BSH Esquíroz ha despedido ya a más de 200 trabajadores y trabajadoras: la última tanda este lunes, con 160 extinciones de operarios que tienen menos de 50 años, informaron fuentes sindicales.

La compañía de electrodomésticos rubricó el pasado julio el mayor ERE de la historia de Navarra, con 609 perjudicados por el cierre de su fábrica de frigoríficos y lavavajillas. El documento, pactado entre la empresa y la mayoría del comite –UGT, CCOO, Solidari y ATISS–, contemplaba que la factoría iba a continuar abierta hasta diciembre, y que a finales de año se ejecutarían los despidos: el 30 de noviembre los que tienen menos de 50 años; y el 31 de diciembre quienes suman 50 o más años. Aunque uno de los puntos recogía que si algún trabajador solicitaba la baja de la empresa antes, podía hacerlo siempre y cuando no alterara las necesidades productivas. 

No se está cumpliendo el plan

Sin embargo, tal como están transcurriendo estos meses, no se está cumpliendo lo previsto en el papel, ya que muchos empleados y empleadas han demandado marcharse de la empresa antes de noviembre y diciembre. Primero ocurrió en septiembre y ahora en octubre, hasta llegar a más de 200 trabajadores y trabajadoras que han recibido la carta de despido. Sin embargo, todavía quedan 400 personas empleadas vinculadas a BSH Esquíroz.

Desde el pasado mes, la factoría no fabrica ningún frigorífico, y los objetivos que se había propuesto en el segundo semestre no se han cumplido, indicaron fuentes sindicales.

Antes de tiempo

La salida de parte de la plantilla se ha adelantado, porque sus integrantes quieren desvincularse cuanto antes de la compañía al desaparecer la motivación por un trabajo que tiene fecha de caducidad. Esto ha llevado a que muchas de las personas que acuden a su puesto de trabajo cada día después de rubricar el acuerdo del ERE, no rindan. “La plantilla se presenta en la fábrica en el turno de mañana, y se dedican a pasear por las naves, a conversar en corrillos...”, manifiestan desde el comité.

¿Habrá sustituto?

Mientras tanto, BSH, el Gobierno de Navarra y el Ministerio de Industria continúan trabajando para buscar un inversor que esté interesado en las instalaciones del fabricante alemán. Desde hace meses, siguen los contactos con tres empresas industriales de sectores diversos: defensa, energética y papelera. Además, en las últimas semanas ha preguntado por estas instalaciones una compañía europea del sector de la energía.

Las plantilla es consciente de que estos procesos son largos, y que la implantación de una empresa puede prolongarse varios años.