ES desde su lanzamiento uno de los turismos compactos deportivos más populares del mercado. Su irresistible estética exterior, una interminable gama de mecánicas de gasolina y diésel, con prestaciones para todos los gustos y necesidades, una oferta de precios francamente amplia y asequible y una relación calidad, equipamiento y costes muy atractiva hacen de él todo un triunfador.
Pasan los años y mientras el resto de los automóviles del mercado parece envejecer, el diseño adelantado a su tiempo del Seat León lo mantiene joven y fresco como el primer día. Es cierto que ya no posee la línea novedosa y rompedora de sus primeras temporadas, porque ya nos hemos acostumbrado a su imagen, pero nadie en su sano juicio y mirándole a los ojos, bueno, a los faros, podría decir que está viejo o desfasado, muy al contrario, posee el magnetismo y poder de seducción de siempre, pero con el añadido de ser un valor totalmente consolidado.
Ahora, además, en su deportiva versión FR (Fórmula Racing) llega al mercado provisto de nuevas mecánicas y equipamientos que le aportan un encanto adicional. Para comenzar, estrena el motor 1.4 TSI de 1.390 centímetros cúbicos (cc) y 125 CV y el 1.8 TSI de 1.798 cc y 160 CV, ambos con cuatro cilindros, inyección directa y turbocompresor, que se suman a la novedad del diésel 2.0 TDI de 140 CV con sistema de inyección directa y alimentación por conducto común (common rail). Estos propulsores son, asimismo, todo un referente en eficiencia energética, con unas excelentes prestaciones y unos contenidos registros de consumos y emisiones.
Las nuevas mecánicas se suman a la oferta de gasolina y diésel tope de gama ya existente en la línea FR, los 2.0 TSI de 210 CV con cambio manual y automático DSG, ambos de seis marchas, y los diésel 2.0 TDI de 170 CV y provistos igualmente de las cajas de cambios manual y automática DSG de seis relaciones. Estos supermotores, recomendables especialmente para conductores deseosos de fuertes sensaciones, se complementan ahora por abajo con una oferta más dirigida hacia el gran público, aunque sin renunciar por ello a un rendimiento muy brillante. Todos disponen del sistema de control de tracción XDS, que hace las veces de un autoblocante.
BUEN COMIENZO Así lo demuestra el 1.4 TSI (1.390 cc) con sus 125 CV a solo 5.000 revoluciones por minuto (rpm) y un agradecido par máximo de 200 Nm disponible desde 1.500 hasta 4.000 vueltas, lo que garantiza un empuje constante y permanente en aceleraciones y recuperaciones. Los 197 km/h de velocidad punta, su paso de 0 a 100 km/h en apenas 9,8 segundos, sus registros de consumo de 8,0 litros en ciudad, 5,2 en carretera y 6,2 en recorrido combinado, junto a unas emisiones medias de 145 gramos por kilómetro, confirman que unas prestaciones notables y lógicas pueden venir asociadas a un consumo y emisiones muy aceptables.
Por su parte, el 1.8 TSI de 160 CV se sitúa un escalón por encima, a la vez que en un interesante y lógico punto medio dentro de la gama. Sus 1.798 cc, la disponibilidad del cambio manual de seis marchas o del automático DSG de siete velocidades y un cuatro cilindros que alcanza los 160 CV de 4.500 a 6.200 rpm y posee un poderoso par máximo de 250 Nm entre 1.500 y 4.500 vueltas garantizan una respuesta llena, vigorosa y progresiva en todo momento. No sorprenden, por tanto, los 7,9 segundos en el paso de 0 a 100 km/h o los 213 km/h de velocidad punta, que con la caja DSG se quedan en 7,8 segundos y 213 km/h. También los consumos son brillantes, con 9,0 litros en ciudad, 5,5 en carretera y 6,8 en ciclo combinado, sumados a unas emisiones medias de 159 gramos; mientras el automático se conforma con 8,8, 5,3 y 6,6 litros y unas emisiones de CO2 de 153 gramos.
Quienes no estén interesados en la oferta de gasolina o consideren que el diésel de 170 CV supera sus necesidades o deseos encontrarán en el nuevo diésel 2.0 TDI common rail el perfecto aliado. Disponible con caja de cambios manual o automática DSG de doble embrague, ambas de seis marchas, este diésel de última generación es una delicia en rendimiento, suavidad, finura de funcionamiento y economía de consumo y emisiones. Potente, brillante, con excelentes aceleraciones y recuperaciones, sus 1.968 cc le permiten disfrutar de 140 CV y de un sobresaliente par motor de 320 Nm entre 1.750 y 2.500 vueltas, gracias a los que llega a alcanzar los 205 km/h de velocidad punta y una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 9,5 segundos. Sus mínimos gastos de 6,1 litros en ciudad, 4,1 en carretera y 4,8 de promedio, con apenas 125 gramos de CO2 en el equipado con cambio manual, valores que pasan a ser de 6,7 litros en ciudad, 4,5 en carretera y 5,3 en ciclo combinado, con 139 gramos de CO2 para la caja DSG, dejan entrever un rendimiento y eficiencia energética admirables.
Por lo que respecta a su dotación, la marca española destaca la incorporación en el equipamiento de serie de los pilotos posteriores con luces de led, que se suman a un paragolpes con rejilla de nido de abeja, logotipos FR, la doble salida de escape cromada y las llantas de aleación de 17 pulgadas con neumáticos en medidas 225/45, así como a tres nuevos colores de carrocería: Plata Ice, Negro Phantom y Blanco Nevada. Por dentro continúa la fiesta deportiva con el volante específico FR multifunción y acabado en piel, el pomo del cambio también en cuero, sin olvidar sus deportivos asientos y el nuevo navegador opcional Seat Media System 2.2 con pantalla táctil y reconocimiento de voz.
Por último, los precios de los nuevos León FR se mueven en gasolina entre los 21.050 euros del 1.4 TSI 125 CV y los 24.000 del 1.8 TSI 160 CV con cambio DSG, con el 1.8 TSI manual en 22.300 euros, mientras que los nuevos diésel 2.0 TDI se ofrecen por 24.400 euros el manual y 26.100 euros el automático. Sin duda, una buena elección.