MERCEDES SLK 55 AMG Radicalmente deportivo
MERCEDES presenta La versión máS POTENTe y exclusiva DE SU SINGULAR Y DIVERTIDO BIPLAZA DESCAPOTABLE compacto
ES la última joya de la marca de la estrella en hacer acto de aparición, el nuevo Mercedes SLK 55 AMG, y ya están en lista de espera las nuevas Clase B y Clase M. El mundo parece detenerse por la crisis, pero en Mercedes es como si tuvieran un ritmo interno diferente, como si ellos se marcasen una estrategia y luego debieran ser los acontecimientos los que se amoldasen a su devenir. Y puede que tengan razón, porque no hay mejor antídoto para los tiempos de incertidumbre y desasosiego que ser fiel a los principios en los que uno ha creído siempre, especialmente si a esos principios les contemplan más de 125 años de historia.
Me encanta el nuevo SLK 55 AMG, a la vez que me parece un exceso en toda regla y una demostración de poderío tecnológico de cara a toda la competencia. Aquí llega Mercedes y, cuanto todos apuestan por reducir cubicajes y número de cilindros y dejarlo casi todo en manos de la sobrealimentación (turbocompresor), aparece con una sobredosis de tecnología de vanguardia, coloca un ocho cilindros atmosférico de 5.461 centímetros cúbicos (cc) bajo el capó del SLK y homologa un consumo medio de 8,4 litros a los 100 kilómetros y unas emisiones medias de 195 gramos por kilómetro. Y a ver quien lo mejora. Con un par, ahí queda eso. Impresionante. Y que nadie se piense que faltan prestaciones, porque los 250 km/h autolimitados o los 4,6 segundos de 0 a 100 km/h (como una moto de gran cilindrada) no asustan, pero algo sí que intimidan.
Está claro que el 55 AMG es un SLK para un cliente minoritario y francamente especial por lo exigente a todos los niveles, y que la mayoría de los mortales tendríamos más que suficiente con cualquiera de las tres versiones, todas de gasolina, comercializadas desde marzo de 2011 del precioso biplaza deportivo descapotable de Mercedes: los SLK 200 BlueEfficiency (BE), con 1.796 cc, sobrealimentación, 184 CV, 240 km/h de velocidad máxima, entre 6,1 y 6,8 litros de gasto medio, 142 gr/km de CO2, caja manual de seis marchas o automática 7 G-Tronic Plus opcional y un precio a partir de 42.300 euros; SLK 250 BE, con 1.796 cc, sobrealimentación, 204 CV, 243 km/h, gastos entre 6,2 y 6,6 litros de media, 144 gramos de CO2, cambio manual de seis velocidades o automático 7 G-Tronic Plus en opción y tarifas desde 47.600 euros; y SLK 350 BE, con seis cilindros en uve, 3.498 cc, 306 CV, 250 km/h de punta, autolimitada, 7,1 litros de consumo medio, 167 gr/km de CO2, cambio automático 7 G-Tronic Plus y una tarifa de 57.150 euros. Estas tres joyas comparten muchas de sus cualidades con el SLK 55 AMG, como el sistema de parada y arranque automático en las detenciones o el nuevo techo retráctil panorámico Magic Sky Control, que es capaz de oscurecerse con tan solo pulsar un botón.
DESPLIEGUE TECNOLÓGICO Aun sin pretender recoger todas las sofisticaciones tecnológicas de que hace gala el nuevo SLK 55 AMG, para entender su verdadera calidad y posicionamiento en el mercado es preciso hacer un detallado repaso de algunas de sus exquisiteces técnicas. Entre ellas se encuentran su motor de ocho cilindros en uve atmosférico y 5.461 cc, que entrega 422 CV a 6.800 revoluciones por minuto y 540 Nm de par máximo a 4.500 vueltas, pero lo mejor es que, gracias a su sistema de desconexión puede funcionar con cuatro u ocho cilindros según las necesidades, con lo que homologa 8,4 litros de media y 195 gramos de CO2 por kilómetro.
Otras sutilezas de las que hace gala son su tren de rodaje deportivo AMG con dirección directa, el Torque Vectoring Brake y ESP con tres niveles de accionamiento, las llantas de aleación AMG específicas, el kit aerodinámico AMG, las dos salidas de escape dobles, su consola interior de aluminio cepillado, un propulsor con inyección directa de gasolina a 200 bares de presión, inyectores piezoeléctricos y bloque motor fabricado en aluminio con camisas de Silitec en los cilindros, la gestión del alternador que ayuda a ahorrar combustible, dos tipos de sonoridad de escape (moderada o deportiva), el cambio AMG Speedshift Plus 7 G-Tronic con tres programas de conducción (ahorrador, deportivo y manual), la opción del paquete AMG Handling para conducción superdeportiva (con tarados superrígidos, diferencial autoblocante en el eje trasero, discos de freno de material compuesto en el eje delantero y volante AMG Performance), el equipo opcional Intelligent Light System o los reposacabezas Aircarf con calefacción integrada, además de toda la avanzada tecnología de Mercedes en seguridad activa y pasiva y el lujazo de la serie especial denominada Edition1 con una atractiva dotación de equipamiento. Lo dicho, un superdeportivo de lujo y descapotable.
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