Unai Laso es el segundo semifinalista del Manomanista de Primera después de que Joseba Ezkurdia fuera matemáticamente clasificado el viernes tras la suspensión del choque contra Altuna III. El delantero navarro se aprovechó del 13-22 de Artola contra Rezusta del viernes en Oiartzun.

El navarro lo logró este sábado por la vía rápida ante Erik Jaka. 5-22 en 35 minutos. Se cruzaron 138 pelotazos a buena en el frontón Labrit de Iruñea. El navarro, beneficiado por la victoria de Iñaki Artola ante Beñat Rezusta en Oiartzun del viernes por la noche (13-22), es una bomba de relojería. Explotó en la cara del campeón de 2020. El mano a mano es cruel. Laso no tiene freno. Tampoco techo. TNT en las venas. Dinamita hasta el tuétano. Fuego en la diestra. ¡Boom! Rozó la perfección. Acertó en todo: cargas de profundidad, latigazos de claridad cerca del frontis, un buen saque -cosechó seis tantos, cuatro en los últimos seis cartones- y apenas cometió un yerro, al cruzar un gancho.

LASO, ELÉCTRICO

Unai Laso, un amasijo de cables peladoscomenzó intentando marcar su ritmo. Es su juego. Baila el rock and roll en cada una de sus actuaciones. Focos para el finalista del Cuatro y Medio y el Parejas. Su diestra es pura electricidad. Abrió las hostilidades con un derechazo de brillo atrás. Respondió Jaka con una escapada sobre chapa. Respiró el de Lizartza, que tiró un pelotazo arriba, intentando abrir huecos.

El guipuzcoano tenía que dar lustre al riesgo. Sumó el 2-2 con un gran gancho. De su zurda nacen intangibles, obras de arte efímeras. Es peligroso como un escorpión. Tiene veneno. Su camino se asfalta en los escasos milímetros de anchura del cable del funambulista.

Sin embargo, un dos paredes de Unai, que respondió ante un regalo de Erik en el txoko, torció el horizonte para el campeón de 2020. El navarro asomó violento y agresivo. Su diestra se convirtió en un martillo pilón. Abrió la fábrica. Se fue hasta el 2-9, encajando dos saques y deslumbrando con el poder de sus manos. Cabe destacar el músculo que derrochó en el 2-5, un derechazo bestial.

SIN REACCIÓN DE JAKA

Con Jaka forzado a defender de volea a pelota pasada, cuestión complicada para cualquier pelotari en el Manomanista, el encuentro se fue derramando entre sus dedos como la arena del desierto. Aun así, el lizartzarra tomó algo de oxígeno con un gancho fuera de Laso (el 2-9, el primer error y único de Unai) y un saque.

A partir de ese instante, el navarro siguió por la senda del frenetismo. Recuperó el saque con un resto de genio, al ancho, que pilló a contrapie a su adversario. Luego, puso la música y la letra al partido. Protagonismo absoluto. Monólogo. Es un delantero explosivo. Tick, tick, tick... ¡Boom! Entró en erupción en el Labrit de Iruñea. Atropelló a Jaka con su juego vistoso y dinamitero. Cuidado con Laso, que sigue en estado de gracia. Se fue directamente hasta el 4-15: un dos paredes profundo y veloz (4-11), una dejada al txoko (4-12), un saque-remate, engañando a Jaka (4-13), un gancho (4-14) y un error de Erik, al que le buscó los pies (4-15). Tacada de genio.

MONÓLOGO DE LASO

Interrumpió el clínic Jaka con un gancho con los pies en el cuadro seis. Se la jugó a la desesperada. La moneda salió cara. Unai no alcanzó el cuero. Pero no perdió el norte. Mismo esquema: derecha poderosa y corazón espumoso. De hecho, cerró con el siguiente tanto con un pelotazo atrás. Se fue al segundo descanso largo con dos saques. Ambos fueron belicosos y llenos de carga, especialmente el 5-18. El guipuzcoano no fue capaz de ponerla a buena.

Erik no levantó el vuelo después. Laso metió otros dos saques (el 5-19 y el 5-22) y cruzó dos remates más. Jaka se la juega la próxima semana contra Artola. El enfrentamiento será una eliminatoria pura y dura. Rezusta, de este modo, queda eliminado de la liguilla de cuartos de final del Grupo B.