pamplona. La Comisión Nacional de la Competencia ha impuesto una multa de más de 11 millones de euros a cinco empresas del sector del cemento por constituir un cártel en Navarra. Es decir, acordar los precios de venta y repartirse el mercado, dejando fuera a la competencia y asegurándose así ingresos y márgenes de rentabilidad.

Las empresas sancionadas son Cementos Portland Valderrivas, Hormigones Beriáin, Canteras de Echauri y Tiebas (Cetya), Vresa y Cemex España. En su resolución, el Consejo de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) considera acreditado que las empresas imputadas (con distinto grado de participación) adoptaron acuerdos "para la fijación y subida escalonada de los precios del hormigón, del árido y del mortero, así como para el reparto de del mercado de estos productos". Según la CNC, los acuerdos se instrumentalizaban a través de un sistema de asignación de las obras a las que podían suministrar estos productos las empresas participantes, dentro de cada una de las zonas delimitadas, conforme a cupos por ellas establecidos. La Comisión entiende que los acuerdos han afectado al territorio de la Comunidad Foral de Navarra y territorios limítrofes desde junio de 2008 hasta al menos el 22 de septiembre de 2009.

Las multas varían en función de la participación de las empresas en este tipo de prácticas y de su propio tamaño. Así, Cementos Portland Valderrivas recibe la más importante de las sanciones, con 5,72 millones de euros. Tras ella, Beriáin deberá pagar 2,50 millones; Cetya, 1,425; Vresa (integrada al 50% por Portland y Cetya), 959.277 euros y Cemex, 502.283 euros. La resolución de Competencia es recurrible ante la Audiencia Nacional, si bien fuentes empresariales apuntaban ayer a que las empresas necesitarán presentar avales por la cantidad con la que hayan sido multadas.

La investigación de la Comisión Nacional de Competencia y el posterior expediente sancionador tienen su origen en una denuncia interpuesta por Hormigones Pamplona, cuyo propietario, José Ramón Madera, publicó también diversas cartas. Con la denuncia se adjuntaron como anexos algunas transcripciones de grabaciones de conversaciones telefónicas y de diferentes reuniones. "Nos explicaron con todo tipo de datos cómo se habían repartido el mercado", explicaba Madera en una de las cartas publicadas en la Tribuna Abierta de este periódico.

Cetya, una de las empresas sancionadas, manifestó ayer de nuevo su "convicción de haber obrado con absoluta legalidad". "No compartimos la resolución y la vamos a recurrir, aunque la respetamos", explicó ayer un portavoz de Cetya.

El Consejo de la CNC considera que estos acuerdos anticompetitivos constituyen una infracción única de cártel, definido en la Ley de Defensa de la Competencia, como "todo acuerdo secreto entre dos o más competidores cuyo objeto sea la fijación de precios, de cuotas de producción o venta, el reparto de los mercados, incluidas las pujas fraudulentas, o la restricción de las importaciones o las exportaciones". El Consejo de la CNC considera además acreditado que las empresas del cártel eran conscientes de la ilegalidad de su conducta y sabían que tanto los acuerdos como las reuniones del cártel debían mantenerse en secreto.

"Los cárteles constituyen una de las prácticas anticompetitivas más nocivas para el mantenimiento de la competencia en el mercado y que acarrea mayores perjuicios para los consumidores. Son considerados infracciones muy graves por la Ley", explicaban desde la Comisión.