivas de Primera en las tres citas del curso manista profesional desde la derrota de Irribarria a manos de Bengoetxea VI. Además, con alternancia de figuras y nombres, lo que alimenta la sensación de plantilla equilibrada y competitiva: Altuna III ha ganado dos veces el Cuatro y Medio (2017 y 2020) y una vez el Manomanista (2018), Ezkurdia ha triunfado otras dos veces en la jaula (2018 y 2019) y en dos Parejas (2018 y 2020), Elezkano II tiene dos Parejas (2019 y 2021), Irribarria se llevó el Manomanista de 2019 y Jaka el de 2020; y entre los zagueros, Zabaleta (2018 y 2021), Rezusta (2019) y Martija (2020) tienen sus txapelas del Parejas. Incluso, hasta la final del Parejas del pasado 9 de mayo, en la que entraron Jon Ander Peña y Jon Ander Albisu, Baiko únicamente había metido a dos pelotaris en la nómina de finalistas tras la última txapela: Aimar Olaizola (Manomanista de 2018 y Parejas de 2020) y Mikel Urrutikoetxea (Cuatro y Medio de 2017, Manomanista de 2019 y Parejas de 2020). Para más inri, tal es el dominio eibartarra que en seis de las últimos once campeonatos todos los finalistas han sido de Aspe.

La incorporación de Jaka, no obstante, se hizo efectiva en mayo, pero una pericarditis descubierta en su primer partido bajo el anagrama de la promotora de Bilbao evitó que pudiera defender la camiseta colorada, cuestión que sucedía por primera vez en la historia. Sin embargo, Baiko Pilota tenía el mejor fichaje en casa: Iñaki Artola. El alegiarra comenzó desde la previa y, tras derrotar a Arteaga II (22-2), Agirre (22-18), Urrutikoetxea (7-22) y Rezusta (16-22), se mece en su primera pelea por el cetro más importante del curso. Las opciones de la firma dirigida por José Ramón Garay se redujeron desde la ronda de octavos, donde cayeron cuatro de sus seis aspirantes al título, mientras que Aspe mantuvo a todos los contendientes. Una ronda después, y por el capricho de una colección de cruces fraticidas, la marca de Eibar calificó a tres semifinalistas (Altuna III, Zabaleta y Rezusta), por solo uno de Baiko (Artola). El guipuzcoano ha logrado capear el temporal entrando en la final del próximo 13 de junio, su primera cita por el título en Primera. A la marca vizcaina le quedan dos opciones: Artola o el monopolio.

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Txapelas consecutivas lleva Aspe.

2017: Irribarria-Rezusta (Aspe) ganan el Parejas, Bengoetxea VI (Asegarce) el Manomanista y Altuna III (Aspe) el Cuatro y Medio.

2018: Ezkurdia-Zabaleta (Aspe) ganan el Parejas, Altuna III (Aspe) el Manomanista y Ezkurdia (Aspe) el Cuatro y Medio.

2019: Elezkano II-Rezusta (Aspe) ganan el Parejas, Irribarria (Aspe) el Manomanista y Ezkurdia (Aspe) el Cuatro y Medio.

2020: Ezkurdia-Martija (Aspe) ganan el Parejas, Jaka (Aspe) el Manomanista y Altuna III (Aspe) el Cuatro y Medio.

2021: Elezkano II-Zabaleta (Aspe) ganan el Parejas.

Pleno: En seis de las últimas once finales disputadas del Manomanista, Parejas y Cuatro y Medio, Aspe consiguió un pleno en la nómina de finalistas.

Bengoetxea VI: El delantero de Leitza ha sido el único capaz de romper el dominio de Aspe desde 2017. Oinatz se llevó el cetro del Manomanista ante Iker Irribarria (22-18). A partir del 28 de mayo de 2017, Baiko no ha vuelto al primer escalón del podio de las competiciones oficiales de la Liga de Empresas.