PAMPLONA. La desaparición de la cuota láctea, que asignaba la capacidad de producción de cada uno de los países de la Unión Europea, ha tensionado a las explotaciones de vacuno de leche de Navarra. Según denunció ayer el sindicato EHNE, la liberalización ha supuesto "reforzar el poder de la industria y la gran distribución", que se han hecho con el control absoluto del mercado de producción de la leche.
"Con la excusa de que existe una sobreproducción de materia prima, están pagando precios que se quedan por debajo de los costes de producción", explicaban ayer desde el sindicato agrario, quien destacaba que la situación más grave se está viviendo en Cantabria, Castilla y Galicia, pero temen que se extienda a Navarra. "En algunas explotaciones de esta zona denuncian desde el sindicato se está pagando un precio base de 0,20 euros el litro". En algunos casos, además, se ha decidido no recoger el producto.
Estas situaciones no se han vivido en Navarra, que sí padece una destrucción progresiva de su tejido productivo. En los últimos siete años se han perdido 72 explotaciones. De acuerdo a los últimos datos publicados del Registro de Explotaciones del Gobierno de Navarra, en 2014 constaban 178 granjas de vacuno de leche, cuando en 2007 eran un total de 250. Y además, añadían desde EHNE, se está produciendo un fenómeno de deslocalización de las granjas del norte hacia el sur del territorio navarro.
En Navarra, en un mercado controlado todavía de modo principal por Iparlat, el precio base ronda los 0,253 euros, si bien a ello hay que añadir diferentes primas que varían en función de variables como la calidad, la bacteriología o la cantidad de grasa, entre otros aspectos. "El mercado no se puede autorregular por sí solo y, es el Ministerio de Agricultura principalmente, el que debe intervenir para frenar esta nueva y grave reconversión del vacuno de leche", dicen desde EHNE.
La organización agraria considera que es urgente actuar para contrarrestar esta tendencia a la ruina y el cierre de las granjas familiares de vacuno de leche que, a su juicio, "no son necesariamente las menos competitivas". EHNE defiende que hay granjas que "por sus inversiones" se encuentran en estos momentos endeudadas y una disminución acusada de la rentabilidad y de los márgenes pone en peligro su continuidad".
Así, en esta situación se encuentran grandes explotaciones y granjas de carácter cooperativo. Es decir no se trata de un tema de eficiencia productiva y de profesionalización del sector, sino de base, de la propia estructuración del sector y de las consecuencias de no controlar la producción.
el modelo en navarra Ante ello, EHNE propone controlar tanto la producción como las prácticas de la industria y de la distribución, vigilando los márgenes de los diferentes eslabones de la cadena alimentaria y valorando márgenes de ganancias dignos. Y la administración "debería hacer valer el cumplimiento de los contratos lácteos, para que se recoja la leche a los ganaderos que no se den situaciones de competencia desleal".
Asimismo, EHNE pide una autocrítica del modelo de sector que se quiere para Navarra. "Si se quiere que cuatro macro explotaciones sean las encargadas de la producción de un alimento tan básico como la leche o, si por el contrario, se apuesta por explotaciones profesionales y eficientes, y a su vez, estén ligadas al territorio".