pamplona - Las tres entidades financieras con mayor cuota de negocio en Navarra -CaixaBank, Caja Rural y Laboral Kutxa- apenas sufrirán con la nueva tasa que grava los depósitos y que las entidades financieras deberán pagar por primera vez en 2015. El bajo gravamen (un 0,03%) y, sobre todo, unas deducciones que benefician especialmente a las dos primeras, restarán capacidad recaudatoria a un impuesto que ya fue mal recibido por las propias entidades.

Planteado por Izquierda-Ezkerra con un tipo inicial del 0,3%, este impuesto fue recortado en el Parlamento de Navarra con los votos favorables de UPN y PSN. Y el tipo aprobado en abril, un 0,03%, es exactamente igual que el aplicado desde Madrid por el Ministerio de Hacienda, que evitaba de este modo que las comunidades autónomas comenzaran a legislar por su cuenta, como así había comenzado a suceder. La idea inicial, implantar un impuesto estatal al 0% , ocupando el espacio normativo de las comunidades, suponía “problemas jurídicos”, explicaba ayer José Miguel Nuin, portavoz de Izquierda-Ezkerra en el Parlamento de Navarra. “Y al coincidir el tipo navarro con el que finalmente ha puesto Montoro, la Ley no ha sido recurrida”, explicaba Nuin.

La propuesta de Izquierda-Ezkerra estaba diseñada para incrementar de modo sensible la capacidad recaudatoria de la Hacienda Foral, debido a que la base imponible del impuesto, los depósitos de los navarros, es millonaria. En total, y según los datos del Banco de España, las entidad financieras custodian en Navarra en torno a 16.000 millones de euros, por lo que una tasa del 0,3% suponía unos ingresos de 48 millones de euros anuales. Repartidos en función de la cuota de cada entidad, cerca de 20 millones habrían debido proceder de la cuenta de resultados de CaixaBank y otros diez de Caja Rural, cuyas cuotas rondan el 40% y el 20% respectivamente. La idea no agradaba a la banca, que ha visto cómo el impuesto finalmente aprobado es diez veces inferior. Así el pago final ascendería a dos y un millón de euros, para esas dos entidades. Y la capacidad recaudatoria total del impuesto no llegaría a los cinco millones de euros.

Pero estas cifras solo cuadrarían si el impuesto no llegase acompañado de sus correspondientes deducciones, pensadas para favorecer a lo que se ha considerado “banca local” y que merman sustancialmente la efectividad del tributo. Así, aquellas entidades con sede social en Navarra (solo Caja Rural cumple el requisito) se deducirían el 40% de la cuota íntegra. Asimismo, se deducirán 8.000 euros por cada oficina y hasta 30.000 en las sucursales abiertas en localidades con menos de 2.000 habitantes. Es decir, mayor deducción cuantas más oficinas se posea, especialmente en entornos rurales, dos criterios que benefician a CaixaBank y Rural. Y junto, a ello, una deducción del 100% para la obra social y de un 25% de la cuota íntegra cuanto el sujeto sea una cooperativa de crédito (Caja Rural y Laboral Kutxa). “De este modo, el impuesto no va a tener prácticamente impacto en las tres cajas”, reconocían desde una de las entidades. Bancos con menos oficinas pero con un elevado volumen de negocio, como Santander y BBVA, deberán pagar algo más.

Nuevo tributo. Este nuevo impuesto generó malestar en la banca, al considera que rompía la unidad de mercado (unas comunidades lo aprobaban y otras no) y por considerarlo carente de justificación.

Depósitos a la baja. Pese a su bajo gravamen, la capacidad recaudatoria depende de la base imponible, que en el caso navarro ronda los 16.000 millones de euros. Desde 2010, los depósitos han caído en unos 2.600 millones de euros, en parte como consecuencia de la crisis, pero también por el traslado del dinero a fondos de inversión fuera de balance.

Deducción por créditos. La Ley Foral 6/2014 que grava los impuestos bancarios plantea también deducciones por la financiación a pymes y autónomos (un 2% de los importes prestados) así como a proyectos de utilidad pública o interés social para la comunidad.

Unos 316 millones en toda españa

Tras 12 años. Nacido en 2002 en Extremadura, el impuesto que grava los depósitos bancarios solo se ha hecho realidad cuando la crisis ha vaciado las arcas públicas. El tipo del 0,03% servirá para que el estado recaude unos 316 millones de euros, según publicaba esta semana El País, algo por debajo e las estimaciones iniciales del Ministerio, que superaba los 375 millones de euros. Posteriormentel, esta cantidad se repartirá entre las comunidades autónomas en función del número de oficinas: así, Madrid obtendría unos 120 millones de euros y Catalunya, 65,6. La Rioja recaudaría 2,7 millones. Extremadura, Andalucía y Canaria, que ya tenían su propio impuesto, cobrarán 275 millones por compensaciones y quedarían al margen del reparto.