pamplona. El conservero Ángel Ría, de 82 años, recibió ayer el Premio Empresario del Año 2013 por su trayectoria de cinco décadas en el sector agroindustrial a través de su grupo que emplea a una media de 300 personas cada año.
El galardón, concedido por la publicación Negocios en Navarra, reconoce la labor de este empresario que comenzó en 1962 en una bajera de Cadreita enlatando tomate y que ahora preside el grupo que lleva su nombre, compuesto por tres empresas: Conservas Ángel Ría y Viñedos Ría, en Cadreita, esta última, especializada en el cultivo del tomate, pimiento del piquillo, verdura o espárragos, materia prima que abastece a la fábrica conservera; y Finca Cadreita, en Sevilla, dedicada al cultivo de naranjas. Viñedos Ría produce 120 hectáreas de vid que distribuye a Bodegas Piedemonte, donde la empresa tiene una participación del 40%.
Además del Grupo Ángel Ría, dispone de otra empresa, denominada SAT Espetietar, en Cáceres, donde se cultiva espárrago y puerro para comercializar en fresco y tabaco rubio virginia, que se vende para transformar. Una finca que compró al Marqués de Griñón en 1982. Entre Navarra, Cáceres y Sevilla, este empresario dispone de 900 hectáreas.
El grupo y Espetietar facturaron el año pasado 30 millones de euros, un 23% más que un año antes y en 2014, esperan aumentar un 20% las ventas, con lo que supondrá un aumento de la plantilla. Además, emplean a una media de 300 personas cada año, que llegan a los 750 en temporada alta -entre marzo y abril-, de los que el 80% trabajan en la Comunidad y el 20% restante entre Extremadura y Andalucía. La exportación representa el 40% de su facturación, con Francia y Portugal como principales destinados, a los que se añaden Alemania, Suiza e Italia.
El presidente del grupo, Ángel Ría, explicó ayer que el negocio está respondiendo bien a la crisis económica, una evolución positiva que achacó a "la calidad, seriedad y experiencia del grupo tras 50 años en el mercado" y a la desaparición de competidores que han cerrado por la actual coyuntura económica. "Estas conserveras han dejado un nicho de mercado y clientes que hemos captado nosotros, tanto para servir en España como en el exterior, en Portugal, por ejemplo", recordó.
Sus productos se comercializan con las marcas Son Ría y Rosa de Ría en el sector de los supermercados, delicatessen y canal Horeca, además de atender la demanda de marca blanca. Entre su cartera de clientes se encuentra DIA, Aldi, Lidl o Caprabo-Eroski, entre otros muchos.
el producto estrella, el tomate El principal producto de la conservera es el tomate, con una producción de 22 millones de kilos al año; además del espárrago, con 400.000 kilos; verduras, como cardo y acelga, con 500.000 kilos cada uno de ellos, y pimiento del piquillo, etc. "Antes, el sector prefería embotar muchos productos para lanzar al mercado; en cambio, ahora, las conserveras se decantan por especializarse en alimentos concretos, con mucha más maquinaria", analizó.
Durante su discurso, tras la entrega del galardón, este empresario resumió su trayectoria en edades concretas: "Con nueve años iba algún día al campo a ayudar a mi padre; con diez, acompañaba a un vecino que iba con las caballerías a labrar a las Bardenas o a roturar al monte; con 16, compramos una segadora; con 21, el primer tractor; con 23, una trilladora y, luego, una cosechadora, con 30 me independicé de mi padre y con 31, monté una conservera porque en Cadreita y en los pueblos de alrededor era lo único que había". Una vez perfilado el negocio en Navarra, Ría se trasladó a Andalucía, donde decidió emprender en esta comunidad y posteriormente en Extremadura, desde donde comenzó a exportar espárrago fresco en 1981 a Alemania. Ahora lo hace principalmente a este país y a Suiza, además de a Francia y a Italia. "En España ha subido mucho el consumo de espárrago fresco", concluyó Ría.